La segunda edición del evento malagueño por parte de Last Tour vuelve a ser un éxito de música y organización
Recinto y organización
Hace unos días tuvimos la oportunidad de asistir a la segunda edición del Festival Cala Mijas en la costa de Málaga, en concreto en el recinto de Sonora Mijas. El acceso al festival comenzaba con la recogida de pulsera, experiencia que cambió para nosotros con respecto al año pasado ya que el año pasado nos pasamos a por ella a primera hora siendo cautelosos, pero en este esperamos al momento de entrar al festival también. Sin embargo y a pesar de que la fila formada era tremendamente larga, el avance de esta fue rápido y liviano gracias al gran número de puestos habilitados para entregarla.
La entrada al recinto fue también diferente a 2022, si bien la organización ha re-distribuído mínimamente el recinto para que no hubiera que subir una última cuesta del camino que resultaba un poco asesina. Una vez dentro, todo el lugar resultaba igual de intimista y acogedor siendo arropados por la propia naturaleza del lugar, a diferencia de cualquier descampado o un recinto ferial.
El propio recinto contaba con múltiples baños que eran limpiados con frecuencia así como tenía las zona de restauración a lo largo del recinto con una oferta variada. Nos siguieron faltando, sin embargo, zonas habilitadas para el descanso ya que, una vez más, aquellos que necesitaban descansar buscaban tirarse en cualquiera de los escasos metros de césped artificial o en las escaleras de las colinas bloqueando el paso al resto.
El espacio de Cala Mijas se distribuyó con el escenario Sunrise al este (como la salida del sol), elSunset al oeste (como la puesta del sol) y el escenario principal (Victoria) entre ambos. Todos estaban correctamente colocados (aunque a Moderat no le hicieron gracia los láseres de VVV [Trippin’ You] desde el otro lado del recinto) para que el sonido no se pisase y no fue algo que experimentáramos en ningún momento. Eso sí, hubo momentos como en los Strokes o en alguna actuación del escenario Sunset en la que el sonido se notaba algo disminuido.
Por su parte, el escenario de La Caleta dedicado especialmente a la música electrónica se volvía a esconder entre los árboles con un sonido 360º y funcionaba de manera ininterrumpida para los más adeptos al baile y al ambiente club. Si bien ya traía un cartel super completo y variado, el festival además ofrecía actuaciones gratuitas con su programa de “La Playa”, una gran propuesta en la que estos actuaban en un escenario cercano al recinto artistas como Safety Trance o Ben Yart.
Crónica del jueves
La primera actuación que atendimos en la jornada inicial del jueves en Cala Mijas fue la de la joven Amaia. La ex-concursante de Operación Triunfo supo ganarse a su público con su personalidad inocente y magnética, en lo que era el fin de su gira actual con una ya importante bolsa de canciones icónicas como ’Yamaguchi’, ‘El Encuentro’ o ‘Quedará En Nuestra Mente’. Estas y muchas más canciones fueron interpretadas con una puesta en escena sencilla e íntima en la que su arte prevalecía sobre todo.
A continuación vimos el concierto de los cabezas de cartel Arcade Fire. La banda canadiense entró de manera gloriosa por la colina del festival como si de una alfombra roja se tratara, y desde la apertura del concierto con ‘Rabbit Hole’ hasta su conclusión con ‘Wake Up’, el grupo supo entretener a su público no sólo con confettis o muñecos hinchables, si no con su gran versatilidad como grupo a la hora de tocar instrumentos o crear pequeños momentos con su público.
A continuación, la brasileña Pabllo Vittar se convirtió por 60 minutos en un auténtico terremoto. Una máquina imparable de bailes, acrobacias y agudos imposibles que utilizaba como armas junto a iluminaciones estroboscópicas intrusivas y un gran cuerpo de baile para interpretar su principal repertorio así como algunas de sus colaboraciones con Rina Sawayama, Charli XCX o su remezcla al ‘Fun Tonight’ de Lady Gaga. Fue sin duda la sorpresa de la noche y una demostración del enorme talento de esta joven promesa de la música que puede, además, todos los estilos de música que desee a la vez. Para terminar, la leyenda DJ Prosumer ejerció su poderío sobre las mesas de mezclas en el acogedor escenario de La Caleta con un set que acogía desde ritmos baleares a garage, todos ellos unidos por un resonante hilo de groove y funk.
Crónica del viernes
La jornada del viernes en Cala Mijas la comenzamos de la mejor manera posible. El barcelonés Yung Prado, perteneciente al colectivo Mainline y al grupo La Élite, nos mantuvo quemando zapatillas durante dos horas sin parar con un set divertidísimo de un house aceleradito, así como con mucho eurodance, disco y una buena variedad de sonidos algo tranceros. Un perfecto orquestador de un fiesta en la que se podían dilucidar canciones como el ‘Bandolero’ de Paradisio, su colaboración ‘Todo Lo Que Tu Quieras’ con Marcelo Pantani o su remix a Chill Mafia.
El siguiente tramo previo a los cabezas de cartel lo empleamos con dos polos musicales totalmente opuestos. Primeramente pudimos cautivarnos con el show de OURI, productora y DJ que deconstruía la música club en un viaje experimental de glitches, sensaciones vibrantes y voces en vivo. El dúo napolitano Nu Genea, por su parte, montó toda una celebración con su banda en directo donde sus imperdibles ritmos funk y tropicales se trasladaron a bailes incansables, congas y pogos.
A continuación, The Strokes presidieron el concierto más multitudinario de todo el festival, aunque se quedó lejos de ser el mejor recibiendo múltiples quejas por la falta de llegada de suficiente sonido a las filas del público más lejanas. El frontman Julian Casablancas, por su parte, quien debió ser aquella persona que mantuviera vibrando a las miles de personas pendientes de él no parecía estar en su mejor momento, optando por una actitud de divo fría, sobrada, lejana y desconectada de su público a pesar de estar representando algunas de las canciones más importantes que han surgido en los últimos años.
Aunque hacia sólo un mes desde que les vimos por última vez, no pudimos evitar volver a ver a Delaporte, el dúo italo-español que considero que tiene uno de los mejores directos nacionales en el que sus canciones se metamorfosean en verdaderas bombas de luces y ritmos rave con los que el público no duda ni un momento en disfrutar. Y para cerrar este día en el Cala Mijas, el mítico dúo de electrónica Underworld terminó de poner la guinda a la noche con el espectáculo más potente y enérgico, con progresiones electrónicas que desembocaban en explosiones lumínicas estroboscópicas celebradas por el cantante de la banda, quien no paraba quieto ni un sólo momento en un constante desafío a cualquier persona cercana a su edad.
Crónica del sábado
La última jornada, la del sábado, fue una nueva aventura de contrastes que comenzamos con el trapero Duki. El artista argentino supo liderar por sí mismo una larga actuación en el escenario principal, demostrando talento vocal con versos rápidos o acapellas alternados con ritmos que eran predominantemente trap, estos podían extenderse hasta el house o el psy trance. A continuación y en un polo opuesto del espectro musical, la americana Ethel Cain entregó un concierto íntimo y bello aunque, por momentos, la actuación de la cantante parecía absorbida por su propia personalidad y tonos graves que muchas veces se terminaban ocultando tras la instrumentación y ambientación de los cortes de su exitoso Preacher’s Daughter y perdíamos la conexión con ella.
Seguidamente fuimos a disfrutar de una de las mejores actuaciones de todo el festival Cala Mijas, la de Florence + The Machine. La artista británica nos mantuvo en vilo los días de antes del festival debido a una reciente operación en el pie que canceló un par de sus actuaciones previas, pero a Málaga sí que pudo venir a dar lo mejor de sí y cerrar su gira de la mejor manera. Florence desplegaba la misma magia de siempre, creando un vórtex espacio-temporal de comunión y empatía. Si bien el concierto exploró bastante al detalle el universo de su último disco Dance Fever, no faltó ninguno de los clásicos como ‘The Dog Days Are Over’ o ‘Shake It Out’, así como también se incluyó alguna canción antigua inesperada como ‘Cosmic Love’ y ‘Kiss With a Fist’. La inglesa nos guió en un viaje emotivo en el que ella parecía la más agradecida y emocionada de estar allí, poniendo fin a una gira que le habría brindado muchos buenos momentos.
Más tarde volvimos a La Caleta para presenciar el set de I. Jordan. Ya nos encontramos bien entrada la noche, y lx productorx y DJ supo activarnos las pilas con un set ultraenérgico y bailable, de música club muy melódica y divertida que rondaba las 150 y 160bpms, toda una clase de aerobic que te hacía perder el fondo en la pista.
La venezolana asentada en Barcelona Arca, a continuación, brindó otro de nuestros momentos favoritos del festival, una celebración de la música experimental mediante una actuación que fue un 90% de DJ set en el que los beats arrítmicos, los glitches y los sonidos resquebrajados y violentos se apoderaban de una colección de canciones de pop, R&B y hip hop, aunque esto no era impedimento para soltar de vez en cuando tracks aleatorios de house o reggaeton. Y aunque no todo fue perfecto en el concierto (se le rompió su columpio sádico, se puso a llover en mitad de la sesión, arrancó por error los cables de la controladora…), la cantante y productora siempre sabía salir del paso e improvisar con resultados mejores a los pre-establecidos. De este modo, todos sus fans terminamos cantando bajo la lluvia ‘El Alma Que Te Trajo’ mientras ella nos guiaba a capella tras un bis no planeado.
El punto final al festival Cala Mijas lo despedimos una vez más en el bosque, esta vez con un set de Helena Hauff que tenía un breakbeat voluminoso y potente como protagonista. Y terminaba de esta manera la segunda edición de este festival que, una vez más, no sólo tenía uno de los mejores carteles del verano en España, si no que su organización perfecta hizo que se pudiera disfrutar además de sus artistas sin pasar malos momentos.
