Delaporte logran su ascenso y liberación en “Las Montañas”

En “Las Montañas”, la pareja ítalo-española Delaporte ofrecen un viaje de superación personal a la vez que crecen en todos los aspectos creativos

Con cada nuevo movimiento, Delaporte demuestran ser uno de los actos más completos y en forma del panorama musical español. Desde el tímido lanzamiento de su primer EP “Uno”, el crecimiento que ha tenido la pareja italo-española ya no solo a nivel de exposición, si no desde el punto de vista de aunar cada vez más géneros musicales y combinarlos desvergonzadamente, ha sido mayúsculo. Además, con cada proyecto se percibe un mayor riesgo, una ansia de querer crecer por parte de la banda que se acompaña además de una mejoría en la calidad de su sonido y en el poder vocal de Sandra.

“Las Montañas” es el nuevo álbum de Delaporte, un proyecto de 13 tracks en el que, efectivamente, siguen mostrando una progresión notable. Si en “Como Anoche” ya se hicieron grandes explotando al máximo los sonidos club, sin olvidarse de todos los géneros que han ido atrayendo previamente esta vez se proponen aumentar su eclecticismo incluyendo producciones de bass vertiginosas, ritmos industriales de corte experimental o momentos vocales totalmente desnudos y vulnerables. Otro paso adelante en lo que concierne a lo musical del álbum es la inclusión de featurings por parte de PUTOCHINOMARICON, Ginebras, Ximena Sariñana y Arkano, todos perfectamente amoldados a la canción en la que han contribuido.

El significado de “Las Montañas” es, como muchos de los mensajes que se incluyen dentro del disco, metafórico, y en este han querido presentar la historia de un despertar, de una introspección para querer cambiar y luchar en nuestra sociedad, hasta llegar a un estado de catarsis total… un proceso asemejado al duro camino recorrido para llegar a una cima. A lo largo de este los diferentes estados del camino se explican no solo a través de las letras, si no de la producción e instrumentación que las acompaña camaleonizándose a los estados de ánimo expuestos.

“El Refugio” que nos mantiene en un estado de calma se rompe al comienzo del disco, o eso narra Sandra en las frases de este opener que progresa desde unos sintetizadores calmados a un estruendoso maremágnum de ritmos abrumadores. En “Se Va” Delaporte recuperan su sonido electrónico primigéneo, pero hasta llegar a este encontramos unos minutos muy íntimos de guitarra a lo Sufjan Stevens que se propulsan al drop a través de un paralizante momento de voz modificada. La nostalgia envenenada se mantiene en “Rica Rica”, una electro-cumbia en la que el grupo rememora los mejores momentos irrecuperables con alguien junto al rapero Arkano.

El hecho de que Delaporte haya elegido el dúo de “No” y “Clap Clap” para presentar “Las Montañas” cobra sentido cuando se hace un momento pivotal en la historia que quieren contar. Es en la primera donde se termina de castigarse en un torbellino sintético de pensamientos para dar un cambio de actitud y proponerse la superación en “Clap Clap”, canción de sonido similar incluyendo bases house en la cual aunque no se terminan de olvidar las penas, estas no hacen más que alimentar la fuerza surgida.

El propio nombre de las canciones siguientes, con su conexión intuitiva a la idea de explotar, dan una idea de la temática de descontrol de emociones que se viene: enfado, ira y recuperación de la confianza que musicalmente iban a ser obviamente los momentos más enérgicos del álbum. Desde el rock con tintes drum and bass de “Bang Bang”, la canción protesta junto a la banda revelación madrileña Ginebras, pasando por la euforia electropop de “El Volcán” y los ritmos jungle desmesurados de “Boom”, las chispas desprendidas en todas estas canciones se pueden palpar.

Mención aparte recibe “La Bestia”, un verdadero monstruo (valga la redundancia) con enormes beats de reggaetón industrial pseudo-oriental mutado a bass experimental en su final. Este track bien podría haber sido creado como colaboración entre maestros de estos estilos como Arca, Eprom o G Jones. En la unión de Delaporte con la cantautora mexicana Ximena Sariñana “No Dirás”, los ritmos latinos ayudan a exhibir la alegría asentada y surgida de todos los temas previos.

La última parte de “Las Montañas” está dedicada a la introspección… algo necesario después de un primer subidón para terminar de asentar los pensamientos. En la colaboración “De Dónde Vienes” con uno de nuestros representantes de PC Music PUTOCHINOMARICON, ambos conectan con sus raíces. “Universo” sería el momento más contemplativo y transparente para la voz de Sandra en todo el álbum. En este, Delaporte recuerdan la felicidad poniendo sus pensamientos en orden, abrazados por un gran conjunto de cuerdas y sintetizadores angelicales. Sin embargo, es en el último tema “Las Montañas” donde se hace el sacrificio final (simbolizado en su video por una Sandra desnuda que entrega su alma a un demonio simbolizado en carnero) y terminan de desprenderse de todos sus “pesos” para poder, finalmente, ascender rodeados de una instrumentación titánica y una producción palpitante.

Ya puedes ascender junto a Delaporte escuchando “Las Montañas” a continuación:

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