Con una trayectoria de temas que danzaron siempre alrededor de su característico punk macarra, Fer se pone melancólico y experimenta con el reggae
Redacción por Reyes Silva (Instagram / X)
En un mundo plagado de sobreinformación, pastiche y nostalgia, donde parece que todos conocen todo, los filmes coming-of-age llevan un tiempo estando en auge. Quien haya visto la grandiosa e infinita oda a la adolescencia noventera, Las Ventajas de Ser un Marginado, sabrá que Charlie tenía un hobby bastante común, le hacía mixtapes a su amiga/crush (Sam): “I made her a playlist so she will know how I feel.”
Asimismo, Fer (Futuro Alcalde) es el Charlie de esta historia, pues, en lugar de usar los casetes, se decide por “pintar un nombre en un cd,” transmitiendo, posiblemente, todo lo que siente y le recuerda a los momentos vividos con esa persona incierta, y es que “el dolor se supera, pero algo siempre queda.”
‘Pinto tu nombre…’ fue concebida en el “Náutico de San Vicente,” mítico establecimiento de referencia indie en España, como una colaboración con otros artistas, siendo French Riviera la participación inicial y Carlangas la producción (extremadamente notorio, para ser sinceros). La nueva ola de Futuro Alcalde nace de esa ambición desgarrada de salir de la zona de confort y probar algo más delicado y relajado, mucho menos punk gamberro como a lo que nos tiene acostumbrados. El mismo artista declaró: “Es la canción más triste y bonita que he escrito en mi vida.”
Si hay algo principalmente notorio de Futuro Alcalde es esa voz nasal altamente pegadiza e imitable, para gritar a pleno pulmón (escúchate ‘Me jodiste el orgullo’ y entenderás de qué hablo), me recuerda bastante a lo que se decía de la de Diego Ibáñez (Carolina Durante) cuando salió el archiconocido ‘Cayetano:’ “Canta en mayúsculas.”
En este nuevo tema nos enseña una suma de rimas pegadizas y naturales, despreocupadas, sin miedo a mojarse con sus declaraciones: “Si tú lo cuentas, yo también”. Observamos una narración atormentada sobre un amor que “a veces no siempre es bonito,” acompañada de unos ritmos con tintes reggae e instrumentos de viento con un toque jazzístico, moldeando con éxito y dotando de identidad a esta nueva historia de desamor. Más bien, quizás estamos ante un posible caso de las comunes (y desgraciadamente universales) situationships, esas relaciones que terminan antes de empezar debido a orgullos, traumas no resueltos y miedo, mucho miedo, además de la carente responsabilidad afectiva. Esto todo se entrevé en las expectativas diluidas en los estribillos: “¿Y ahora qué? Menudo breakdown el de ayer”; sumado al duro golpe que atesta ese “Solo sé que cuando estás conmigo nunca estás conmigo.”
En fin, ahora que el santiagués empieza a liberar sus sombras, ¿qué será lo siguiente?
Nos esperamos un posible futuro EP como mínimo pues, después de la frenética rave de ‘Personajes’ (con un efusivo Grande Amore y los galácticos Galician Army) y la apática ‘NO AGUANTO,’ creemos que ya van siendo horas de que nuestro querido alcalde desempolve todas esas propuestas que se guarda para el futuro (y se deje de alimentar el hype con puntitos suspensivos y declaraciones curiosas en Spotify como “Para el amor de tu vida.”).