Netsky no ha vuelto, ha sabido reinventarse y afianzar por completo su sonido. El belga ha condensado en su último álbum todos los conocimientos adquiridos estos últimos años en su viaje por el panorama electrónico.

Estamos ante un álbum muy esperado, sin lugar a dudas. Desde que se anunció “Second Nature” su público más oldschool reventó de júbilo. El antiguo Netsky, ese fiel al drum n bass más melódico y puro, parecía volver a casa. Un álbum lanzado por Hospital Records tenía que ser afín a su género insignia, alejado de los cortes ciertamente mainstream que le habían acompañado estos últimos años.

Pues bien, Netsky es la prueba de que hay que dejar a los artistas seguir su propio camino. Este álbum es una maravilla, y lo es gracias a que el productor ha fusionado su esencia más antigua con todo lo experimentado estos últimos años. A nivel de calidad y sonido, la mejora es considerable. Es verdaderamente mágico observar como un artista puede nutrirse de tantas vertientes musicales a la hora de crear su sonido. “Second Nature” es la prueba fehaciente de ello.

A lo largo de estas dieciocho canciones descubriréis al Netsky más melódico y sentimental, el clásico artista que triunfaba pegado a su liquid drum n bass, aunque siempre con sus importantes matices. Pero no sólo eso; en “Second Nature” apreciaréis también la faceta más canalla y experimental del artista, el cual se deja llevar por el artista con el que colabora y logra unir dos marcas diferentes en un sonido ejemplar.

Adentrándonos en el análisis, podemos disfrutar del Netsky más clásico en cortes como “Hold On”, “Let Me Hold You” o “Free”, una de las obras magnas de este gran álbum. Las vocales marcan la diferencia, pero el ambiente sobre el cual toman forma es verdaderamente mágico.

Nuestro productor belga se ha caracterizado siempre por dotar a sus temas de un mayor ápice de energía. Sobre la base de temas melódicos, vocales y sentimentales, despuntaban sonidos más enérgicos en los drops. Cortes que ni se asemejan al liquid ni al drum n bass más estándar. Como no, el productor no olvida su esencia, enseñándonos esta faceta tan agradable en piezas como “I See The Future In Your Eyes” o “Destiny”. Con respecto a este último, estamos ante la prueba de que Netsky ha sido un productor camaleónico en su álbum. “Destiny” es una colaboración con Sub Focus, aunque no había dudas de ello… Los dos han puesto los estandartes de su sonido para crear una canción con mucho ritmo.

Pero para nosotros, la faceta que más ha brillado en este álbum es la experimental. Nos hemos quedado boquiabiertos cuando hemos disfrutado de la cantidad de recursos musicales presentes en algunas piezas del álbum. Un puzzle de mil piezas construido a la perfección sin fisuras ni tardanzas.

Si por un lado es capaz de recordarnos al mítico “Around The World” de Daft Punk con los efectos vocales de “Don’t Care What People Say”, por otro es capaz de situarnos en un local de copas de EEUU de los años 90 con “Everybody Loves The Sunshine”. Mucha, mucha clase. Ni mucho menos eso es todo, prueben a ver qué encuentran en “Float”. Se saca de la manga un sintetizador con sonidos de flautas y nos hace un tema hecho por y para la pista de baile con un primer drop de trap y un segundo drop de drum n bass. ¿Qué más se puede pedir?

Ese lado experimental ha adquirido múltiples vertientes, prueba de que este chico es capaz de sorprendernos con cualquier cosa. Ejemplo de ello es por ejemplo la colaboración con Darren Styles, “Look At Me Go”, la cual rompe por completo con la estética planteada en líneas generales en el álbum. Por supuesto esto no es un punto negativo, todo lo contrario. No estamos ante una canción de psytrance, pero sí es cierto que los sonidos nos recuerdan a este estilo. En pleno ecuador de “Second Nature”, una corriente de aire fresco necesaria.

Siguiendo con estos cortes que se alejan por completo de lo que asemejaríamos con el artista, “Blend” junto a Rudimental y Afronaut Zu es otra de las joyas del álbum. Por suerte, ya pudimos disfrutar de él hace unas semanas. Netsky nos demuestra que también sabe como transmitir buen rollo, no sólo sentimientos.

No podíamos cerrar este análisis sin comentar dos piezas totalmente opuestas que nos hacen una clara representación del universo polifacético de Netsky. Por un lado tenemos a “Dreaming Of You” junto a Elias, un track carne de radio perfectamente válido para reventar charts de todo el mundo.

Por otro, un absoluto banger. Sin duda, uno de los mejores cortes de todo el álbum. La colaboración cosechada entre Netsky y Urbandawn se escapa de cualquier calificativo. Una pieza traviesa que juega con nosotros de principio a fin. Si la guitarra del inicio os dejará desconcertados, preparaos para los dos drops que se os acercan. Garra y contundencia en estado puro en el tema más enérgico de “Second Nature”. Si los amantes del drum n bass querían una bomba, aquí la tienen.

Hasta aquí nuestra review de este álbum. Netsky ha logrado contentar a todo su público, incluso a quienes aún no le conocían. El belga nos ha recordado su esencia más antigua y melódica, combinada con temas muy experimentales y otros que siguen la línea del drum n bass pero se distancian de su marca original.

Lo que está claro es que el artista no se aferra a nada ni nadie. Sabe muy bien hacer música, eso está claro. Las colaboraciones de este álbum han sido grandes aciertos, ya que le han permitido sacar de sí registros musicales ocultos hasta el momento. Por nuestra parte, nos encanta el “nuevo” Netsky. Ese que ha sabido entender la situación en la industria actual, reinventándose a la vez que sigue siendo él mismo. “Second Nature” se posiciona como uno de los álbumes del año. ¡Veremos como termina este 2020! Mientras que llega el día, tenéis dieciocho joyas para escuchar en bucle…