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Dreambeach Fest 2017; un festival de gala para un quinto aniversario legendario.

Llegó el día. 10 de agosto de 2017. El círculo marcado con más ansia del calendario había llegado. Todas las cuentas atrás habían terminado. El momento de soñar con los ojos abiertos estaba ante nosotros.

La localidad de Villaricos se vestía de gala un año más para acoger a una de las citas del año, Dreambeach Festival. Por si no fuera poco, el festival celebraba este año su quinto aniversario, una ocasión para la que traía muchas novedades, además de un cartel de auténtico lujo.

Los comienzos no fueron fáciles; una gran tormenta vivida la noche del 9 al 10 de agosto mermó a la organización. El horario de la fiesta de bienvenida, la cual tenía lugar junto al camping, fue modificado. La piscina -de la que hablaremos más adelante- no llegó a inaugurarse y la cola para tanto acceder al camping como para canjear la pulsera fue casi kilométrica. Pese a ello, la respuesta fue rápida y todo volvió a la calma.
Los djs de Máxima FM dieron la gran bienvenida, con playlists basadas en temas muy conocidos. Esto hizo que un público muy entregado cantara cada canción.

Al fin y al cabo, todo esto era un mero trámite; el viernes comenzaba lo que todos realmente estábamos esperando, el verdadero festival.

Viernes 11.
Amanecía el viernes en Villaricos y, tras una noche con una temperatura agradable, la gente tenía ganas de fiesta. El viernes fue el día de nuestro ansiado debut en la famosa piscina, a la que acudimos en el turno de las 18:00 a las 20:30, durante la actuación de Raúl Pacheco. Punto positivo el que los tokens necesarios para adquirir el ticket de entrada a la piscina pudieran ser canjeados por cualquier producto en las barras.

La piscina presentaba un ambiente espléndido; camas, zonas con amplia sombra, una barra, el impresionante vehículo de Red Bull desde el que pinchaba el dj, y la propia piscina, con una profundidad suficiente para disfrutar de pie de las actuaciones. Pasamos unas horas de auténtico lujo con un montón de dreamers que pusieron patas arriba la piscina.


Ya habíamos debutado en la piscina, ahora teníamos que hacerlo en el recinto.

El ambiente que se respiraba por el festival era brutal. La tarde comenzó con Ayax y Prok en el Stage Brugal; un dúo de rap consagrado ya en nuestro país, el cual hizo las delicias de los dreamers. Ante ellos, un público entregado, que coreó cada uno de los temas.

Comenzamos la noche con Mala Rodríguez y su cuerpo de bailarinas. Estas eclipsaron el Mainstage. La cantante española, con un estilo mestizo entre rap y flamenco, mostró la diversidad de géneros que se viven a lo largo del festival.

Coyu dió el pistoletazo de salida al techno en la Pokerstars Dreams Tent; una carpa que nos impresionó de gran manera, tanto por la calidad del sonido como por su dimensión y visuales.

A él le seguirían Seth Troxler, Joris Voorn, Nicole Moudaber, Matador -en formato live- y por último Umek; el protagonista del primer amanecer.

Lo más destacable del viernes en la Pokerstars Dreams Tent fue probablemente Joris Voorn.  El holandés nos puso a bailar con su tech house tan peculiar. Algo que quedó grabado en nuestras retinas fue el momento “Ringo”, su ya famoso himno. El ambiente de la espectacular carpa en ese momento fue algo simplemente inolvidable. Otros temas como “Goodbye Fly” marcaron también la diferencia dentro de la completa sesión de Joris.

Respecto al Open Air San Miguel, la puesta en escena fue increíble. La Resistencia dominó el escenario aquella noche; con un aforo considerable, un público amante del remember se agolpó en torno al stage para vivir las actuaciones de La Luna, Chimo Bayo, Raúl Ortiz o Sensity World entre otros. Canciones legendarias como “Désenchantée” de Kate Ryan marcaron momentos muy especiales.

Quizás el escenario que pasó más desapercibido el viernes entre los dreamers fue el Bull Tent, en el cual pudimos disfrutar del hardtechno.

Volviendo al Stage Brugal, el escenario principal, MHD se retrasó aproximadamente media hora. El rapero francés, acompañado de dos coristas y su dj, llenó el Mainstage. Fue curioso el gran número de franceses que disfrutaron de la actuación de su compatriota. “Afrobeat” es así como define MHD su estilo.

Brian Cross y Quintino continuaron la noche, ambos con actuaciones muy parecidas, basadas en temas comerciales. Big room, electro house y algo de progressive house durante 2 horas y media.

Uno de los reyes de la noche llegaba; eran las 2:30 y el Stage Brugal se llenaba para recibir a Dillon Francis. Las visuales del estadounidense marcaron un antes y un después en la noche. Pudimos escuchar desde “Mi Gente” o “Gasolina” hasta “Say Less” o “Get Low”. Sin duda alguna, Dillon hace lo que quiere, y él era el indicado para poner esos temas. Bass house, trap y moombah fueron los tres estilos que resumieron su show.


Seguimos la noche con Oliver Heldens. Este nos ofreció una muestra de todo repertorio musical desde que empezó a ser un icono del future house hasta hoy. Pudimos escuchar himnos como “The Right Song”, “Gecko” (Overdrive) o incluso nuevos temas, como  “Alien Technology”, junto al brasileño Alok, el padre del emergente brazilian bass. El público respondió por todo lo alto; future house y deep house, al más puro estilo HI-LO, su álter ego.

Llegaba otra de las actuaciones más esperadas de Dreambeach; un señor vestido de blanco y con una mascara iluminada tomaba los mandos. Marshmello comenzó en torno a las 5:30, un poco más tarde de lo previsto. Aunque por todos es conocido que el show de dj set que ofrece Marshmello no es precisamente algo grandioso, nos sorprendió para bien. Future bass y dubstep; estos géneros fueron los protagonistas del set. No faltó un sólo tema; desde “Alone”, “Summer”, “Keep It Mello” hasta su conocidísimo remix a “Hello” de Adele. Esta canción fue la penúltima, ya que decidió cerrar su set con “Silence”, su último tema, publicado la semana pasada.

Sábado 12.
Uno de los djs más esperados del cartel entraba en escena; eran las 18:00 cuando el todopoderoso Carl Cox entraba en escena en el Pokerstars Dreams Tent. Con su “Oh yes oh yes” por bandera hizo las delicias de los dreamers durante sus dos horas de sesión. Djs de la talla de Hot Since 82, Loco Dice, Cuartero o Anna entre otros inundaron el festival de techno desde las 6 de la tarde hasta las 8 de la mañana.

En el Stage Brugal hubo ciertos problemas en cuanto a los horarios, ya que Dreambeach anunció que primero pinchaba CYA, luego David Guetta y tras él CYA de nuevo. Esto finalmente no resultó ser así, ya que Guetta alargó su sesión, impidiendo que CYA acabara su sesión fragmentada. Una pena, ya que el dúo español estaba haciendo las delicias de los seguidores del buen progressive house.  Grandes canciones como “White Label”, “Stellar”, su remix a “Symphony” de Clean Bandit  sonaron en el Stage Brugal, e incluso alguna que otra ID.

Ni que decir tiene que el mainstage se llenó por completo para observar la actuación del todopoderoso David Guetta, el cual hizo lo que se esperaba; una sesión comercial.

Tras este llegó el esperado Don Diablo, que nos sorprendió, ya que además de derrochar future house, progressive house e incluso future bass, sacó al Mainstage a Zonderling -la gran vocalista- y a uno de los componentes de Noisia, que realizarían su actuación más tarde en el Open Air San Miguel.

Del resto de la noche en el escenario principal podemos destacar cosas tanto positivas como negativas.

A las 3:15 el Mainstage se oscurecía ante la figura de alguien muy especial; el sacerdote reconvertido a dj, el padre del future house, el del traje negro y el alzacuellos, don Tchami. El dueño de Confession, nos hizo disfrutar de sus temas y remixes como “Afterlife”, “Promesses” o su cierre con su ultimo éxito “Adieu”.

Tras Tchami, llegaba el momento del progressive, llegaba la hora de Nicky Romero- abriendo con su ya exitoso remix a “Miss Out” de Max Landri, y sorprendernos con una sesión, que jamas le llegaríamos a imaginar, con temas como “SLVR”, “Payback”, “More Than You Know”, sus éxitos “Tolouse”, “The Moment” y una ID muy interesante con los israelitas Teamworx. Es cierto que hubo momentos en los que la sesión desvarió un poco; un remix de “Mi Gente” -por desgracia, uno de los temas más sonados en todo el festival-, “Purple Lamborghini”… Algo raro para lo que Nicky Romero representa.

W&W es, al fin y al cabo, un quiero y no puedo. Buscas algo de trance, que no encuentras, y escuchas una mezcla entre big room, electro house y progressive house. Tienen un estilo muy peculiar; al fin y al cabo, el Stage Brugal se llenó para ver a uno de los dúos protagonistas de la industria musical a día de hoy.

Llega uno de los puntos negros del festival. No todo pueden ser alegrías, claro está. En un intento de traer sets exclusivos al festival, como Pendulum (Live), Noisia o Modestep (Live), Dreambeach también quiso innovar en el hardstyle, trayendo al live-act más exclusivo de todo el hardstyle. Project One. La formación encabezada por Headhunterz y Wildstylez es una auténtica leyenda. Su álbum es el -según dicen- mejor de la historia del género, y solo han dado un puñado de shows en lo que llevan de vida desde 2008. Lamentablemente, tras tenernos un rato esperando, la dirección del festival anunció que “por problemas de logística la actuación de Project One se cambia a un b2b entre Headhunterz y Wildstylez, lo que empañó un poco el resultado, ya que no fue, ni de lejos, lo mismo que lo que podría haber sido. Una pena, pero que tampoco fue tan malo como se pintó. Estos dos grandes hicieron un set bastante bueno, con éxitos de ambos.

En el Bull Tent, lo más destacado fue el cierre, con Spartaque -algunos errores al final del show marcaron la cara negativa del set-. A pesar de ello Spartaque nos brindó un gran show que, además, podemos disfrutar en Youtube ya que lo ha subido recientemente a su canal.

Respecto al Open Air San Miguel, llegó una de las noches más esperadas.

Blanca Ross sirvió de telonera; una sesión un tanto mainstream con la que la gente comenzó a llegar a la zona.

Comenzó lo bueno. En primer lugar, Delta Heavy. Nos brindó uno de los mejores sets de todo el festival, aunque probablemente la mayoría de las sesiones de las cuales os hablaremos a continuación se encuentran en dicho ranking. El drum n bass inundó Villaricos. Un cierre con el esperado “White Flag Vip” hizo que el público enloqueciera por completo.

Siguió la noche con Modestep Live; aunque no viviríamos la definición del formato live hasta el día siguiente con Wilkinson. Sonaron himnos como “Another Day” o “Sunlight”; sin duda alguna uno de los mejores momentos del festival se vivió cuando nos presentaron su nuevo tema; una mezcla entre future bass con melodic dubstep, el cual a su vez estaba cargado de sonidos potentes. Una mezcla que estamos deseando de escuchar a plena calidad una vez se ponga a la venta.
High Contrast se retrasó 50 minutos por problemas de transporte del festival; esto hizo que el horario por completo se retrasara prácticamente 1 hora. Es cierto también que este descanso permitió al público tomar un respiro, ya que los dos sets anteriores fueron un auténtico espectáculo.

Este siguió con el dominio del drum n bass en el escenario. Con un toque más cercano al liquid, el público se preparaba para los reyes de la noche; Noisia con su espectáculo Outer Edges. Probablemente el mejor show que vivimos a lo largo de todo el festival. Tanto las visuales como los temas fueron absolutamente espectaculares. Una prueba más del nivel del quinto aniversario de Dreambeach Fest. “Tentacles”, el remix de “Tommy’s Theme”, “Mantra” “Dead Limit” o el vip al mítico ya “Dead Limit” fueron algunos de los temas que hicieron historia aquella noche.

Andy C y Sub Focus continuaron con el drum n bass desde el Open Air San Miguel. Cierto es que se comenzaba a notar como el público estaba ciertamente cansado.

Amaneció en Villaricos y entraron en escena The Zombie Kids, ofreciendo un show lamentable, para que engañarnos. Llegó a sonar “Una Vaina Loca”, para que os hagáis una idea del nivel del set.

Otro de los protagonistas del festival apareció; 12th Planet. Dubstep en estado puro. El público se entregó por completo ante una de las mejores actuaciones del Dreambeach Fest.

Domingo 13.
Probablemente, uno de los días más esperados. Para los harders, su día grande había llegado. Por la Bull Tent pasarían grandes artistas de hardstyle desde las 8 de la tarde a las 8 de la mañana.

Sin duda, una de las mejores apuestas que Dreambeach podía hacer era la inclusión de un cartel hardstyle en su festival. Este género está subiendo en popularidad de forma exponencial y constituye uno de los géneros que más fuerza posee, a la par de sus bellas melodías. Teniendo la gran afluencia de público  que se da en las fiestas que se organizan en el país, meter un componente hard en Dreambeach era una apuesta segura no solo de aportar variedad musical, sino también de contentar a un público más extenso. Dreambeach no solo contrató a los mejores artistas del panorama internacional, como NoisecontrollersRadical RedemptionAngerfist -en un act hardcore para terminar- sino que también trajo muy buena savia nacional, para dar a conocer nuestro producto un poco más a nuestro propio público. Como guinda del pastel, una de esas formaciones nacionales, Stereocode, produjo un himno hard para este espectáculo hardstyle, perfectamente implementado en esta edición de Dreambeach.

Precisamente fueron Stereocode los que abrieron el cartel hard. Estos amigos de Madrid llevan ya un tiempo encandilando al público debido a su gran calidad a la hora de pinchar, aparte de su imaginación y creatividad a la hora de producir, lo que les ha valido varios lanzamientos en reconocidos sellos como X-Bone. Contentaron al público con una buena selección de temas euphoric, para así dar paso al siguiente duo nacional.

The Beast Project es un dúo nacional que se caracteriza por su gran afinidad por el raw hardstyle, y como demuestran siempre en las fiestan donde actúan, son embajadores de las variantes más duras del hardstyle. Con un gran curriculum en el que destacan su actuación en el importante evento que organizó Radical Redemption para conmemorar el lanzamiento de su álbum The One Man Army, además del gran festival Decibel Outdoor en 2014, y las dos ediciones en las que ha habido un cartel hardstyle en A Summer Story (2015 y 2017), además de múltiples lanzamientos en Activa Records y X-Raw, los convertían en los artistas perfectos para dar comienzo a la lista de internacionales que estaba por actuar en la Bull Tent de Dreambeach Villaricos el domingo.

Audiotricz dieron comienzo a la presencia internacional en el hardstyle de Dreambeach, siendo uno de los dúos que más repercusión están teniendo en la actualidad, con múltiples colaboraciones con Atmozfears, Brennan Heart, entre otros, consiguiendo llevar su particular sonido eufórico a los oídos de todos los harders del mundo. Con su reciente incorporación a The Spirit of Hardstyle, Dreambeach pudo gozar de euphoric hardstyle de primera calidad gracias a Audiotricz.

Seguidamente aparecía Code Black, artista que repetía su aparición en Dreambeach tras ser también contratado en la edición de 2015. Famoso por ‘Pandora’, su remix al ‘You Got The Love’ de Florence + The Machine, ‘End Like This’ junto a Wasted Penguinz o sus collabs con Atmozfears ‘Accelerate’ y ‘Starting Over’, nos conmovió durante su sets con su particular e inconfundible sonido, que hizo las delicias de todos los que asistieron a su set.

Una leyenda le seguía. Noisecontrollers es un artista mítico dentro del panorama hardstyle porque lleva siendo top prácticamente de su entrada en la escena 2007. Recientemente produjo los himnos de Q-Base y Decibel (este junto a sus compañeros Bass Modulators). Además, junto a los ya mencionados Audiotricz, Atmozfears, que venía después; y Bass Modulators. Con una increíble selección musical y una técnica como la de pocos, consiguió ser uno de los mejores acts de la noche.

Atmozfears fue después, y menudo set. Si bien se piensa que debido a su componenete euphoric, va a hacer una sesión full euphoric, estáis muy equivocados, porque sus geniales sets mezclan poderosos kicks de raw con edits muy festivaleros de sus temas. Con la inclusión de sus temas más famosos, estamos antes un set muy particular, y muy variable. Por si no fuera poco, se unió junto a Noisecontrollers para hacer un bonito b2b a la vez que Audiotricz tomaban el control del micro para hacer todo un espectáculo made by Spirit of Hardstyle (a falta de Bass Modulators). Toda una delicia.

Tocaba uno de los grandes del hardstyle, tocaba Brennan Heart. Fabian Bohn demostró por qué es el rey en esto. La cantidad de público era inmensa. Los temas, de increíble calidad. El número 59 del aclamado DJ Mag Top 100 hizo un set casi perfecto, con euphoric hardstyle desde el minuto 1, cerrando con raw al final, paseándose por territorio entre medias como el remix de su compañero Sub Sonik del mítico Sandstorm o el legendario Zombie de Ran-D. Con algun crowd game para amenizar todavía más su set, lo disfrutamos al máximo.

El raw del final de Brennan Heart daba paso a uno de los duos más icónicos de toda la escena hard. Con su inicio en Qlimax 2011, Gunz For Hire adoptan una estética tenebrosa y de thriller. De asesinos a sueldo que, efectivamente nos mató a todos con su increíble set. Raw hardstyle muy de su estilo, dentro de su gira especial ‘Armed & Dangerous‘, en la que pudimos ver temas exclusivos como ‘Lions’, ‘Pussy Lovers’ o el tema que le da nombre a esta actuación tan exclusiva. Toda una brutalidad que iba a pasar todavía al siguiente nivel si cabe, la hora siguiente.

Radical Redemption es un DJ y productor que salió aparentemente de la nada cuando lanzó su álbum ‘Annihilate’ en 2012, a partir del cual hemos visto una clara evolución en su técnica, hasta ser, actualmente, el DJ Más top en lo que a raw hardstyle se refiere. Con un estilo muy personal, puso temazo tras temazo, convirtiendo su set en una aglomeración de sus mejores éxitos. Temas como Brutal 5.0 y 6.0, Kill Me o los de Minus Militia no son raros de verse en sus sets. Y es normal, ya que con ellos demuestra por qué es uno de los disc-jockeys más aclamados de la escena.

Tras terminar, Radical Redemption cogió el micro e hizo patente que, como a Villain, a él también se le da bien el hacer de MC en una fiesta de hard. con la llegada de Angerfist esto, más el durísimo set que hizo, puso un bonito final al hard en Dreambeach (y a nuestras piernas). La virtud de Angerfist es que, además de pinchar rapidísimo, dejando apenas un minuto y medio cada tema, cambia el estilo de forma súper abrupta, y sin que esto suponga un decaimiento en la calidad del set. En su sesión hubo mucho mainstream hardcore, aunque también coqueteó con el industrial, e incluso con terror en sus minutos finales. Un set sublime que todo amante de la música hard debe vivir.

También mencionar el increíble trabajo de MC Villain animando (casi) todos los sets, y mejorando la calidad de estos. No olvidaremos su dedicación al tener su vocabulario en español para fundirse todavía más con el público.

Respecto a la Pokerstars Dreams Tent, lo bueno comenzó a las 23:00. Luciano demostró por qué tiene semejante reputación; reventó la carpa -una carpa que estaba en proceso de ocupación-. El Italiano nos trajo un set muy fresco, protagonizado por el tech house.  Tras Marco Faraone, llegaba uno de los más esperados del cartel; Marco Carola, el dueño de Music On. Este sí llenó la carpa por completo. Era el momento justo y perfecto para que el italiano nos pusiera a quemar suela como si no hubiera mañana.

¡Que te veo, Paquito! se oía por la carpa cuando Paco Osuna hizo su aparición en escena y nos propinó una clase magistral de como se mezcla la música techno, en directo. Los directos del catalán siempre son para los fieles seguidores de este estilo: allá por donde va conquista fronteras. El todopoderoso Gonçalo sirvió de previa perfecta ante un cierre legendario de Adam Beyer, el jefe y magnate de Drum Code. Una sesión espectacular a su más fiel estilo de techno oscuro- Amanecer con Beyer fue sin duda una gran experiencia.

En cuanto al Open Air San Miguel, lo más destacado fue sin duda alguna Mollie Collins, Wilkinson Live y Barely Alive. La primera demostró con una gran sesión el por qué merecía estar sobre ese escenario, con un público que comenzaba a llenar la zona.

Wilkinson Live nos dió una lección de que es realmente un espectáculo en live. Para muchos, el mejor show de todo el festival. Pudimos escuchar prácticamente al completo “Hypnotic”, su último álbum, el cual ya analizamos aquí en la cueva. La presencia de las vocalistas Shannon Saunders, Jem Cooke y como no, el gran Youngman, hizo de la sesión algo realmente espectacular.

Barely Alive reventó a base de dubstep a un público que parecía no cansarse. Una sesión muy esperada, que no decepcionó. El dubstep en Villaricos suele escasear, por lo que el disfrute fue total.

Por último, el Stage Brugal recibió muchos estilos, lo que permitió al público disfrutar de la variedad musical.

Grandtheft sustituyó a la esperada Rezz, la cual finalmente tampoco acudió al Shambhala Music Festival; una pena no poder disfrutar de su actuación.

Pendulum Live nos brindó grandes momentos. La reconocida banda, con temas como “Watercolour”, “Ghost N Stuff”, “Witchcraft” o “Tarantula” hizo que el público disfrutara de uno de los shows más especiales del festival. Es cierto que, quizás se nos hizo algo corto, y hubo algunas dudas con respecto a la totalidad del directo.

Nervo… qué decir de uno de los dúos más quemados y comerciales de la música electrónica. No podemos dudar que si, las hermanas hicieron disfrutar a un público afín a su estilo; pero para los veteranos, ya cansa. Lo más destacable quizás fue la presencia de fuegos artificiales en su sesión, los cuales sólo, repetimos, sólo se lanzaron durante su show. Curiosidades.

Yves V fue más de lo mismo; una sesión comercial.

Llegaba la novedad. Vini Vici, con el psy trance como máximo estandarte, sorprendió, y mucho.
Un público entregado por completo a este género, que está ganando fama estos últimos meses, disfrutó por completo de la actuación. Una prueba más de que no hay que cerrarse a escuchar cosas nuevas.

Ferry Corsten sirvió de cierre perfecto para el Mainstage; prácticamente la única aparición del trance en Dreambeach.

Lunes 14.
Sin apenas habernos dado cuenta, ya era lunes. La despedida había llegado. Nuestras baterías estaban ya casi agotadas, pero acudimos al recinto con las mismas ganas que el primer día.

El Row estaba listo a nuestra llegada. Vacas, gallinas, escorpiones, bandoleros... El show fue absolutamente bestial. Es cierto que no se alardeó de miles de euros en la construcción del Mainstage como otros festivales vecinos, pero como ya sabemos… Perro ladrador, poco mordedor. El Stage Brugal lució por todo lo alto en su último día. El techno sirvió de banda sonora perfecta para acompañar el escenario principal; artistas como Nastia, Pan-Pot o De La Swing.

Ya sólo quedaba otro escenario este último día; el Pokerstars Dreams Tent.

Los andaluces Mahza -en primer lugar- y tras él Gioser sirvieron de entrada perfecta para este final de festival. Este último ofreció un variado set de bass house y dubstep. Un auténtico placer entrevistarle más tarde y conocer sus sensaciones.
Fant4stik Live nos dió la oportunidad de escuchar un ápice de frenchcore por Villaricos.

Borgore llenó la carpa, como se esperaba. El israelí hizo un set bastante diferente al que recordábamos, hora y media de puro dubstep combinado con algo de big room y bass house, se nota que sabía la clase de público que tenía enfrente. Una sesión comercial, para que engañarnos.

Chase & Status fueron el anticipo perfecto para lo que se venía. Drum n bass en estado puro.

Llegó el rey. Netsky nos brindó una de las mejores sesiones de todo el festival. Una auténtica preciosidad. Evidentemente, el drum n bass protagonizó el set. Pero lo bonito fue que pudimos escuchar temas hasta de future bass, los cuales, pese a ser de un estilo un tanto diferente, no interrumpieron la esencia del show.

“Love Has Gone”, “Rio”, la remezcla de Flume al “You & Me” de Disclosure o “Come Alive” fueron algunos de los himnos con los que el público de Villaricos disfrutó de la magnífica sesión.

El cierre iba llegando. Critical Soundsystem y una polémica actuación de B Jones, tapada por completo por su MC, que incluso llegó a pronunciar alguna que otra frase machista sirvieron de anticipo para un cierre muy esperado.

Tiësto, uno de los djs con mayor caché a día de hoy echó el cierre en Villaricos. La sesión fue comercial -algo esperado-, pero al menos sonó “Adagio For Strings”. Para muchos, vivir ese momento compensó por completo la sesión.

Todo acabó. Atrás quedaron cinco días de ensueño, en los que se mezclaron música, reencuentros, canciones que quedarán en la retina para la posteridad… Dreambeach Fest es un paraíso. Hemos visto a gente llorar con sus canciones favoritas; amistades creadas en minutos gracias al cántico de una canción en común, abrazos, besos, saltos, muchos saltos, y sobre todo, hemos visto a gente feliz. Bendita peregrinación la que cada agosto nos hace a miles, de hecho esta edición, a 175.000 personas inundar Villaricos para acudir a nuestro templo, en el que la música electrónica es nuestro único Dios. Hay lugares y personas con las que uno se siente como en casa, actúa como si estuviera en casa, y tiene de todo menos preocupaciones. Hay quien va de festival buscando esto, despreocuparse unos días pero, ir cada verano a Dreambeach, rodeado de la familia dreamer es más que ir de festival, es una sensación única que solo consiguen muy pocos lugares en el mundo.

Respecto a la organización; buena seguridad, aunque si es cierto que la entradas y salida no eran del tamaño que debían. La ejecución para solucionar los problemas en el camping tras la tormenta fue la correcta, aunque quizás pudieron estar más preparados. En la zona de prensa todo fue genial. El sonido entre escenarios no se solapaba. Quizás el punto más negro fue el único punto de agua y los charcos que se generaron en torno a este. Una pena lo ocurrido en torno a Project One, esperamos que el año que viene se compense. En la piscina faltaron cabezas de cartel. El público iba más para refrescarse que para realmente disfrutar de las actuaciones; pones a Carl Cox allí una hora y tienes que abrir una piscina olímpica.

En general, bastante bien, para lo que nos tienen acostumbrado los festivales en España.

Gracias Dreambeach y gracias a la familia dreamer por hacernos sentir, una vez más, como en casa. Cinco puntos de vista diferentes han creado esta crónica en conjunto en este quinto aniversario. Gustos musicales diferentes, camping, piso… En definitiva, una vista polivalente de lo que ha sido esta quinta edición tan esperada. Sin más dilación, y por supuesto, sin duda alguna… ¡Nos vemos el año que viene!

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