La música es uno de los puntos claves para estimular nuestro cerebro, pero ¿qué nos dicen las investigaciones más recientes?
El mundo de la música es un campo tan amplio que no sabríamos delimitar sus lindes. Está muy a la orden del día las investigaciones con un elemento tan simple, pero a la vez complejo, como es la música. Mediante la musicoterapia somos capaces de levantar nuestro ánimo, abrir nuestra mente para trasladarnos a un mundo paralelo e incluso ayuda a hacer más llevaderas las enfermedades. Es una ciencia que está en auge y tiene muchos efectos beneficiosos para el organismo. Si quieres profundizar en ello, os invitamos a leer nuestro artículo sobre musicoterapia en este enlace.
Hace escasamente unos días, las redes sociales se hicieron eco de una investigación que se ha llevado a cabo en Gran Canaria a cerca de la música como estimulante. Una investigación con mucho mérito y creatividad. En ella se han comprobado cómo puede llegar a funcionar la música en las distintas regiones cerebrales. Ha tenido una gran repercusión mediática ya que comparaba dos de los estilos más actuales frente a la música clásica. En este caso, reggaeton y la electrónica. La conclusión de esta investigación es, en definitiva, que el reggaeton tiene un factor estimulante en el cerebro mayor al de cualquier otro estilo. El equipo investigador afirma que esto es debido a la composición de las canciones, el ritmo repetitivo de las bases y las vocales. Puedes leer más detalles haciendo clic en este enlace.
Dicho esto, hay que tener cautela. Este estudio contaba con la participación de tan solo 28 personas, por lo que la muestra no es demasiado grande como para extraer unos datos enormemente concluyentes. Los amantes de este género urbano estarán felices por ello, pero hay muchos factores que hay que tener en cuenta. Por ejemplo la geografía. Gran Canaria es uno de los puntos más relevantes en música latina que hay en España. Esto puede suponer que sea el género más escuchado entre los participantes del estudio. Por lo que el cerebro tiene la capacidad de adaptarse y reconocer como “familiar” el sonido que se está escuchando. Este hecho es posible a las frecuencias y ritmos con las que están producidos los temas de cada género musical.
Seguidamente nos podemos hacer una pregunta al respecto. ¿Llegaríamos a la misma conclusión del estudio si la investigación se desarrollase en una región del mundo donde no sea común el escuchar reggaeton? Sería una propuesta muy interesante. Esto nos abriría puertas a los que somos unos amantes de la música. En especial, a los que trabajamos con ella mediante la musicoterapia.
Conociendo como funciona nuestra mente, podemos ayudar a nuestro cuerpo a reconducir nuestras emociones. La música es un gran aliado nuestro. Sobre todo para nuestra salud mental. Aún hay mucho recorrido por hacer en este campo tan amplio de la investigación con la música. Desde luego que cada día salen más avances, por suerte para todos. Pero muchas veces los proyectos se quedan en el tintero por problemas de financiación o por no ser muy atractivos para los inversores. Es una triste realidad. Si no tuviéramos en muchos casos esos problemas, muchos enigmas quedarían resueltos. La participación elevada de un número de personas en los estudios, hacen más impactantes las investigaciones. Por lo tanto, llegaríamos a conclusiones más certeras.
¿Es realmente el reggaeton la música más estimulante para nuestra mente? ¿O es la electrónica? ¿el rock o la clásica?… Así podríamos ir nombrando cada uno de los estilos en los amplios abanicos donde están englobados. Pero me surge unas últimas preguntas. ¿Y si no hay un estilo que nos defina un alto grado de estimulación mental? ¿Y si esa estimulación más bien se consigue por los gustos personales y por lo que estamos acostumbrados a escuchar? ¿Escuchamos un mismo estilo musical porque nos hace sentir bien y nos gusta? Quien sabe si algún día podamos descubrirlo. Lo mismo la respuesta está más cerca de lo que pensamos.
Sueñen. Piensen. Cuestiónense. Disfruten de la música. De su artista favorito. Sin importar el estilo ni el quién ni cuando. Sed felices.