El niño maravilla destrozó La Sala Wizink. Más de hora y medio de saltos, sensibilidad, aura, pogos y amor por partes iguales.
Desde el debut de Ronaldinho contra el Sevilla, no habíamos visto nada igual. Hace apenas un año, este chaval estaba en el camping del Riverland, y fijaos si la vida puede cambiar, que hace un par de días, este chaval lleno una de las salas más emblemáticas de Madrid, y un servidor pudo tener la suerte de presenciarlo.
Sneaky y Skichi, los autores en la sombra de la obra de mvrk, tomaron el control del inicio del show, para hacer que el público vibrase desde el principio.
‘Como enamorarme' fue la piedra angular del concierto, y fue el tema que provocó el pogo inicial, y que empezó a desatar la locura en la capital. A partir de ese momento, mirabas a la gente que tenías alrededor y sabías que algo único y especial íbamos a vivir en la próxima hora y media.
El concierto empezó con un ritmo desbordante, y prueba de ello fue la tercera canción del show, que no vino solo de la mano de mvrk, pudimos contar con la colaboración de Raul Clyde, para cantar ‘Tiendas’, que fue uno de los momentos más sorprendentes y disfrutables del show, ya que la gente no esperaba la aparición del Clio, debido a que el día anterior, en la segunda fecha, no había podido venir.
Los temas se iban sucediendo uno tras otro, compaginando temas antiguos pero muy queridos como podían ser ‘No le caigo’, con temas actuales que hacían al público volverse loco, ‘Dame Café’ es un gran ejemplo de ello. Pudimos ver a Naddot en el set de dj.
Un aspecto que me pareció bastante único e importante del show fue la velocidad a la que pasaba todo, los temas se sucedían uno tras otro sin prácticamente descanso. No tenías esas pausas típicas para hablar que suelen hacer los artistas, que, en ocasiones suman, pero que en otros momentos se hacen excesivamente pesadas. Aquí todo pasaba rápido, no había tiempo para dudar, sabías que habías venido a dejarlo todo, y eso fue lo que hicimos.
‘Dirty Suc’ fue otro de los nombres propios del concierto. El artista gallego fue uno de los primeros nombres del panorama que se la dio al madrileño y confío en su proyecto. Esa confianza y ese cariño se notaron en ‘Como un tema mío’ y en ‘Take care’.
‘Niebla’ o ‘Hawaii’ son temas que han marcado la corta y fulgurante carrera de mvrk, y así se noto hace un par de días en el centro de Madrid. Cada uno vivido a su manera y desde su prisma, pero ambos con una magia única. ‘Niebla’ estuvo marcado por los pogos, en cada estribillo, el centro de la pista se quedaba vacía, para así proceder al flujo de salto, sudor y goce que el tema proporcionaba. ‘Hawaii’ fue el tema sensual y vacilón del show por excelencia, una canción cargada de provocación, con un estilo único.
Las colaboraciones no habían acabado, todavía quedaban dos grandes por salir a escena y no nos íbamos a quedar sin ellos. En primer lugar, Bon Calso, que hizo acto de presencia para cantar ‘Cuerpos’, aportó su sello de identidad único, su carisma y su aura, y todo el público vibro con él, completamente necesario. Pero aún quedaba la colaboración más aclamada de todas, si un junte se había pedido este año, ese era el de la “m y la l”. L’haine no podía fallar a una cita como esta, ‘HOT’ hizo que la temperatura de la sala subiera y que el público acabara de romper a sudar y dio pase a la recta final del show.
Pero todavía quedaban tres temas, tres de los más importantes de la carrera del madrileño. El primero de ellos, ‘Algo nos olíamos’, la mayoría conocimos a mvrk, con la increíble preview del estribillo de esta canción y desde ese momento nos dimos cuenta del diamante en bruto que teníamos con este niño. El segundo tema fue ‘Yo jamás’, uno de los temas más sentidos del show. Las luces de los móviles se prendieron, para crear un aura propicia y merecida para la ocasión. mvrk nos deleitó con una representación del tema cuidada, sentida y épica por partes iguales. Y por último quedaba hueco para acordarse de su madre. ‘Tranqui mamá’ fue un momento único, por el cariño hacia sus padres, y por el cariño mostrado del público, tanto a los padres de Marcos, cómo al disco y al tema.
Y el momento final llegó, el show había llegado a su fin. Pero antes tocaba un sprint final, tocaba darlo todo por última vez, y la gente lo sabía. La mayoría nos movimos al centro de la pista como pudimos, porque sabíamos que ‘Como enamorarme’ iba a convertirse en la protagonista.
Y así fue, el pogo final pasó, con el estribillo del tema y con el ya mítico, “ponte el pantalón Loewe”. Pero es que no fue una vez, el escenario repleto de conocidos de mvrk, y el público al borde la exhalación, cantamos con todo lo que teníamos el tema, no una, ni dos veces. Cinco veces pusieron el tema, ni más, ni menos.
Fue un cierre único, y digno de lo que acababa de pasar. Una puesta en escena al nivel de los mas grandes, y una declaración de intenciones. mvrk ha llegado para quedarse, y ya no queda ninguna duda de ello.
