Así vivimos el Kappa Futur Festival 2025: tres días de techno, emoción y calor en la 12ª edición del festival más icónico de Turín
Turín volvió a convertirse en capital mundial de la música electrónica con la celebración de la 12ª edición de Kappa Futur Festival, que una vez más superó todas las expectativas. El ya icónico Parco Dora acogió del 4 al 6 de julio a más de 120.000 asistentes llegados de todos los rincones del planeta, batiendo un nuevo récord de asistencia y dejando claro que el evento no deja de crecer.
Con un cartel de vértigo repartido en seis escenarios y más de 120 artistas en escena, la propuesta del festival sigue reafirmándose como una de las más potentes del circuito internacional. Techno, house, melodic y todas sus ramificaciones convivieron durante tres intensas jornadas en un entorno postindustrial que realza cada beat. Además, por segundo año consecutivo, la experiencia Art & Techno agotó todas sus entradas, consolidando esa apuesta del festival por la cultura visual y sensorial como un valor añadido imprescindible.
Viernes 4 de julio
Nuestra aventura en Kappa Futur Festival 2025 comenzaba a las 14:00 con el sol en lo alto y las expectativas por todo lo que estaba por venir. Apenas cruzamos las puertas del Parco Dora, el Solar Stage ya ardía con un set imparable de Fantasm, que no solo levantaba polvo sino también al público entero, entregado desde primera hora. En paralelo, el Futur Stage ofrecía una vibra más melódica con Kettama, demostrando que el festival tiene esa capacidad de cubrir todos los matices del espectro electrónico desde el minuto uno.
La energía seguía escalando con el primer b2b de la jornada en el Solar: Airod b2b Anxhela, una combinación que desató los BPM y puso en marcha la serie de enfrentamientos que marcarían gran parte de la jornada.
Hicimos nuestra primera exploración por el recinto, descubriendo la estructura imponente de Parco Dora. Pasamos por el Futur Stage para ver a Folamour, siempre garantía de buen rollo y carisma, y nos dejamos caer por el Voyager Stage donde Fleur Shore tejía ritmos envolventes. Aprovechamos para recargar fuerzas en la zona de food trucks, donde encontramos desde opciones veganas hasta hamburguesas artesanales, pokes y cocina internacional.
A las 18:00 fuimos directos al esperadísimo set de Adrián Mills b2b BIIA en el Solar. Un set que nos encantó por su mezcla de líneas bouncy con el toque agresivo y oscuro que trajo BIIA: puro desahogo físico y emocional en la pista.
Más tarde seguimos explorando escenarios que aún no habíamos visitado: en el Kosmo Stage, Seth Troxler desplegaba su carisma habitual, mientras que en el Nova, Ogazón b2b Ryan Elliott firmaban un set de vinilos bien medido, con un groove elegante y contundente. Por el Futur Stage, Paco Osuna nos recordaba por qué sigue siendo uno de los grandes nombres del techno.
Uno de los momentos más especiales del día fue sin duda poder subir a la terraza Red Bull, con una vista privilegiada al Voyager Stage. Desde ahí, presenciamos el explosivo set de The Martinez Brothers b2b Dennis Cruz: la energía que se respiraba desde las alturas era simplemente mágica.
A las 20:30, volvimos al Solar para un chute extra de adrenalina con Cloudy b2b Novah, seguido por un Nico Moreno que, como era de esperar, no se anduvo con sutilezas. Cada drop, cada bombo, era pura metralla techno.
Antes del cierre, nos escapamos al Nova para ver el final del b2b entre Adiel y Quest, una propuesta más introspectiva que nos sorprendió para bien. De camino, hicimos parada técnica en Voyager para East End Dubs, un nombre que nunca falla para quienes buscan un viaje melódico con clase.
La noche cerró por todo lo alto: primero con Nina Kraviz en el Voyager, una de las actuaciones más esperadas del viernes, y como broche final, Azyr en el Solar Stage, que llevó la energía a otro nivel con un cierre de los que dejan el cuerpo vibrando y la cabeza en otra dimensión.
Sábado 5 de julio
Volvimos a pisar Parco Dora sobre las 15:00, ya con el cuerpo algo cargado pero el ánimo intacto. Antes de meternos de lleno en la música, aproveché para pasar por el stand de maquillaje y peinado gratuito que ofrecía la zona VIP: un detallazo para quienes llegan con el tiempo justo o simplemente no dominan el arte del glam festivalero. Salí de allí lista para vivir el sábado al más puro estilo Kappa.
Nada más entrar, Jowi ya estaba desatando el caos en el Solar Stage. Su energía era brutal, mezclando éxito tras éxito a un ritmo demoledor. Entre los momentos más memorables, un remix inesperado del clásico «In Another Life» de Katy Perry que hizo estallar a la pista.
El relevo lo tomaron Basswell b2b Onlynumbers, que mantuvieron la intensidad con un set de hardtechno que no dio tregua. Como era de esperar, sonó el ya icónico «Euphoric Night» de Onlynumbers y Lucie Hart, confirmando que está destinado a convertirse en un himno de esta temporada. Sin duda, una perfecta antesala para lo que venía después.
Y es que abandonar el Solar Stage era misión imposible. Barbara Lago b2b Daniela Da Silva subieron a cabina y nos atraparon con una selección exquisita y un control de energía impresionante. Mención aparte para las visuales, que este año se lucieron especialmente en este escenario: vibrantes, hipnóticas y completamente sincronizadas con el ritmo.
Entre un set y otro, hicimos una escapada al Voyager Stage, donde Miss Monique nos regaló un viaje de techno melódico elegante y envolvente, con un juego de luces y visuales que encajaban a la perfección con cada drop. Nos quedamos hasta que Dixon tomó el relevo, bajando un poco las revoluciones pero manteniendo la intensidad emocional con su característico estilo pausado pero envolvente.
Nuestra siguiente parada fue el Nova Stage, donde por fin tachamos un pendiente de la lista: Chris Liebing. Teníamos muchas ganas de verle en directo y la experiencia no defraudó. Set contundente, dinámico y con ese toque old school que solo él sabe dosificar.
De vuelta al Solar Stage, era el turno del b2b entre Skryption y Dexphase, un combo explosivo cargado de hard kicks y temas reconocibles como ‘Club Bizarre' de U96 o «Volvernos a amar» de Lia Kali (Krenon Schranz Edit). La pista no paraba y nosotros tampoco. Tras ellos, Alignment continuó en esta línea con un set oscuro y muy personal, en el que se colaban referencias claras al drum & bass y al hardcore, dándole una capa más compleja al sonido del sábado noche.
Antes del cierre, pasamos por Voyager para ver a Artbat, que volvió a conquistar con ese sonido envolvente y teatral tan suyo. También nos dejamos caer por el Nova para una parte del b2b entre Elli Acula y FJAAK. Aunque la propuesta era ambiciosa, no terminó de cuajar con nosotros.
Para la última hora, la intención era clara: ver parte del esperadísimo b2b entre Solomun y Anyma, pero la marea humana lo hizo inviable. La popularidad de ambos se notaba en cada rincón del escenario Voyager, que ya estaba a reventar mucho antes del inicio del set.
Así que cambiamos de plan y volvimos a nuestro querido Solar Stage, donde Shlømo se encargó del cierre. Su set fue una auténtica sorpresa: oscuro, contundente y lleno de momentos eufóricos que lo catapultaron directo a nuestro top 3 del festival. Nos quedamos hasta el último beat, hasta que las luces de salida nos recordaron que el segundo día ya era historia.
Domingo 6
Arrancamos la recta final del festival con las ganas intactas de aprovechar hasta el último beat. El día comenzó fuerte en el Futur Stage con Sally C, que llenó cada rincón con su house enérgico y contagioso. Su set fue el perfecto warm-up para el plato fuerte de la tarde: Solomun. El DJ bosnio-alemán nos regaló un extended set de tres horas cargado de groove, maestría y conexión con el público. La fluidez entre los temas y su característico estilo elegante convirtieron su actuación en un viaje sonoro que se hizo corto a pesar de la duración.
Mientras tanto, nos acercamos al Voyager Stage, donde Carl Cox tenía a todo el mundo bailando con su habitual carisma y selección cargada de buen rollo. Fue una clase magistral de tech house, con toques festivos que arrancaban sonrisas y hacían imposible quedarse quieto. En paralelo, ØTTA encendía el Solar Stage con una propuesta diametralmente opuesta: techno duro y sin concesiones. Con el sol a plomo y el público entregado, su set fue una descarga de adrenalina que elevó las pulsaciones al máximo.
El único paréntesis inesperado de la jornada vino cuando la organización tuvo que pausar la música por la presencia de una persona subida a una de las torres del Parco Dora. Afortunadamente, la situación se resolvió con eficacia y en menos de media hora todo volvió a la normalidad. La música regresó con fuerza con Oguz en el Solar Stage y Mau P en el Voyager. Oguz ofreció un set contundente, con temas como «ALLEINE» de Brutalismus3000 o su propio «So Alive«, que hicieron vibrar al escenario entero. Tras él, Lilly Palmer tomó el relevo con un set hipnótico y poderoso acompañado de unas visuales impresionantes, reafirmando por qué es una de las figuras más destacadas del techno actual.
En esa misma franja horaria, el cartel se complicaba: Boris Brejcha en el Voyager, Joseph Capriati en el Futur y Enrico Sangiuliano en el Nova, todos pinchando simultáneamente. Como no podíamos decidirnos por uno solo, hicimos un tour express por los tres escenarios. Enrico nos dejó especialmente impactados con una selección que reflejaba perfectamente la ambición de su nuevo álbum: no es solo una obra musical, sino toda una declaración de intenciones, llevada al directo con elegancia y fuerza.
La noche avanzaba y con ella llegaban más cruces imposibles. Nos movimos entre el set de Peggy Gou, que convirtió el Futur Stage en una fiesta colorida de ritmos actuales y vibras veraniegas, y el espectacular b2b entre Adam Beyer y Maceo Plex, que brilló por su dinamismo, originalidad y química sobre el escenario. Por último, volvimos al Voyager para dejarnos atrapar por Charlotte de Witte, que firmó uno de los sets más redondos del festival. Con cortes de su EP «Overdrive» y otros hits, mantuvo la tensión y la energía de principio a fin.
Para el cierre definitivo, Reinier Zonneveld tenía la responsabilidad de despedir el festival en el Solar Stage. Aunque su set fue enérgico, divertido y con más BPM de los habituales en su repertorio, el final se sintió algo abrupto: terminó un par de minutos antes de lo previsto y nos dejó con la sensación de que podía haber sido un cierre más memorable para una edición tan espectacular.
Más allá de lo musical, Kappa Futur Festival ha vuelto a dejar una huella profunda en la ciudad. La edición de 2025 ha reunido a público de más de 150 nacionalidades distintas y ha generado un impacto económico estimado en 25 millones de euros, confirmando su valor cultural, social y económico para Turín. Además, el festival ha seguido expandiendo su universo con una programación de afterparties más extensa que nunca, repartida por distintos clubes de la ciudad, y su colaboración con Apple Music, donde ya pueden escucharse los mixes oficiales de varios artistas que pasaron por esta edición.
Parco Dora nos regaló tres días de unión global a través de los beats, las luces y la euforia colectiva. Kappa Futur Festival no solo ha reafirmado su papel protagonista en el calendario electrónico europeo, sino que ha dejado el listón altísimo para su próxima edición, ya confirmada para los días 3, 4 y 5 de julio de 2026. El techno no descansa, y Kappa tampoco.
