Con “KiCK i”, Arca brinda su colección de temas que aúna y combina todas sus capacidades

La carrera de Arca se ha desarrollado de una manera constantemente ascendente y expandida en todos los sentidos. Comenzando tímidamente en producciones pop en sus años universitarios, fue pronto cuando se cansó de lo tradicional y comenzó a experimentar con sonidos nunca escuchados y maneras de sobreponer elementos poco habituales, llegando a llamar la atención rápidamente a artistas de la talla de Björk o Kanye West, a quienes ha producido algunos de sus trabajos más recientes.

La  música de la propia Arca ha ido variando desde sus orígenes. Pasando de los desconcertantes, industriales y agresivos sonidos de “Mutant” o “Xen” hasta el visceralmente emotivo “Arca”, en el cual además de sacar a relucir avanzadas capacidades de cantante, abarcaba temas de la sexualidad, el amor y la necesidad desde un punto de vista tremendamente crudo. Ahora en 2020 hemos legado a su último trabajo, “KiCK i”.

Justo antes de lanzar lo que puede que sea su trabajo más comercial hasta la fecha, Arca lanzó su single de 62 minutos “@@@@@”, casi el doble de largo que el LP y de una naturaleza opuesta, de puro libre albedrío. Según cuenta en una entrevista, esta ha sido una estrategia pre-meditada para recordarle a la gente que, aunque siga ofreciendo nuevas facetas como artista más pop, sigue siendo capaz de ofrecer trabajos como los de antes.

La libertad de expresión ha acompañado a la artista también en su identidad a lo largo de su carrera y son temas centrales aquí. A lo largo de estos años hemos podido ver cómo la transición de hombre a mujer de la artista, todo lo que hay de por medio y con límites imposibles, han jugado un gran papel que han ayudado a crear su esencia como artista. Especialmente en sus dos últimos largos, la voz de la artista podía mutar de las notas más graves a las cantos de sirena en una misma canción, pasando por modificaciones alienígenas, frenéticas o robóticas.

El tema principal de “KiCK i”, según cuenta, es permitir que el cambio de forma suceda de manera más fluida y dejar que todos estos diferentes estados ocupen el mismo espacio armónicamente y, poder alternarlos de una manera natural sin que se sienta forzada o premeditada. Más que curioso resulta la manera de enlazar este concepto con el su título, que referenciaría la primera patada que da un bebé aún no nacido en el vientre de su madre, el cual se puede considerar el primer movimiento libre y que cree un impacto realizado por un ser humano. Y este “lema” es el que lleva “Non-Binary”, el opener del álbum en el que Arca prácticamente te obliga y amenaza a hablar por ti mismo ser aquella persona que desees entre ritmos vertiginosos.

Y después de pasar por lo que probablemente sea su canción que sirva de una manera más abierta al amor aparecen dos tracks que exploran la peculiar visión del reggaetón experimental de Arca a través de producciones delirantes, explosivas y bailables. En “Mequetrefe” (single para el cual termina de estrenar su original videoclip de cuarentena), los patrones de ritmo latinos placan con sintetizadores potentes y metálicos. La bilingüe “Riquiquí”, por su parte, parece estar más inspirada en el reggaetón de la primera década de los 2000, aquella en la que utilizaban vocales y beats más ágiles. Y aunque esta aparece más tarde en el tracklist, de la misma índole está “KLK”, la colaboración de la artista con Rosalía. En esta canción, ambas cantantes nos bendicen repetidamente mientras nos hacen bailar con un incansable ritmo electrónico que se acompaña con samples de pistolas y cadenas.

Tanto la colaboración con Rosalía como la que hace a lo largo del tracklist con la rapera Shygirl, la legendaria Björk y la valorada productora SOPHIE representan la primera vez de Arca en unir sus capacidades a las de otras artistas. Según comenta, ahora siente a que puede vencer a la parte de su ego que obligaba a cercar su trabajo en una intimidad, para finalmente abrirse ante un nuevo sinfín de posibilidades.

La canción “Afterwards” con la islandesa comienza de la manera más inesperada, y es con esta cantando a pleno pulmón un poema de Antonio Machado alrededor de producciones atmosféricas. Esta es relevada en su segunda mitad por la Arca más sensible y propia de su álbum homónimo, quien está presente en otras ocasiones en este largo en cortes como la vocalmente mutante “Calor”, el improbable hit híbrido pop trap latino “Machote” o el cierre “No Queda Nada”, el cual vuelve a engatusar con unos vocales envolventes y unos sonidos sobrios y calmados.

En un grupo diferente de temas, Arca utiliza los recursos de mayor potencia para crear producciones vigorosas. El dúo con Shygirl “Watch” ahoga los vocales de la rapera entre sintetizadores de techno, beats de trap, coros artificiales y un sinfín de sonidos impredecibles. “Rip The Slit” por su parte es protagonizado por un maremágnum de voces robóticas que dominan a los elementos de producción. Y por último está la unión de Arca con SOPHIE “La Chíqui”, track que probablemente sería la banda sonora perfecta de un robot que fuera creado para dar clases de salsa y sufriera una sobrecarga con cortocircuito previos a su inevitable fin. En menos de 3 minutos, ambas productoras logran crear un collage de sonidos artificiales inexplicables ante los cuales es difícil resistirse.

Con “KiCK i”, Arca brinda su colección de temas más versátil y que, además de aunar todas sus capacidades, las interpola y añade otras para seguir amplificando su sinfín de posibilidades. Ya puedes escuchar a continuación el álbum al completo.