Con un estilo aparentemente despreocupado pero en realidad perfectamente orquestado, Ashnikko se presenta a la audiencia con «DEMIDEVIL», su primer álbum de estudio
La americana Ashnikko ha gozado de una muy bien organizada estrategia hasta el día de hoy. Resguardada desde sus inicios por Warner Music y ahora una de sus filiales Parlophone, el talento de la joven de 24 años desde luego no ha sido desaprovechado. Nos preguntamos sin embargo, si la perfectamente organizada campaña de marketing de la artista ha sido la más acertada o solo han querido pintarnos un cuadro bonito. Y es que desde sus primeros sencillos pasando por su EP de 2019 “Hi, It’s Me” y llegando a su recién estrenado “DEMIDEVIL”, aquello que ha pretendido reflejar la americana ha sido demasiado cristalina.
Las capacidades de Ashnikko son innegables. Su voz es muy limpia y su tono muy personal. La chica es un todoterreno: canta muy bien, rapea con mucha dignidad y en sus clips se defiende con divertidas coreografías. La imagen que refleja en sus vídeos se encuentra con la de Harley Queen, sus portadas parecen inspirarse en las obras de Tim Burton mientras que en su estilo, extraño de etiquetar, parece reflejar todas estas personalidades con un cóctel de pop juglaresco conectado a su vez a vertientes urbanas y rock.
Los primeros segundos de “DEMIDEVIL” comienzan de una manera abrupta, como si se tratara de un payaso rasgando una lona. “Daisy” es el mayor éxito de Ashnikko y ha decidido utilizarlo no solo con su versión más electrónica con Hatsune Miku, sino a modo de opener para subir el listón desde el principio. Aquí, las melodías orientales y destartaladas se emparejan con las bases de serpiente de cascabel posicionándose en una línea entre lo comercial y lo alternativo.
Esta línea de canciones pop/urbanas destaca especialmente en la primera mitad de “DEMIDEVIL”, en la que se encuentran además dos colaboraciones muy interesantes. “Deal With It”, al contrario que la primeramente mencionada, es el último single en el que Ashnikko con potencial de hit “samplea” a Kelis y se conecta por un hilo de percusión metálica. En su llamativo vídeo la cantante nos hace viajar a La Perla Negra con coreografías de piratas y la intervención del mismo kraken. Mientras tanto, en “Slumber Party” se alía con Princess Nokia, quien el pasado año adoptó también una actitud de “chalada” en su mixtape “Everything Sucks”, y logra junto a ella una gran conexión.
En este disco se pueden encontrar temas que no se parecen a los anteriores pero que llaman mucho la atención. “L8r Boi” es una divertida cover del “Sk8ter Boi” de Avril Lavigne en la que cambia el punk original por su género personal. “Cry” es un híbrido de punk, pop y el experimentalismo de Grimes, artista a la que enlapa en esta canción. Se trata de una canción que representa el momento en el que ya no sientes pena por esa persona, y sólo quieres que sufra dolor. El closer “Clitoris! The Musical” es otro inteligente corte en el que apoyándose en un piano teatral se queja de que nadie encuentra su punto G con comparaciones tan divertidas como el de una pinza de los recreativos que nunca atina.
El problema que se le percibe a Ashnikko es que parece agobiada por presentar su versatilidad de una manera agotadora, cantando y rapeando en casi todos sus cortes y sobrecargando sus vídeos de extravagancia. Igual es por la presión igual porque está en su contrato, o simplemente quiere que esto la defina. Sin embargo, Ashnikko a su vez a dejado claro que tiene un diamante en bruto con el que podrá tomar la dirección que quiera en el futuro, la cual seguro será fascinante. Ya puedes escuchar “DEMIDEVIL”, el álbum debut de la americana, al completo pinchando a continuación: