Hablamos con ANADIE sobre su nuevo trabajo, la historia detrás de cada canción, su evolución como artista y lo que viene en el horizonte
Por Inma Ortega (TikTok/Instagram)
Tras un viaje emocional que arranca en lo más íntimo y acaba en lo colectivo, ANADIE presenta Amor, bestias y escaleras, un EP que destila sensibilidad, valentía y crecimiento.
Loud Cave: Para comenzar, ¿Cómo estás?
ANADIE: Estoy bien. En un momento de mucho cambio, de mucha turbulencia vital, pero muy ilusionada. Parece que las cosas se van poniendo en su sitio, van encajando.
LC: ¿Qué significa para ti este EP? ¿Qué historia o concepto hay detrás del título?
A: Realmente el título se describe un poco así mismo Amor, bestias y escaleras, porque el EP gira en torno al amor. Nos he bautizado a las personas que lo protagonizamos, como bestia o monstruito de amor. Y escaleras, porque creo que es un sitio arquitectónicamente muy mágico en el que siempre confluyen momentos importantes, por lo menos en mi vida. Pues he dado un primer beso a alguien, donde he discutido, donde he hecho las paces, donde después de fiesta pues me he salido a echarme un piti para despejarme un poco de la noche. No sé, siempre son sitios que guardan mucha magia.
LC: El EP solo tiene una colaboración, Sebastián Cortés. ¿Cómo nació esa conexión y qué aportó él al proyecto?
A: Pues mira, el hecho de tener un tema con Sebas fue porque nos conocimos una noche de fiesta sentados en el salón de una marquesina, y bueno, fue una noche fatídica, una de estas noches que te encuentras a tu ex con otro, tienes una pelea con tu colega, el alcohol te sienta fatal y eres un mal borracho, o sea, todo mal, no? Acabamos los dos pues medio lloriqueando por las cosas de la vida a las tantas de la mañana y creando una conexión. Al final nos empezamos a abrir uno con el otro, a sincerarnos y salió ese vínculo. Y de ese vínculo pues la apetencia de querer hacer algo bonito juntos. Y, de hecho este tema es el único con el que he contado con producción también suya, lo hemos producido entre los dos. Así pues ha enriquecido mucho, mucho el proyecto, no sólo por el nombre de Sebastián Cortés, sino a nivel amistad me ha aportado muchísimas cosas buenas.
LC: En cuanto a la producción, ya me has dicho que al final ha caído sobre tu propio peso menos esta canción, pero si me puedes contar más…¿Cómo fue el proceso en general?
A: Anteriormente había contado con otros productores/as para hacer cositas y tal, también por quitarme un poco de peso, porque al final hacer una canción es una cosa muy laboriosa y que tiene muchos engranajes de la cadena, y entonces encargarte de todo ello es súper extenso. Fue a raíz de la canción de ‘Tequila y flechas’, que es una cumbia, que yo estaba frita por hacer una cumbia y nadie quería producirla conmigo y por más que preguntaba nadie se veía haciendo eso. Y dije yo, pues por mis ovarios que la hago. La produje y dije “hostia, está bacana, está muy chula”, tengo que creer un poquito más en mí, joder. Y, de no encontrar ese apoyo, pues al final acabé encontrando mucha fortaleza y confianza en mí misma.
LC: ¿Cual ha sido la canción más difícil de terminar? ¿Y por qué?
A: Yo creo que la más difícil de terminar ha sido la de ‘Mágico y divino’, que es la segunda del EP, porque surgió de una manera muy especial, muy delicada, puesto que nació como un ejercicio de escritura automática. A mí me encanta escribir, y a veces pues eso, hago ejercicios de este rollo y, lo hice después de dos o tres copitas de vino y bueno, al día siguiente leí lo que había escrito y dije “hostia, me acabo de encontrar con una radiografía de las cosas que yo pues no me cuento, con las cosas que están en la cabeza que nunca le pones palabras pero sabes que te están ahí martilleando” y fue como un regalo. Corriendo cogí el micro del iPhone, le grabé una melodía, una guitarra, tal. ¿Qué pasa? Que era un producto muy bruto, pero muy mágico. Entonces le estuve regrabando las voces 1000 veces, estuve dándole vueltas y nada, y todo para acabar en el punto de partida con esa voz del iPhone grabada y ya está, porque creo que había mucha esencia. Pero sí que tuve ahí la duda de que me prima más en este momento, las formas o la intuición de que esto es algo que realmente guarda una cosa más especial. Y nada, primó la intuición y se quedó así, pero le estuve dando bastantes vueltas.
LC: ¿Hay algún sonido o recurso en el EP que hayas probado por primera vez?
A: Sí, es una cosa que está muy a la orden del día, pero que yo no lo había utilizado tanto. El tema de los chopeos de voz, trocitos de voz y cambiarle la afinación, subirlo, bajarlo…Creo que en casi todas hay chopeos y la verdad es que ha sido una cosa divertida y me ha gustado.
LC: ¿Crees que este EP marca un punto de inflexión en tu carrera?
A: Más que un punto de inflexión yo creo que es una continuación de una carta de presentación, un contrapunto al primer disco, Efectos secundarios de ser un ángel, que es un disco mucho más denso, que tiene unas motivaciones detrás pues un poco más, no oscuras diré, pero sí que se mueve mucho en esa horquilla emocional entre el rencor, la rabia, la incomprensión y, Amor, bestias y escaleras es un EP mucho más luminoso a nivel lírico y más desenfadado a nivel temático. Entonces bueno, un contrapunto, como un type b, una cara b del disco.
LC: Sé que llevas sacando música más o menos desde 2019, ¿Cómo crees que ha cambiado tu sonido desde tus primeras canciones hasta ahora?
A: Desde 2019 subo cositas y tal, pero no fue hasta 2024 con el disco de Efectos secundarios de ser un ángel que me postulo a ser una persona que esté aquí para quedarse. Creo que al principio me influía muchísimo el querer demostrar algo todo el rato, de hacer música urbana, una chavalilla de Málaga, no sé, pero porque también era un poco lo que lo que recibía de fuera, que todo lo que haces da lache hasta que empieza a irte bien y ahora “siempre fuiste la mejor”. Entonces, a día de hoy el hecho de componer, de escribir o mi sonido en general es mucho más íntimo y más terapéutico que demostrativo, que luego a la hora de un concierto soy consciente de que el público hace el 90% del trabajo, el feedback y la comunión que creamos es realmente lo que importa, no lo que yo esté cantando en el escenario, si no la capacidad de conectar que tengo. Y, ahí sí que necesito de ellos igual que ellos me necesitan a mí en ese momento. Pero creo que eso sobre todo, he adquirido mucha seguridad en mí misma. También, he hecho muchísimas canciones y no las he sacado porque al final, para hacer calidad, tienes que hacer cantidad. Entonces tengo ese aprendizaje a la espalda.
LC: La escena musical está en constante movimiento. ¿Dónde te ves dentro de unos años?
A: Me visualizo sacando un trabajo largo. El otro día estaba hablando con un chico y estábamos comentando el hecho de que las canciones cada vez duran menos y es verdad que yo también hago canciones más cortas por mimetizarme con el entorno en el que estoy. Pero tío, me encantaría verme dentro de unos años teniendo la confianza y la solera como para sacar un trabajo largo con canciones que si me quieren durar dos minutos, que me duren dos minutos, pero si quiero hacer una que me dure cuatro y medio, cinco y medio, seis, que me dure lo que tenga que ser. No ser parte de esta rueda de fast food musical, que está guay, mola mucho y yo consumo, pero no sé, quiero intentar dejar de ser parte de la cultura de la inmediatez.
LC: ¿Cuál dirías que ha sido la mayor lección que has aprendido en estos años dentro de la música?
A: Difícil. Hay muchas, muchas putadas… pero cosas súper lindas también. Pero bueno, yo creo que sí tengo que destacar algunas pues hacer las cosas con el corazón, o sea, sé que suena súper NPC (entre risas). Cuando he intentado tramar, en el sentido más positivo de la palabra, alguna estrategia o hacer algo impostado, forzado o intentar generar un acercamiento a gente en concreto al final he acabado mucho más vacía que cuando empecé y, en el momento en el que empecé a ser súper honesta conmigo misma, a rodearme de la gente que realmente quiero y tal pues todo empezó a ir mejor así que pues, desde el corazón, que no tienes que pisar para que no te pisen que no tienes que ser un puto tiburón, que no, que hay gente buena también, obviamente tienes que tener cuidado, pero hay gente buena y puedes ir con el corazón abierto.
LC: Para quitarle un poco de leña al asunto…¿Tienes alguna colaboración soñada?
A: Justamente el EP tiene cinco canciones pero hay una que todavía no ha salido, que es como una canción secreta que ya no es secreta, es con Delgao y sale el día 15 de abril, así que mi colaboración soñada ya es una realidad!
LC: Tienes conciertos programados…¿Qué puede esperar el público de tus shows en vivo?
A: Pues mira yo creo que va a haber sorpresitas. Van a venir tanto Sebastián como Delgao a que nos cantemos los temas, voy a cantar canciones que nunca he tocado en público, algunas de antiguo EP, y bueno las de este EP nunca la he tocado así que va a ser como la puesta de largo. La gente que ha venido alguna vez a mis conciertos ya saben que siempre me gusta hacer como un recorrido muy dinámico entre las canciones más íntimas y la conexión más fina y, luego pues como si fuera una fiesta de fin de curso, una movida muy chula, me gusta siempre ir ahí serpenteando por los estados emocionales posibles y conectar con la gente un montón, interactuar con ellos para mí es cuando realmente la canción está completa, cuando hay ese feedback.
LC: ¿Qué es lo que más disfrutas de tocar en directo?
A: Hay una cosa que me gusta hacer siempre en los conciertos que es prepararme alguna poesía o algo y recitarla allí después de estar a lo mejor en un punto muy álgido, que de pronto sea un momento súper lindo con la gente. También me encanta tocar el tema ‘llorar un milagro’, creo que el punto más guay del concierto y cuando la gente se vuelve más loca y hacen pogos, mola mucho.
LC: Aunque este EP es súper reciente…¿Estás trabajando en nueva música?
A: Pues sí, o sea, tengo cositas. Al final no paro nunca de hacer, pero todavía queda un poquito para que vean la luz, para alimentar otra vez a la bestia.
