No cabe duda que la música es algo que va por etapas. Cada año, cada zona, cada momento, va relacionado con un tipo de estilo musical concreto. Normalmente esto suele ser más subjetivo que objetivo; aunque a menudo, cuando un grupo más extendido se vincula con un género determinado a lo largo de un tiempo establecido, se suele hablar más de movimiento musical. 

Hace un par de años, dentro de la música electrónica, el progressive house junto al big room y el electro house dominaban la industria musical respecto al resto. Hablamos de fama, no de calidad, obviamente. Quizás esto pudo ser porque se comercializó en exceso. 

Gente que desconocía la música electrónica llegó a ella a través de radios, que promocionaban programa tras programa este tipo de canciones. Esto tiene su lado positivo, como todo, ya que una vez que se introdujeron en el mundillo, pudieron investigar sobre otros artistas y géneros, quien sabe si encontrando el estilo de música que siempre habían buscado. Si algo te interesa buscas información sobre ello a toda costa. Por desgracia o fortuna, la mayoría de oyentes siguieron consumiendo ese estilo musical, haciendo que cada vez se extendiera mas por la industria. 

El problema llega cuando uno de tus artistas favoritos cambia su esencia y estilo propio, ese sonido que adoras, que por otra parte derivó al productor a llegar a ser tan conocido. De un día a otro, comienza a producir canciones comerciales, esos temas que mas venden. Este cambio lo podemos apreciar en productores como Alessandro Lindblad, mas conocido como Alesso. El sueco producía progressive house, pero ni de lejos el género comercial. Years, Clash, City of Dreams… auténticos himnos. De repente, y tras pasar por un corto periodo de groove, Alesso comenzó a producir temas que mezclaban pop con electrónica. Progressive house en forma de carne de radio. No conocemos a día de hoy un fan del sueco que se sienta orgulloso de la nueva faceta de este productor. 

Cansados de estos géneros monotemas, cuyas canciones cada vez sonaban más parecidas, hubo un rechazo a estos estilos, por parte de un gran núcleo de la industria musical.

Está claro que hay productores originales en todos los géneros, y que hay muy buenos temas de progressive house y electro house, cuyos productores mantienen su esencia en cada tema, proporcionando la originalidad que caracterizaba previamente dichos géneros.

Ese sector, por otra parte cada vez menor, tiene todo nuestro respeto.

En este 2016, hemos visto como sellos muy conocidos, que amparaban estos géneros, han creado sub géneros de otros estilos. Discográficas como Armada o Spinnin’ Records, han intentado evolucionar a medida que la industria cambiaba; con el puro objetivo de seguir vendiendo y no quedarse atrás en lo que a la música electrónica respecta. 

Un género diferente comenzaba a aparecer en dichas discográficas… una mezcla entre el progressive house y el dubstep, hablando feo y pronto, sin entrar en tecnicismos, para aquellos que desconocen el resto de géneros y obviamente, el future bass.

Conro, Boombox Cartel, Illenium… Productores que a través de remixes a originales de temas cuyo género era el electro house o el progressive house han conseguido tomar un hueco en la industria musical, aportando un aire nuevo, diferente. 

Illenium, uno de los productores del momento, se hizo conocido mundialmente con su remix a “Dont Let Me Down”, de The Chainsmokers, con más de 56 millones de visitas en soundcloud. Una auténtica locura, teniendo en cuenta las estadísticas en cuanto a reproducciones que tenía este productor previamente. 

Otro de los productores tapados que está tomando un hueco en este mundo es k?d, del cual se conoce muy poco. Simplemente a través de sus temas podemos apreciar que es puro talento. Productor de future bass que ya comienza a participar en shows de reconocimiento, entre otros, avalados por Native Instrument. 

San Holo y su sello discográfico, Bitbird, son sin duda alguna, una de esos diamantes ocultos que por desgracia sólo conoce a fondo un sector minoritario de la industria. Este productor se hizo conocido gracias a “We Rise”, uno de sus temas emblemas, a la venta por Monstercat, hace algo más de 1 año, con más de 50 millones de visitas en youtube, y sobre todo, con su remix a “The Next Episode”, un clásico, que tiene ya mas de 2 años y que cuenta ni mas ni menos con 121 millones de visitas. 

Por otro lado, podemos apreciar de manera muy simple como conocidos productores de otros géneros están empezando a vincularse al future bass; bien por el crecimiento y expansión que está viviendo dicho género, o quizás, aunque permíteme dudarlo, por vocación. 

Una de las claves de este género es la aportación simultánea de calma y potencia; un contraste que marca la diferencia. Si disfrutabas los temas de progressive house con un bass potente, disfrutarás este género sin duda alguna.

Cada uno escucha lo que quiere. Una de las cosas buenas que tiene la música es su amplia variedad de géneros, sellos discográficos y autores. Nunca vas a llegar a escuchar los suficientes temas. Miles y miles de joyas se encuentran escondidas, en perfiles de soundcloud, youtube… dispuestas a ser escuchadas, reconocidas. Eso es lo bonito de todo esto; escuchar, compartir y disfrutar.

Sólo esperamos que no suceda lo mismo que ocurrió con el progressive house y el electro house. Que no se sobre-explote, que los productores que adoramos por su originalidad en este género no se dediquen a producir vertientes comerciales.

El talento es algo que se necesita en este mundo, y que por desgracia, escasea. Confiamos en el óptimo desarrollo de la industria musical.
No te encierres en un sólo género; no hables un sólo idioma, no vivas en un sólo lugar. Viaja por el amplio e increíble mundo de la música electrónica.