En su tercera y más modesta edición este 2022, el Festival Paraíso devuelve la música de baile a la capital
El pasado fin de semana asistimos al madrileño Festival Paraíso en su tercera edición, una que ya se venía anunciando desde el principio como la más modesta de ellas y que reunió a 16.200 asistentes entre los dos días, lo cual no está nada mal dada las circunstancias que englobaban a este evento. El espacio, el número de asistentes y el presupuesto del cartel (partimos de la base de que en 2020 iban a presentarse artistas de la talla de FKA twigs, Kaytranada, Mura Masa, 070 Shake, Apparat, DJ Koze o Jon Hopkins) se redujeron pero no lo hizo el precio de la entrada. Una estrategia tomada a consecuencia de la pandemia y que esperemos devuelva el nivel que Paraíso ha presentado en sus dos primeras ediciones y que incluye hasta una asociación con el Sónar Festival.
La parte de gestión de la organización del festival fue, como siempre (el primer año solventaron hasta inundaciones del recinto e inhabilitación de salidas de emergencia), impecable. Pocas acumulaciones en las entrada, en las barras y un máximo de 5 minutos esperando en las colas de los baños que estaban en general bastante limpios. Otro punto extra que le hacía un favor a la gente mas despistada o menos preparada era el anuncio de los próximos artistas en los escenarios. Aunque, hablando de estos y como una de las pocas pegas que pondríamos, el escenario Nido se quedó muchas veces demasiado corto a nivel de estructura y luces para el público que albergaba, siendo prácticamente imposible el ver a las personas que pinchaban a no ser que estuvieras en las primeras filas.
Mientras por las noches había una predominancia de DJ sets, los conciertos con voces en directo fueron los protagonistas de las tardes. A nuestra llegada el viernes atendimos el concierto de Crystal Murray. La artistas francesa, que se presentó varias veces a lo largo del concierto como si nadie la conociera cuando no era así, presentó con gran carisma y un look noventero los temas de su doble EP Twisted Bases en un concierto de R&B moderno.
A continuación, la británica Shygirl que era uno de los platos fuertes del día y trató de esforzarse para que este concierto no se pareciera al de la Sala Zenith que atendimos hace meses. Este no incluía las mismas canciones ni en el mismo orden, y además la presencia de llamaradas y confetis plateados siempre ayuda a mejorar la fiesta. Aunque no faltaron sus principales temazos, a estos les añadió su reciente sencillo ‘Firefly’ y un cierre eufórico con una canción aún no lanzada y que pertenecerá a su disco debut. Por el otro lado, la artista dio tristemente un set de canciones demasiado corto y con una puesta en escena consistente en ella y muy poco movimiento que alentara al público.
En el resto de la velada, la música house, funk y disco fue la que reinó en los dos escenarios más grandes, el Club y el Jardín ambientados por productores como CC:DISCO!, Jeremy Underground y Roman Flügel que fueron quienes nosotros atendimos. Todos ellos crearon un ambiente mágico, buenrollero y bailable en el que dejarse llevar aunque, a la larga, tal vez pecaba de ser demasiado similar entre ellos y eso poco a poco iba haciendo bola. Era de agradecer por tanto que en el escenario Nido artistas nacionales como OG Juan o Depaart cambiaran la atmósfera del ambiente a sonidos más enérgicos y que no siguieran una línea tan predecible.
El primer plato fuerte del segundo día de Festival Paraíso 2022 fue el show de Rusowsky y Ralphie Choo. La actuación fue igual que sus producciones y por lo que tanto gustan: impredecible, divertida y cambiante. Se escucharon canciones de la discografía de cada uno y las muchas que tienen juntos; además, gran parte del concierto también estuvo acompañado por Barry B, colaborador y amigo de los dos. Con él se vivió uno de los momentos de la actuación, cuando interpretaron el éxito de Ralphie, Barry y DRUMMIE, ‘ROOKIES’. Un enorme show lleno de breaks, sonidos hard y mucho mucho baile.
A continuación, Chico Blanco ofreció junto a 8kitoo un buffet libre bien disfrutón de toda su discografía, abarcando desde ‘Gominola’ al “trallero” ‘Positif Siempre’, pasando por un minimix de su EP con Soto Asa o el vibrante ‘Fantasía’. Eran las 8 de la tarde y el sol pegaba bien en la cara, pero eso no fue impedimento para que el público gozara de una gran fiesta de baile de house enérgico. Baiuca, a continuación, presentó un espectáculo sin precedentes en una bella oda electrónica al folklore gallego que incluía vocalistas tradicionales e incluso danzas clásicas. La única pena es que, por la disposición del escenario Jardín en este Festival Paraíso 2022, de este espectáculo sólo pudieron enterarse las primeras filas ya que desde atrás era muy difícil ver todo lo que ocurría en el escenario y no había tampoco pantallas de apoyo.
Después de los ritmos electro-tribales de Axel Boman llegó DJ Seinfeld, quien sustituyó a una TSHA caída en última hora, demostró ser todo un titán con una sesión de más de dos horadas en las que no aburrió ni se quedó repetitivo en ningún momento. Y esto pudo ser fácil para nosotros puesto que le vimos hace un par de semanas en el Primavera Sound, pero mientras que en Barcelona hizo un live de su álbum ‘Mirrors’ en el que desplegó toda su discografía, este DJ set decidió dedicarlo al libre albedrío para arrastrar sonidos clásicos del disco a su estilo con un resultado menos predecible y más bailable.
El siguiente rato lo pasamos entre los ritmos funk del dúo Kamma y Masalo, los cuales tenían bastante más volumen que los del día anterior, y el clásico back to back entre Pional y John Talabot, quienes una vez más ofrecieron una masterclass de house en varias de sus vertientes, Ben Ufo cerró el escenario Jardín con una sesión dinámica y muy rítmica que incluía tracks tan actuales y desconocidos como el remix del francés Gaetmrchi al ‘God’s Chariot’ de oklou.
Flaca fue la encargada de clausurar el escenario Nido, siendo ella la única actuación del festival con el reggaeton por bandera. La experimentada DJ, residente en Razzmatazz, brindó una sesión llena de reggaeton antiguo, grandes mashups, jersey club y un cierre con el remix de The Whistlers a ‘Broken Ties’. Y finalizó así Festival Paraíso 2022, el cual ya tiene más que asegurada su vuelta (y la nuestra a él) a su plena forma en 2023.