Nos adentramos en una de la serie de productos más interesantes de la marca alemana para DJs y músicos en general.

¡Muy buenas cavernícolas! De vuelta en el apartado tecnológico de la cueva, ¡y de qué manera!. Hemos podido probar este producto en primera persona y hoy vamos a relataros nuestra experiencia.

Aunque realmente se trata de varios productos, ya que se combinan juntos y llevan el mismo apellido. Éstos son el soporte para instrumentos, el tablero y el soporte para ordenadores portátiles de la gama “Omega”, parte del catálogo de König & Meyer. Al ser la primera vez que hablamos de esta marca en Loud Cave, y suponiendo que no todos la conoceréis, vamos a introducirla brevemente.

König & Meyer –K&M de ahora en adelante– es una marca de origen alemán cuya industria principal es el equipamiento musical. Más concretamente soportes, ya sea para instrumentos, micrófonos, altavoces, iluminación, etc. Una compañía con más de 70 años de historia que les ha llevado a tener una línea de productos de calidad, producidos casi al 100% en sus instalaciones en Wertheim, Alemania. La empresa ha sido galardonada en distinas ocasiones por su compromiso con el medio ambiente, el diseño de sus productos y el control de la calidad en los mismos. Tras esta breve presentación, nos toca introducirnos de lleno en estos productos que hemos tenido el placer de poner a prueba.

Esta gama “Omega” incluye una amplía gama de colores para una serie de productos que oscilan en torno a una estructura de soporte, ya sea para instrumentos como un teclado o un controlador DJ –haciendo uso de un tablero adicional–, entre muchos otros. En nuestro caso recibimos 3 productos distintos, cuyos códigos corresponden con los que podemos encontrar en la web de K&M como 18820, 18803 y 18815. Siendo los dos primeros la estructura y tablero mencionados anteriormente, mientras que el tercero es un soporte para ordenadores portátiles cuyo diseño coincide con el resto.

Empecemos por el unboxing. Algunos ya lo habréis pensado… el paquete es un tanto voluminoso. Pero el problema se reduce al sacarlo todo de las cajas, ya que el producto está pensado para ser compacto –con relación a su tamaño– una vez plegado –su configuración de transporte–. Cajas aparte, el montaje no es nada que debiera suponer un reto, aunque si somos sinceros nosotros decidimos no hacer uso del manual de instrucciones y si, salió mal. Tuvimos que comenzar de nuevo, esta vez con el manual, y ahí fue cuando nos dimos cuenta que era cuestión de atornillar varias piezas juntas, prestar atención a las ilustraciones… y poco más.

Este soporte de la gama “Omega” incluye una estructura en forma de U invertida que soporta dos configuraciones posibles: con o sin tablero. En ambos casos contamos con una estructura metálica construida en perfiles de acero que le brindan una estabilidad y rigidez sin duda alguna superior a los clásicos soportes en forma de X. Además, el hecho de contar con este tipo de estructura significa que la altura es regulable, donde las patas se deslizan sobre sí mismas como si se trataran de un telescopio.

La configuración por defecto es sin tablero, pero dado que nuestra intención era usar el soporte como una mesa plegable para DJing, saltamos directamente a la otra configuración. Ésta incluye un tablero de fibra de madera (MDF en inglés) con un acabo visual en fibra de carbono cuyas medidas son de 450x1100mm y en torno a los 15mm de espesor. Capaz de soportar hasta 30kg esta superficie –que además cuenta con un mecanismo de montaje rápido –resultó funcionar a las mil maravillas para nuestro equipo de DJing.

Y con esto nos referimos a que es una gran opción para setups móviles con controladores DJ de casi cualquier tamaño. En nuestro caso, el DDJ-1000 de Pioneer deja bastante espacio en los laterales para equipo adicional. Pese a que no hemos probado el clásico conjunto CDJ + mezclador, no creemos que sea recomendable, ya que estos ocupan y pesan bastante más.

Siendo sinceros, el soporte para portátiles no nos ha entusiasmado, pero como todo tiene puntos positivos y negativos. El positivo es, de nuevo, la rigidez de su estructura. Éste va montado en cualquiera de las dos patas y atornillado a presión a las mismas, por lo que no ocupa espacio en la mesa y su posición puede ser ajustada. La parte no tan buena es la superficie donde se apoya el portátil, ya que la mayoría de usuarios –donde nos incluimos– tiende a inclinar ésta hacia delante y, dado que la superficie es completamente metálica y no dispone de ningún límite físico, el portátil se deslizaba por ella libremente.

Cabe decir que esto se podría solucionar disponiendo dicha superficie completamente horizontal, pero tampoco creemos que suponga mucho para el proceso de fabricación doblar la chapa en uno de los extremos o añadir algún tipo de pestaña o accesorio de goma para evitar este problema.

No es la primera mesa de este estilo en la que ponemos nuestras manos, y probablemente tampoco sea la última. En líneas generales hemos quedado bastante satisfechos con esta gama de productos “Omega” de K&M. La marca nos transmitió profesionalidad desde un principio y tanto la comunicación con ellos como la calidad de sus productos les avalan.

En cuanto a opiniones, como ya sabéis, cada uno tiene la suya. La nuestra es positiva, aún a sabiendas de que, probablemente, usemos esta mesa-soporte en un setup para DJing fijo. Principalmente porque este soporte de la gama “Omega” se asemeja bastante a un escritorio y, por ende, le hemos dado también ese uso durante nuestros momentos de producción musical. Cada uno encontrará su uso ideal, y para nosotros ese ha sido en casa, como superficie de trabajo ajustable de gran calidad y estabilidad mecánica.

Como siempre, nos habremos dejado algo en el tintero, y ahí es donde entráis vosotros. Os esperamos en nuestras redes sociales para responder a las preguntas adicionales o curiosidades que tengáis sobre estos tres productos (estructura, tablero y soporte para pc) que hemos tenido hoy en la cueva. Y no nos queremos despedir sin dar las gracias a Konig & Meyer por cedernos los mismos para esta reseña. Sin más dilación, nos despedimos. ¡Hasta la próxima!