La industria musical, aquella que nació, creció y se desarrolló gracias al uso de vinilo, está de enhorabuena. Parece ser que ha llegado el momento de valorar lo oldschool.
No podemos negar el desarrollo de la música en esta década con la implementación del mp3. La música se convirtió en un medio más accesible, aunque, como consecuencia, más fácil de ser pirateada. Las discográficas de todo el mundo vieron como la industria del vinilo caía en picado. Sólo se registraban pérdidas y más perdidas. Llegó el mp3, la implantación de la música en los móviles, el simple acceso desde el ordenador… y con todo ello llegaron las plataformas de venta digital.
Por primera vez desde que el vinilo se vio superado por las ventas digitales, se han registrado más ventas de vinilos que de pistas digitales. Concretamente, en Gran Bretaña, en la cual la pasada semana, se registraron 3.03 millones de dólares respecto a la compra de vinilos, mientras que se recaudó 2.64 millones de dólares en pistas digitales.
No sabemos realmente la causa de esto, pero parece ser que la gente está revalorizando el uso de los vinilos. Vinilos que se conservan de generación en generación, que pasan de abuelos a hijos… Es un auténtico placer ver como se aprecia lo antiguo, aquello con lo cual esta industria creció.
Mirar al pasado y ver de dónde venimos es, sin duda, la mejor decisión.