Disciple Recordings estrena un nuevo subsello, Disciple Round Table, con una gran compilación que reúne a los mejores artistas de dubstep del año.
Tras una presentación inesperada y cargada de polémicas -en las que no vamos a entrar en este artículo-, Disciple consigue dar un golpe sobre la mesa -redonda- en la escena del dubstep reuniendo a un más que envidiable elenco de productores que aportan una excelente variedad de estilos al álbum.
Dentro de este equipo podemos encontrar algunos nombres con lo que contábamos desde el principio, como Dubloadz, Oolacile, PhaseOne o INFEKT, así como los fijos del sello -Virtual Riot, Barely Alive, Myro, etcétera-.
También nos topamos con gratísimas sorpresas como la inclusión de grandes bañuartes de otros sellos como Mastadon, Graphyt, Phiso o Aweminus, entre otros.
No obstante, al leer el tracklist completo, nuestra atención se dirigió de inmediato hacia nombres de enorme talento pero no tan habituales en sellos grandes, como son Samplifire, MONXX, Ivory, MurDa o incluso Chibs por partida doble.
Podemos encontrar desde el riddim más puro hasta el dubstep más robótico, pasando incluso por alguna pieza nostálgica. Os proponemos incluso el ejercicio de reproducir el álbum de manera aleatoria y tratar de adivinar el artista sin mirar la pantalla. Seguramente acertaréis la mayoría de las veces, pues si de algo se han preocupado los artistas es de dejar su huella personal en esta importante cita, dejando como resultado una increíble variedad de sonidos a lo largo de cada uno de los 22 temas.
Desde LoudCave recomendamos encarecidamente este álbum para todo aquel que se declare fan del dubstep. No nos tiembla el teclado al escribir que es, con total seguridad, uno de los mejores álbumes de dubstep del año -o incluso el mejor- y una de las compilaciones elegidas con mayor mimo desde que este formato se puso de moda.