La espera no ha sido sencilla, pero tras este proyecto, sí entendible. El nuevo álbum de Dellafuente de la mano de Sony Music resalta lo castizo, familiar y granadino. La tierra del artista.

Es indudable que “Milagro” ha sido fraguado durante meses y meses. Un producto muy personal en el que Dellafuente ha dejado de lado cualquier referencia o sonido comercial para refugiarse en el contexto musical que le vio crecer. “Milagro” es una ofrenda a la cultura andaluza compuesta por siete piezas que, pese a diferir bastante entre ellas, tienen un nexo conductor bastante razonable.

De primeras debemos resaltar el trabajo de dos piezas absolutamente esenciales en este álbum. Por un lado, su compositor: Antonio Narváez. Un auténtico genio de la música tradicional -y contemporánea- que ha trabajado codo con codo con Dellafuente durante estas siete obras. El resultado final es, como vosotros mismos descubriréis, de sobresaliente. Pocos productores hay en nuestro país al alcance de Dellafuente, un artista con las cosas muy claras que irradia talento en cada letra que devora.

Por otro lado la Orquesta de la Ciudad de Granada otorga al álbum un cuerpo musical digno de resaltar. Los arreglos que le ofrece esta gran orquesta a Dellafuente marcan la diferencia. Teniendo en cuenta la apuesta de Dellafuente por lo tradicional y castizo, los sonidos de la orquesta casan a la perfección con este mensaje clásico.

Encontramos también diversos colaboradores, como Salomon Sessions en “Sin Faltar A La Verdad”, Moneo y su guitarra en “Nana del Miedo” o el propio grupo que ha marcado los lanzamientos de Dellafuente a modo grupal este pasando año: Taifa Yallah.

Pese a ello, la realidad es que este álbum está cosechado prácticamente en su totalidad en “solitario” entre Dellafuente, Antonio Narváez y la Orquesta de la Ciudad de Granada. Ambos logran conectar de una manera tan pura y real que las diversas piezas calan por completo en los oyentes. Este vídeo muestra a la perfección el proceso creativo de “Milagro”.

Debemos resaltar que este álbum no es un trabajo apto para todo tipo de oyentes. Que no se nos malinterprete, no se trata de un trabajo tan específico y experimental que sin un trabajo previo no se comprenda. La cuestión está en que, durante muchos años, Dellafuente ha sido uno de los mayores representantes de la escena urbana nacional. Por consiguiente, un sector de público comercial se introdujo en su fan base.

Si bien es cierto que Dellafuente soltaba destellos constantemente de su esencia granadina, la realidad es que el resultado final de la mayoría de esas obras conectaba a la perfección con ese colectivo, algo que ni mucho menos es negativo. Y también es una gran verdad que, de esa esencia urbana y comercial, nada encontramos en “Milagro”.

Dellafuente es un artista que ya lo ha conseguido prácticamente todo en su carrera como artista musical. No tiene nada que demostrarle a nadie, ni necesita contratos comerciales para sacar a delante su vida. Es el capitán de su propia carrera y, a estas alturas de la vida, hace lo que su talento y esencia le sugiere. Es indudable que su vida está implicada directamente con la música, y la forma que tiene de trabajar con ella crea resultados tan maravillosos como este álbum.

De la misma forma que el proceso creativo de estas siete piezas no habrá sido sencillo, ni mucho mejor rápido, su escucha tampoco debe de serlo. Estas piezas han sido creadas para ser disfrutadas con paciencia y delicadeza, observando cada fotograma de sus videoclips. Sólo así conseguiréis que “Milagro” cale en vuestros adentros.

Descubre la maravilla de perderte por la delicadeza de “Nana del Miedo”, la ternura y cariño de “Dime Si Con Eso Vale” o los ritmos y coros mágicos de “Sanuk Sabai Saduak”. Sería un error destacar un corte por encima de otro, y es que como ya os comentamos anteriormente, el mensaje del álbum se transmite de forma conjunta.

Gracias por tu vuelta y por demostrarnos que aún hay artistas que tratan de resaltar el talento y la esencia de todo un pueblo. Bienvenidos, una vez más, a “Milagro”.