Ni el gran revuelo generado en torno al videoclip y su localización pueden con “Ateo”, la gran colaboración entre Nathy Peluso y C. Tangana. Y yo, ahora, creo.
No es noticia que de esta colaboración hayamos obtenido una canción alejada por completo de cualquier sonido urbano. De hecho, la noticia sería que ambos volvieran a los sonidos que monopolizaban la industria hace dos o tres años. Tanto C.Tangana como Nathy Peluso son dos de los artistas que más han variado su esencia, y por consiguiente, evolucionado su sonido. Dos pilares de nuestro país que avanzan sobre una autopista musical que parece no tener viaje de vuelta. La magia de experimentar cosas nuevas a la vez que la inspiración llega directa de los sonidos castizos de la cultura española y latinoamericana. Bienvenidos a su última función, “Ateo”.
No hay obra musical lanzada por El Madrileño que no venga acompañada de su correspondiente película. Little Spain -productora audiovisual que lidera Antón Álvarez junto a otros destacados miembros del equipo-, nos sumerge en esta peculiar historia de amor en plena Catedral de Toledo. Un enclave absolutamente mágico donde con un contraste constante entre tradición y actualidad, Nathy Peluso y C. Tangana nos ponen a bailar una bachata al alcance de muy pocos.
Todo ello con una promo al alcance de muy pocos, donde destacan la presencia de Josep Pedrerol, Brays Efe o Los Xavales. Un vídeo que nos puso los dientes más que largos a la espera del lanzamiento final.
Si los videoclips de esta casa son algo que siempre debéis ver, en esta ocasión os lo recomendamos aún más. De hecho, es el propio Antón Álvarez el que escribe y dirige el mismo. Un paso más cerca de su objetivo personal, que como él propio ha confesado, es ser actor y director cinematográfico.
El hecho de que el videoclip se rodara en la Catedral de Toledo no ha pasado ni mucho menos desapercibido en el sector eclesiástico. El deán de la Catedral, Juan Miguel Ferrer, fue el encargado de autorizar dicha grabación. Una vez saltó a la luz toda la polémica, se defendió sin dudarlo: “El videoclip presenta la historia de una conversión mediante el amor humano. La letra de la canción es precisa: ‘Yo era ateo, pero ahora creo, porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo. Además, a ciertas actitudes de intolerancia contrapone la comprensión y acogida de la Iglesia, tal y como se manifiesta en las secuencias finales del videoclip”.
Sin embargo, este argumento parece no haber servido dentro de la iglesia. Posteriormente fue el propio Arzobispo de Toledo Francisco Cerro Chavez el encargado de posicionarse, desmintiendo a su deán: “El Sr. Arzobispo desconocía absolutamente la existencia de este proyecto, el contenido del mismo y el resultado final. Lamente profundamente estos hechos y desaprueba las imágenes grabadas en el primer templo de la Archidiócesis. Pedimos humildemente y sinceramente perdón a todos los fieles laicos, consagrados y sacerdotes, que se han sentido injustamente heridos por este uso indebido de un lugar sagrado. Desde este momento, el Arzobispado se compromete a revisar el procedimiento seguido para evitar que vuelva a suceder algo semejante. Para ello, se comienza a elaborar inmediatamente un protocolo para la grabación de imágenes de difusión pública en cualquier templo de la Archidiócesis”.
Cambio de estrategia tras la polémica autorización. Somos conscientes de que la Iglesia es una institución bastante peculiar y que precisamente no se caracteriza por su libertad y modernidad, pero esta decisión choca en exceso con el curso habitual de la sociedad de hoy en día. Incluso días posteriores de la publicación del videoclip una treintena de personas se congregaron frente a la Catedral tratando de purificar de nuevo la misma… Peculiar cuanto menos.
Lo que está claro es que tanto el videoclip como la canción en sí no está ni creada ni pensada para el público más comercial y extenso. “Ateo” es una pieza íntima, la cual no termina de canalizarse hasta que no se asimila con tranquilidad y observación tras un par de escuchas detenidas. Una bachata, sin autotunes ni elementos estrafalarios. Música de siempre, para siempre, hecha por dos de los principales protagonistas de la música hispana a nivel internacional: C. Tangana y Nathy Peluso.
