Riverland cumplió un año más con su cometido: hacer vibrar a Asturias con la mejor selección de música urbana actual, sobre todo nacional

Más de cincuenta mil personas asistieron al certamen de 2023 el último fin de semana de agosto en Arriondas y desde Loud Cave, no nos lo quisimos perder. El natural paraje asturiano albergó durante tres días un cartel que si bien no estaba plagado de novedades dentro de lo que es el circuito musical español, sí estaba lleno de artistas con los que asegurar espectáculo y disfrute sin ningún tipo de dudas.

Como el de muchos asistentes, nuestro pistoletazo de salida al festival lo dieron Gloosito y sus Rich Farmers en el escenario principal. Se notaban las ganas de Riverland y eso se reflejaba en el llenazo absoluto que había para ver al de Villalba, que como acostumbra, dio un concierto sin pausas y donde cupo mucha de su larga discografía. También pudieron brillar sus afiliados JayDime o Shynelevell con temas en solitario que los fans de CTDS conocían a la perfección. De alguna forma los shows de Gloosito siempre se sienten diferentes a lo que estamos acostumbrados; un must de cualquier cartel.

En el escenario aledaño Raul Clyde arrancaba con el primer reggaeton del festival y agrupaba a un público que sabe que es the next big thing. Cantó varios inéditos, su recién estrenado ‘YAILIN’ y canciones que le pusieron en el mapa como ‘Tuenti’. Muy agradecido, regaló varias gorras al público y prometió enviar más a todos los que habían llevado una pancarta.

Albany, en el escenario Cacique, realizó un show en el que se lucieron éxitos de su época más introspectiva y triste como ‘Para que no duela’ mezclados con temazos como ‘Sugar Mami’. Emocionada, Albany cedió una mención especial para sus hermanas pequeñas que por primera vez la pudieron ver en directo. Otro artista completamente distinto a los vistos hasta el momento en el festival pasó por el segundo escenario. A pesar de su aún corta carrera, Faxu tiene un público fiel allá a donde va y la gente de Riverland no fue menos. Un show donde la euforia y los saltos fueron de la mano gracias a su enérgico repertorio.

Uno de los shows más destacados del día, y bajo nuestro punto de vista también del festival, fue el de L’haine. Debido a un cambio de horario inesperado, el cantante se lució en el escenario principal en un concierto que se sintió íntimo a pesar de la cantidad de personas presentes. Una luz tenue azul que hacía la figura del artista casi irreconocible fue suficiente para un espectáculo de puro deleite musical. Basado casi completamente en el largo DE LA FORMA EN QUE YO QUIERO, se lucieron temas como ‘Looooong Lashes’, ‘sunSHINE’ o la intervención de Natalia Lacunza para interpretar ‘Connie Nikas’. Un concierto emocionante que destacó por encima del resto en el festival asturiano.

El segundo día se vio salpicado con retrasos en ambos escenarios que llegaron a ralentizar una hora los conciertos programados. A pesar del cambio horario, los shows se realizaron sin problema casi en su totalidad. Uno de los primeros shows de la tarde fue el del rapero Nico Miseria. Un concierto con algunos problemas técnicos pero un público decidido a entregarse al tercer (o cuarto) verano del amor. Entre temas de su nuevo trabajo El Periplo del Héroe así como de sus anteriores el rapero se lució especialmente en las acapellas que eclipsaron los momentos complicados que generó el uso del autotune en directo.

Abhir Hathi llenó de energía el escenario pequeño de Elfbar con toda la chulería y fuerza de un escenario principal. Con invitadxs como Juicy BAE, We$t Dubai o L’haine, el canario hizo vibrar al público con temas a clásicos como ‘Big Dawg Freestyle‘ y remixes inéditos que según dijo, ‘nunca saldrán a la luz’. Aleesha prosiguió en un escenario principal cada vez más abarrotado. La ibicenca mezcló su gran interpretación vocal con la chulería y el carisma que la preceden. Con un show ascendente, Aleesha seleccionó algunas baladas románticas que se entremezclaban con temas enérgicos para dejar al público enganchado. ‘Chulita’, ‘melacomo’ o ‘La Patrona’ fueron algunos de los momentos clave del concierto.

Llegado este momento de la noche, el nerviosismo se podía palpar entre el público del escenario principal, que esperaba a Cruz Cafuné como una de las actuaciones estelares del festival. Pero antes era momento de relajar ese hype y disfrutar de un rap con distinto sabor como es el de Delaossa. El malagueño supo como enganchar a la masa y realizó una buena actuación. El momento de ‘El Patio’ y ‘Veneno’ fue suficientemente emotivo para que Delaossa volviera y regalara también ‘La Placita’.

El main quedó de nuevo despejado a la espera del ‘tiburón’, pero tendríamos que aguantar todavía un rato que se hizo largo hasta que todo estuviera listo. Sabíamos que lo de Cruzzi iba a ser loco, pero él tenía planeado algo que superara las expectativas. Antes siquiera de saludar, Cruz Cafuné salió con la primera parte de ‘TURBO // Epifanía’ y soltó sin pausa alguna ‘Boondocks’, ‘Practice’ y ‘Dios #1’. Fue cuando la gente buscaba a sus compañeros perdidos en los pogos cuando el rapero se tomó una pausa para saludar; de hecho la pausa se alargaría ya que la locura que había generado su intro estuvo cerca de derribar las barreras anti avalanchas de la primera fila. Tanto Cruzzi como el staf de Riverland se aseguraron al 100% de que todo estaba bien para seguir; es más, el cantante dijo que no reanudaría su concierto hasta que la gente se echara hacia atrás y dejara espacio para evitar posibles desgracias.

Los fieles hicieron caso a su pastor y así el canario pudo continuar soltando bombas de MMCD y otros clásicos como ‘Coquito la Pieza’ u ‘Ojitos Aguaos’. La locura no cesó en ningún momento, teniendo el artista que parar el show incluso en otra ocasión, pero el culmen llegó en el final cuando Cruz Cafuné subió al escenario a un fan vestido de tiburón de cabeza a pies. Le invitó a cantar junto a él ni más ni menos que ‘Mina el Hammani’; un gesto que alegró a los presentes y que se quedará en la memoria de este chico durante mucho tiempo.

Nuestra segunda jornada acababa con el concierto de Soto Asa que metió al público en su mood al mismo tiempo que ellos le hacia animarse cada vez más. Fue tanto así que el artista protagonizó una caída del escenario que por suerte quedó en un susto del que él mismo bromeaba. “Penalti, eso ha sido penalti”, quedó como la frase del concierto que más allá de esto fue un divertido show lleno de temazos como el inigualable ‘Smartphone’, para el que La Zowi saltó al escenario.

Ergo Pro & Ill Pekeño arrancaron la tarde en medio de una lluvia que no anuló la energía del público. Los raperos tienen claro como levantar un festival, y es que entre goles en la gran pantalla, su personalidad y su vivacidad hacen menear el cuello a cualquiera. Entre hits de Av. Rafaela Ybarra yÓpera Fidelio el chaparrón asturiano fue irrelevante. Por otro lado, el gallego Dirty Suc está en pleno auge y su concierto en Riverland solo lo confirmó. Con gran personalidad y con su capacidad para rapear como arma principal, Dirty se metió en el bolsillo a un público que le hacia jugar en casa, puesto que las banderas gallegas eran algo muy habitual de ver por el festival, y más en su concierto.

El concierto de Saramalacara tuvo una energía chaotic good: desajustes temporales entre la base y la letra, una bajada al público que acabó con la falda de Sara manchada, problemas de posición de la petaca de los inears… A pesar de todo, los fans de la argentina no lo dudaron en darlo todo con su mezcla de USB IDOL, eclips3 y las primeras maquetas. Volviendo al rap, Elio Toffana nunca falla, eso es así. Sus conciertos se llenan de la energía de quien lleva tiempo en esto y sabe como hacerlo y acompañado de raperos a la altura, Elio siempre nos deja con ganas de más. Esta vez, Cruz Cafuné, Dano, Ill Pekeño y Ergo Pro salieron a acompañar al madrileño.

El de Blackthoven fue uno de los DJ sets de Riverland que nos encandiló, con una enérgica selección de rap americano con el que veíamos disfrutar a él y a sus acompañantes en cabina a la vez que ponían a saltar a los asistentes con una música diferente a la del resto del line up.

Yung Beef hizo lo propio en sus 50 minutos de actuación: una selección de lo mejor de su carrera para dejar claro que es el padre de todo el resto. ‘Cleopatra’, ‘Ready Pa Morir‘ o ‘Infierno’ no podían faltar en una de las congregaciones más esperadas del festival. Y para esperadas, la actuación de Juicy BAE. Tras aparecer en los shows de Aleesha, Dano, L’haine y Abhir, los asistentes del festival se morían por escuchar en directo a una de las voces más relevantes del panorama actual. Bajo la lluvia, Juicy apareció con capucha y las garras más afiladas que nunca para deleitarnos con una selección de sus mejores temas con un espectáculo que nos dejó con PTSD. La única pega, si es que se le puede poner alguna, es que no pudimos disfrutar de su directo en el escenario principal, algo que estamos seguros que se replantearía cualquier organizador de un certamen como el de este año.

Si existía un broche final a la altura de lo vivido en Riverland, lo tenía que poner Ben Yart. Sabíamos que prometería desde el momento que el artista salió al escenario con un remix de neurofunk drum n’ bass de ‘Missionsuicida’ de Bb trickz, seguida de la canción de intro de John Cena. Como si estuviera jugando con las mentes de los presentes, Ben Yart iba metiendo a la gente en su propio mundo: “Los fotógrafos no me están ni echando fotos de lo que se están gozando el bolo”, o “ahora sí, ahora estáis confiando en mí “. Por no hablar del ya mítico momento del festival en el que Ben Yart empezó a secar el suelo del escenario que estaba “impracticable” ya que no quería caerse “como Soto Asa”. Fuera de esto, que al final es también lo que forma un buen show, Ben Yart interpretó sus canciones con profesionalidad y dejando un concierto realmente entretenido.

Se cierra así una nueva edición del festival urbano por excelencia en nuestro país (y competencia no le falta). De hecho ya han empezado a calentar motores de nuevo anunciando las fechas para la edición de 2024; será del 23 al 25 de agosto.