La laureada marca danesa nos ha dejado disfrutar durante unos días dos de sus productos de más alta gama. La experiencia ha valido la pena.
¡Qué pasa cavernícolas! Hoy es un día especial porque no son muchas las ocasiones en las que podemos hablaros de un producto tras haberlo tenido en nuestras manos, exprimirlo y buscarle todas sus virtudes y defectos.
Se trata del TMA-2 Studio y TMA-2 Studio XE –la versión ligera, por así decirlo– de AIAIAI. La gama con el sonido más plano y detallado de la marca y que ellos mismos incluyen en una categoría para creadores compartiendo espacio con la configuración dedicada a los DJs.
No es la primera –ni la última– vez que AIAIAI visita la cueva, y es que ya hablamos sobre ellos coincidiendo con el lanzamiento de sus cascos fabricados con vinilo reciclado en colaboración con el sello discográfico Ninja Tunes. La joven –fundada en 2006– empresa danesa ha recorrido un largo camino en el que varias premisas han sido claves, como la sostenibilidad y la calidad premium de sus productos.
En Loud Cave hemos tenido la gran suerte de tener un contacto estrecho con ellos y poder probar estas dos unidades mencionadas anteriormente en la tierra natal de AIAIAI, Dinamarca.
Estos TMA-2 Studio y Studio XE comparten ciertas características y difieren en otras, pero en general se mantienen dentro del mismo contexto; una calidad de audio altamente detallada y un diseño enfocado a la comodidad y la estimulación del proceso creativo para los usuarios.
Acorde al diseño modular de estos cascos nos topamos con dos modelos que, pese a tener solo un –sin contar el cable– solo componente –o módulo– en común, son bastante parecidos. Y esto se debe a que comparten la misma unidad de altavoz, el S05MKII de 40mm. Su diafragma resulta cuanto menos innovador dado a su material, una bio-celulosa orgánica que además de sus excelentes propiedades acústicas es biodegradable y totalmente renovable.
El resto de módulos son distintos en las dos unidades. Por un lado, en el TMA-2 Studio tenemos almohadillas E08 del material Alcantara®, mientras que en el XE son las E04 de cuero sintético (o de poliuretano), ambas circumaurales –over-ear en inglés–. Por aquí podéis encontrar algo de información más detallada sobre estos materiales. La diadema también es distinta, encontrando la H04 (robusta, alto confort, espuma viscoelástica o de memoria y relleno de microfibra) en el TMA-2 Studio y la H01 (de policarbonato, algo más fina y ligera, con relleno de espuma de poliuretano) en el XE. Aquí podéis encontrar más información sobre todos los módulos así como crear vuestro propio TMA-2 personalizado.
Toda esta teoría está genial y sería lo que os contaríamos en una reseña habitual. En esta ocasión queremos contaros la experiencia completa, desde el desempaquetado, hasta el montaje, primeras sensaciones, troubleshooting –problemas/soluciones– y nuestra opinión sobre un producto que hemos podido disfrutar en primera persona.
El principio de nuestra aventura con los TMA-2 Studio y Studio XE comenzó cuando nos llegó el paquete que contenía los dos modelos, cuidadosamente protegidos y donde el equipo de AIAIAI nos había incluido una dedicatoria especial.
Como bien hemos podido saber de primera mano en nuestras conversaciones con AIAIAI, pese a todo su esfuerzo por reducir la huella de carbono en el proceso de fabricación de sus productos, el packaging seguía siendo uno de sus principales problemas en este aspecto, debido al aluminio y los materiales LDPE (low density polyethylene). Un problema con el que se pusieron manos a la obra en 2019 y que en el verano de 2020 se resolvió con el lanzamiento de un nuevo packaging hecho totalmente de materiales reciclados, además de un tamaño optimizado, más pequeño y ligero. La huella de carbono se redujo hasta un 80%.
Y este es el packaging que nos encontramos al abrir el paquete. Unas cajas con un diseño minimalista –en la línea del tan aclamado diseño escandinavo– que contenían los elementos justos y necesarios. Cada módulo viene contenido en un recipiente de plástico negro fino, con la descripción del propio componente.
El que AIAIAI use un sistema modular significa que el producto final viene repartido en varias piezas. El ensamblaje es realmente sencillo y en la caja podemos encontrar instrucciones para el mismo. Las almohadillas encajan en los altavoces, éstos se deslizan suavemente sobre la diadema y voilà, faltaría conectar el cable y listo. Puede parecer algo tedioso, pero es algo diferente y como toma de contacto con tus nuevos cascos, es fantástica.
AIAIAI hace mucho hincapié en sus materiales y sus características, y esto es algo que también se puede sentir tal y como pones tus manos en los TMA-2. El tacto es muy fino, se percibe la calidad en los materiales, especialmente en las almohadillas –ambas– y la diadema es a prueba de bombas. No es que hayamos intentado romperla, pero si que la hemos puesto… un poco contra las cuerdas, y ni rastro de haberlo sufrido.
Ambos productos son bastantes cómodos, y si que es cierto que las almohadillas del material Alcantara® se sienten muy muy premium. Pero por el otro lado, la ligereza de la versión XE con sus 190g –de los más, sino el que más ligero del mercado– frente a los 280 de la versión Studio estándar son una genial opción para esos usuarios que se pasan el día de un lugar a otro.
En cuanto al sonido, más de lo mismo. La unidad del altavoz hace justicia al resto de componentes y al producto en general. Un usuario común diría que suenan genial, pero alguien acostumbrado a sentarse en el estudio o a trabajar con música puede apreciar un sonido detallado y balanceado en todas las frecuencias incluso a altos volúmenes, donde apenas hemos podido apreciar ninguna distorsión armónica, en parte gracias a ese diafragma de bio-celulosa tan cuidadosamente confeccionado. Altavoces que en combinación con ambas almohadillas ofrecen una relación sonido-comodidad excelente.
Cada unidad incluye también un cable grueso y una funda ligera protectora para el polvo y los arañazos. El cable no es uno cualquiera, y es que éste, además de medir 1.5m y ser extensible –tiene una pequeña sección enrollada– hasta 3.2m, incluye un adaptador integrado de jack (1/4”) a mini jack (1/8”) y una conexión tipo bayoneta en el otro extremo. El adaptador va roscado, por lo que podremos usarlo o no a nuestro antojo, mientras el otro extremo –mini jack 1/8”– se bloquea al conectarlo y girarlo 45º, haciendo imposible que podamos desconectar el cable accidentalmente.
Hasta aquí todo lo bueno, pero no sería justo despedirnos sin comentar algunos puntos que nos parecieron… menos buenos. En primer lugar, durante el montaje hicimos caso omiso al código de colores que incluyen los altavoces y la diadema, el resultado fue solo podíamos escuchar sonido a través del altavoz que teníamos conectado al cable. Obviamente fue un error nuestro y lo solucionamos rápido, pero el hecho de que el altavoz se pueda conectar por ambos lados nos hizo pensar que funcionaría en ambas situaciones. No fue el caso.
En segundo lugar, otro detalle respecto a los altavoces. Tanto los cables para conectar éstos a la diadema como el otro cable presentan el cierre tipo bayoneta, pero en los altavoces solo hay una conexión en bayoneta en uno de los dos extremos, concretamente el opuesto a la conexión con la diadema, por lo que técnicamente –aunque físicamente es casi imposible– el altavoz se podría desconectar de la diadema con un simple tirón.
Por último, el cable. Por regla general, cuanto más –largo– mejor. En nuestro caso no ha sido del todo así. Con esto no queremos decir que el cable sea malo, ni mucho menos, pero esos 1.5m extensibles han propiciado que se nos enrede el cable en múltiples ocasiones. Tanto en el estudio como en la cabina, hemos sentido que quizas unos centímetros menos de cable nos habrían hecho la vida un poco más fácil. Además, hemos experimentado algún que otro fallo con la conexión en bayoneta que, en algunos momentos simplemente no ha funcionado. Problema fácilmente solucionable, ya que AIAIAI también dispone de una versión Bluetooth.
Por suerte pudimos comunicarle todo esto al equipo de AIAIAI y nos dijeron que estaban al tanto de estos problemas. La conexión en bayoneta está siendo revisada y no debería presentar ningún problema de ahora en adelante. El resto del feedback también ha sido apuntado, junto al de otros usuarios para realizar mejoras en el futuro, según nos comentaban.
Algo que nos ha gustado bastante es la atención de AIAIAI con respecto a estos pequeños problemas. Y es que en una de nuestras reuniones nos comentaban como cada comentario en redes sociales, emails o similares circulan por sus foros internos y pasaban directos al equipo correspondiente para asegurarse de que toda la retroalimentación de los usuarios sea tenida en cuenta.
Llegados a este punto nos toca lanzar unas últimas palabras, una valoración. Teníamos altas expectativas sobre los productos de AIAIAI y sin duda se han cumplido. Los cascos lucían genial en fotos, vídeos y en su web pero ha sido ahora que los hemos tenido en nuestras manos cuando os podemos decir que definitivamente merecen la pena la inversión.
Puede que parezcan un poco caros a primera vista –unos 230€ la versión Studio estándar y unos 175€ la XE–, pero su diseño modular está pensado para que solo tengamos que comprar un set completo e irlo actualizando a nuestro gusto cuando se lancen nuevas actualizaciones o sintamos que alguna parte necesita un recambio, sin tener que adquirir una unidad completa nueva. El sonido es fantástico, el diseño simple, minimalista, elegante y sobre todo cómodo, los materiales son duraderos y, además, las emisiones de carbono durante todo el proceso desde la fabricación hasta el envío son mínimas. A nosotros no nos hace falta nada más.
Y por si fuera poco, os vamos a dar la posibilidad de que ganéis un TMA-2 Studio XE… ¡Por la cara! Totalmente gratis y solo dando un par de clics. Os dejamos un enlace al sorteo en nuestro perfil de Facebook. ¡Mucha suerte a todos!
