ID&T, promotora de festivales a nivel mundial, ha tenido que reducir su plantilla en un 40%. Por su parte, en nuestro país Razzmatazz y Apolo podrían desaparecer en los próximos meses.
No es una novedad el hecho de que la COVID-19 ha paralizado medio mundo, y por consiguiente, el sector musical. Los artistas, promotores, festivales, trabajadores… Se encuentran en una situación sin precedentes. Probablemente estamos ante el peor momento a nivel económico de la industria musical.
Por su parte, los gobiernos no ayudan especialmente a que esto se solucione. Los medios cargan campañas mediáticas contra el ocio nocturno, el cual permanece totalmente clausurado en España. Aunque en nuestro país la desidia es especial, no creáis que es un problema de color rojo y amarillo. Artistas de todo el mundo buscan ayuda por sus redes sociales, tratando de reinventarse en una situación verdaderamente drástica.
I want to ask all my friends in the music/arts and entertainment industries:
— MUZZ (@MUZZHQ) September 28, 2020
What is your personal situation, and how are you surviving right now?
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Pues bien, por desgracia ya están llegando las primeras consecuencias serias. ID&T, promotora de festivales como Tomorrowland, Awakenings, Defqon o Mystery Land, se ha visto obligada a reducir su plantilla en un 40%. Uno de los sectores más ocultos en esta situación es la de aquellos trabajadores de montaje, camareros, técnicos de sonido, de luces… No todo se resume a artistas y promotoras; lamentablemente, ellos también han perdido su principal fuente de ingresos.
Por otro lado, en nuestro país nos llegan noticias de los primeros clubes con serios problemas. Directamente desde Barcelona, Razzmatazz y Apolo amenazan con desaparecer próximamente si la situación no mejora.
Los responsables de estas dos salas declararon en el programa de RAC1 “Via Lliure” que se encuentran entre la espada y la pared. Razzmatazz podría aguantar en principio hasta primavera, mientras que la Sala Apolo tendría de margen hasta el inicio de 2021. No queda tanto para que estas fechas lleguen, y dos de los clubes más emblemáticos de nuestro país podrían desaparecer para siempre.
Además, Lluís Torrents -gerente de Razzmatazz y presidente de la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña- estimó que la gran parte de salas catalanas no aguantaría el tirón más allá de diciembre. Un auténtico drama el que está viviendo un sector que necesita una ayuda para mantenerse en esta difícil situación.
Por nuestra parte no nos queda otra que desear que todo esto termine cuanto antes, y que mientras que la pandemia dure, las ayudas del gobierno sean las que el sector merece. ¡Mucho ánimo a todos nuestros compañeros!