El Amicorum Spectaculum se mantuvo intacto en la ciudad condal, donde ni las condiciones climáticas frenaron la fiesta a la música electrónica
El pasado sábado 28 estuvimos en UNITE With Tomorrowland, en Santa Coloma de Gramenet, Barcelona, para vivir la tercera edición de una de las extensiones que realiza el festival de electrónica más grande del planeta. Para nosotros fue la primera vez que visitábamos este festival, y realmente la experiencia fue muy positiva.
Las condiciones climáticas no apuntaban muy bien al principio de la mañana, puesto que estuvo lloviendo y muchos asistentes preguntaron por redes sociales si iba a ser un impedimento para el propio UNITE, puesto que otros festivales como el Reggaetón Beach Festival acabó cancelando las actuaciones de ese día. Aun así, desde las redes de Blanco y Negro Music, la organizadora del evento, nos tranquilizaba diciendo que no habría ningún tipo de problema.
El acceso al festival fue un poco lento, debido a que aún estaban ultimando los preparativos a causa de la lluvia, pero pudimos acceder sin ningún tipo de problema hasta la zona de food trucks en cuanto llegamos, donde había un chico pinchando desde uno de los vehículos y animando a la gente antes de que se abriese el mainstage, donde estaban poniendo a punto el recinto para evitar cualquier percance por el clima. Los asistentes se lo pasaban en grande con la música, al estilo de una rave. Todo el recinto del festival estaba adornado como los circos de los años 20 al estilo de Amicorum Spectaculum, una temática que recibió Tomorrowland en 2017, y que llenó de payasos, domadores y demás personajes toda la zona del festival.
A las cinco de la tarde, el mainstage abría las puertas al público. Era la hora de ver al primer DJ internacional: Marnik. Seguramente, debido al temporal no pudieron actuar los primeros DJ’s nacionales, ya que el escenario se abrió dos horas más tarde de lo previsto. Aun así, vimos al 50% del dúo, ya que por lo visto no asistieron los dos al evento. La gente tenía ganas de fiesta, y con su set enérgico, Alessandro Martello se metió rápidamente al público en el bolsillo. Uno de los momentos clave del set fue cuando sonó su remezcla (junto con Steve Aoki) a Bella Ciao. En ese momento, Alessandro se puso el mono rojo típico de La Casa de Papel y la careta de Dalí, animando al público a cantar y bailar la conocida canción de la serie española.
Tras su set, venían los nacionales Albert Neve y Abel Ramos, los cuales, por desgracia, tuvieron bastantes problemas en el set. Se les fue la música en un par de ocasiones y además se les notaba bastante incómodos con la pequeña carpa que habían situado para prevenir la lluvia. Pero eso no quita que hiciesen un buen set, con su sonido house caldearon el ambiente de maravilla.
Seguidamente tuvimos a Double Pleasure, quienes daban paso a una de las estrellas del día: Lost Frequencies. El belga era uno de los DJ’s más esperados del día, que consiguió llenar las zonas más cercanas al mainstage. En cuanto se puso a pinchar, sentimos las buenas vibraciones que trae junto a su música. También tuvo algún percance con el sonido, pero pudo continuar sin problemas y rápidamente nos olvidamos de ese contratiempo.
A Lost Frequencies le seguía otro de los residentes de Tomorrowland, su compatriota Yves V, que a base de big room y progressive house actuales y una sucesión de temas clásicos nos ponía a saltar mientras el sol se iba poniendo. Además, mientras observábamos las visuales, empezó la cuenta atrás del momento más representativo de UNITE With Tomorrowland: la retransmisión en directo tanto con el festival belga como con los demás UNITE repartidos por Europa. En cuanto el contador llegó a cero, vimos cómo comenzaba el show. Una previa del Amicorum Spectaculum nos pondría nos haría conectar con el festival de una forma muy especial.
En ese momento, mientras por las pantallas laterales veíamos imágenes en directo de los demás eventos de UNITE, en la pantalla central ocurría uno de los espectáculos que realiza Tomorrowland entre los sets, una actuación mágica digna de ver, que daba paso a la retransmisión del set de Vini Vici. Mientras en Bélgica llovía a cántaros, nosotros podíamos disfrutar sin ningún inconveniente del dúo israelí, mientras las nubes se alejaban de Santa Coloma. El set fue un no parar a base de psytrance, donde Matan Kadosh se encargaba de hacer de speaker durante todo el set. No faltaba a la cita el speaker residente de UNITE Barcelona, José AM, quien también nos iba alentando durante toda la retransmisión.
Al dúo le seguía una leyenda del EDM, el gran David Guetta, que conectó con el público a las mil maravillas mientras nos pinchaba sus temas más referentes. El francés también aprovechó para deleitarnos con su última producción, la cual el público recibió de forma muy positiva. Obviamente tampoco faltó el momento Avicii durante el set, en el cual nos recordaba al astro sueco a partir de su música.
Pero el público de UNITE tenía las ideas claras. Todos querían ver a Dimitri Vegas & Like Mike. Los hermanos belgas lo dieron todo para poner patas arriba el escenario, a base de enérgicos drops y cambios de BPM repentinos. No fallaron a su público en absoluto. La gente quería darlo todo y así fue.
En cuanto acabó el set de los belgas, terminaba también la emisión en directo desde Tomorrowland, para dar paso a las hermanas Nervo, que nos dieron una hora y media de diversión, tanto con su música como con sus coloridas visuales. El set fue posiblemente uno de los mejores de la noche, a lo que también se añade el ánimo que ponía Mim desde el micrófono, con su particular castellano.En la sesión hubo desde bass house hasta trap, pasando por muchas variantes, lo que consiguió enganchar a todo el mundo y no se nos hizo pesado en absoluto, como suele pasar con otros sets de más de una hora.
En cuanto acababa el set de Nervo, llegaba un momento muy esperado, y es que le tocaba actuar a una de las caras más carismáticas de la actualidad musical. Llegaba el momento de ver a Salvatore Ganacci en acción. El sueco empezó pidiendo fuego. Quería que los técnicos encendieran los lanzallamas, y hasta que no lo consiguió no empezó su set. Media hora de energía junto con sus locuras, como no podía ser de otra forma. Media hora que se nos hizo muy corta, pero fue suficiente para pasar uno de los ratos más divertidos de la noche.
Para finalizar, tuvimos el cierre de Quintino, que se cambió la hora con Salvatore, que era según el horario quien se encargaba de cerrar. Aun así, el holandés hizo su trabajo a la perfección con un set contundente a base de big room e incluso hardstyle, además de acompañarle unas visuales imponentes. Entre sus temas cayeron su nueva colaboración con Hardwell y también el mítico “Epic“, tema que abrió las puertas al big room como lo conocemos actualmente.
El resultado final fue una fiesta al EDM, la cual venció a la lluvia e hizo bailar a todos los asistentes sin contratiempos más allá de algunos fallos de sonido aislados. Tenemos muchas ganas de volver el año que viene y disfrutar tanto como lo hemos hecho este.