Sam Smith no consigue pasar página en “Love Goes”

E n su tercer álbum «Love Goes», Sam Smith llama a sus fantasmas del pasado para atormentar lo que pudo haber sido magnífico

Sam Smith ha estrenado este mismo viernes su tercer álbum de estudio, “Love Goes”. Es su primer disco de ruptura oficial (este trata sobre sus sentimientos sufridos tras dejarlo con su última pareja), y sacarlo ha sido un verdadero vaivén tanto para Sam como nosotros. El año pasado, paralelamente a su “renacimiento” como persona queer, nos estuvo encandilando los oídos con una excitante nueva dirección ejemplificada en sencillos como “How Do You Sleep”, “Dancing With A Stranger” o su versión de “I Feel Love” de Donna Summer remezclada por Disclosure.

Pero lo que ahora ha querido hacer como “Love Goes” iba a ser antes de la pandemia “To Die For”, un LP en el que explotaría su nueva identidad con una línea sonora bailable, disco y funk a la par que elegante y que no dejaba atrás sus dotes vocales. Todas las canciones mencionadas no han sido olvidadas por Sam Smith en “Love Goes”, pero han quedado muy lejos de encauzar y representar al disco al haber sido omitidas o relegadas a una triste cara B del álbum al que decidió dar una vuelta de 180º y retrasarlo a comienzos de este año.

De este disco, Sam menciona que ha sido en el que más ha podido acercarse a un proyecto pop moderno, pero aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Lo cierto es que hay varios atisbos de acercamiento a lo largo del disco que tratan de alejar a ese chico de voz de oro encasquetado en el pop/soul, pero por cada interesante rayo de luz que podemos encontrarnos Sam se pone una piedra en el camino con la que tropezarse que no nos deja olvidarnos de su pasado.

El opener “Young” no peca de simplicidad, pues la manera de concentrar al oyente en un mensaje que resume el contenido del disco es genial. También lo es el hecho de no tener miedo a “manchar” su voz de oro con ecos electrónicos que ayudan a Sam a expresar sus ganas de volver a la despreocupación que tenía años atrás. “Diamonds” es su último single lanzado, una buena canción que se apoya en sintetizadores y guitarras y tiende a ser más upbeat de lo que nos tiene acostumbrados. 

“Another One” simplemente parece un tema descartado de otro de sus álbumes al que han intentado adaptar a este con una atmósfera más electrónica y orgánica, pero no deja de ser otra de sus baladas en la que el piano se entromete como espina dorsal de la canción. Tras esta llega “My Oasis” junto a Burna Boy, otra *suspiro* balada que sin embargo es bien recibida gracias a que los elementos que incluye se conjugan muy bien para crear la atmósfera orgánica y respirada que pretende, alejándose de los típicos medio-tiempos de piano de cola y violines a los que nos tiene acostumbrados.

“So Serious” es una canción en la que Sam Smith no sabemos muy bien lo que ha pretendido, pero se disuelve totalmente en la mezcla del disco quedándose como un corte de pop electrónico sin nada que destacar. Por suerte, a continuación está “Dance (‘Til You Love Someone Else)”, el único track que puede que haya sobrevivido de la idea inicial que tenía Sam de lanzar. Producido por medio Disclosure (Guy Lawrence) y Two Inch Pulse, este tema presenta un ritmo house, cuerdas disco y post-estribillos de voces partidas y modificadas que realmente sacan a Smith de su línea de chico musicalmente correcto.

Después de la bajona de otras *suspiro triple* tres bonitas baladas a piano dedicadas a su ex-pareja y a sí misme como son “For The Lover That I Lost”, “Breaking Hearts” y “Forgive Myself”, en “Love Goes” junto a Labrinthvemos que lleva este piano a un terreno menos clásico y algo experimental: con arpegios, dificultades vocales, ritmos palpitantes y un ascenso violento a un tumulto de trompetas épicas que parecen ayudar a entender el mensaje que ambxs cantantes llevan repitiendo previamente en la canción. Para finalizar está “Kids Again”, por suerte una de las mejores canciones del disco cuyas guitarras templadas refulgen y, en su conjunto, te hace sentir bien a pesar de que Sam Smith torna las ganas de volver a ser joven expresada al principio del álbum en un realismo de que no podrá volver a ello.

La conclusión de este disco es que sólo en el momento en el que Sam Smith se despoje de todo lo que quiere dejar atrás POR COMPLETO, será el momento de su nueva era. Con este disco sólo podemos apenarnos de que las cosas buenas que incluye no puedan tener el protagonismo suficiente. Ya puedes escuchar a continuación “Love Goes” al completo:

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