La cantante catalana explora en este EP de 7 canciones su proceso de cambio y aprendizaje con producciones modernas y bailables
Para la Grecia clásica, METANOIA “denota una situación en que en un trayecto ha tenido que volverse del camino en que se andaba y tomar otra dirección, también retóricamente utilizado para retractarse de alguna afirmación realizada, y corregirla para comenzar de mejor manera”. En la teología cristiana, “habla de la transformación o conversión entendida como un movimiento interior que surge en toda persona”.
No son más que un par de definiciones que se le han dado a este término en su larga historia a medida que ha ido asentándose en la cultura de diversas civilizaciones, pero que a su vez se convierte en un acercamiento bastante literal de lo que nos vamos a encontrar en el último trabajo de Belén Aguilera al que ha bautizado así.
La cantante catalana asentada en Madrid, que ya ha lanzado dos discos con anterioridad y una de nuestras canciones favoritas del año con ‘COPILOTO’, ejerce sobre sí misma un psicoanálisis crudo, duro, sincero y finalmente liberador. Y aunque el mundo de la música va de contar historias, pocas personas se autoexponen de una manera tan concreta como lo ha hecho Belén Aguilera en este proyecto, que nos abre una ventana a su subconsciente y pensamientos más contemplativos sobre sí misma.
Las únicas metáforas que se pueden encontrar aquí para poder desviar la atención de estas realidades son los propios títulos de las canciones, que son conceptos a los que alude o seres con los que se compara. Pero cuando la artista pone sobre la mesa con su gran habilidad de escritura y composición, esa parte de su conciencia se presenta como una revelación para ambos cantante y oyente, un catalizador de errores que le sirve a la artista para dar cada vez un pequeño paso hacia su nuevo yo, alguien más sanado y menos autolesivo.
Ello lo hace adhiriendo sus propias composiciones de piano a producciones junto a Pablo Rouss y D3LLANO, elaborando un pop moderno que bebe a su vez de influencias de una electrónica club y rave. La energía y ambientación que estas transmiten junto a otras partes más instrumentales de las canciones ayudan a acercarse de una manera más descriptiva ya no solo a los pensamientos de Belén, sino a las sensaciones que estos desencadenan.
‘GALGO’ comienza la crisis existencial de Belén Aguilera en un punto muy bajo, se da cuenta de que todos la ultilizan y ella calla y acata sin pensar en las consecuencias sobre su persona. El giro de tuerca lo aporta la producción, paradójicamente victoriosa y luminosa al contrario que la letra. Porque puede que se haya visto reflejada en un animal explotado, pero también se ha dado cuenta de ello para cambiarlo.
En ‘LICÁNTROPO’ los excesos y su uso para huir de la realidad pasan factura a la cantante a ritmo de house, mientras que ‘NADIE ME HA PREGUNTADO’ parece servir de excusa aludiendo a la falta de preocupación de su alrededor hacia ella, quien a su vez admite autoboicotearse callando y sirviendo de saco de boxeo emocional.
“Una persona ‘PAS’ es alguien altamente sensible”, comienza explicando Belén Aguilera en esta canción en la que colabora con Pimp Flaco, una en la que se abordan temas como la ansiedad pero en la que ambos cantantes parecen no tomárselo tan en serio, rodeándose de una producción divertida que termina de cobrar sentido en su vídeo festivo y de colores nucleares. ‘ILUSIÓN ÓPTICA’, en el lado contrario de la balanza, utiliza ritmos punzantes mientras se hace una doble crítica hacia dentro y hacia fuera en cuanto a desconfianzas y actitudes que dejamos pasar para vivir nuestra fantasía.
Los últimos cortes de METANOIA relatan la parte final de este autodescubrimiento. En ‘QUIÉN SOY’ la catalana llega a la conclusión de que ha sufrido un proceso de cambio, adaptaciones a los estímulos más recientes que ha recibido por parte de las personas que se ha cruzado y las experiencias que le han hecho vivir. Un proceso, al final, que todos vivimos en algún momento y que en este standout del EP termina en un tornado de pensamientos atascados rozando la psicosis, acelerando y dando más peso al beat y alienando su propia voz como si fueran esas ideas rondando su cabeza. Y para cerrar, la demo de ‘OFICIALMENTE’ retoma la misma idea de evolución, arraigándose menos al dolor y asumiendo su manera de ser de una forma más autoaceptada (“Y no fue en vano que cambié / Era mi cuerpo gritando sálvame”).
En definitiva, ’METANOIA’ es un gran ejemplo de un EP que aborda la salud mental desde distintos puntos de vista pero con un objetivo común. Un trabajo muy representativo de nuestra generación que además se narra de una manera moderna y reconocible. Puedes escuchar el nuevo EP de Belén Aguilera al completo, a continuación: