El mítico rapero vuelve a continuar su saga de álbumes “Man On The Moon” 10 años después, en la que nos habla de todo por lo que ha estado pasando.

A sus 36 años, Scott Mescudi sigue con muchas preguntas que no sabe responder y mucho por su mente que necesita exteriorizar en la música. Es por ello que bajo sorpresa de muchos, finales de 2020 ha sido el momento elegido por Kid Cudi para lanzar la tercera y última parte de una trilogía de álbumes muy especial para él.

En toda su obra, pero sobre todo en esta trilogía “Man On The Moon”, Cudi plasma sus problemas mentales, tales como la ansiedad y la depresión, y su adicción con las drogas y el alcohol. La importancia de esta saga no sólo reside en lo musical, aspecto en el que obviamente destaca ya que sus predecesores contienen éxitos como “Day N’ Night” o “Pursuit Of Happiness”. Con esta saga, Kid Cudi nos actualiza sobre su estado actual y se libera de los demonios que le persiguen.

Cómo en las ediciones anteriores, esta tercera parte titulada “The Chosen”, está dividida en actos. “Return 2 Madness”, “The Rager, The Menace”, “Heart Of Rose Gold” y “Powers” son los cuatro actos que nos van contando una historia plagada de dolor y problemas, pero que tiene un desenlace positivo.

En cuanto a lo musical, este álbum sigue por el camino de la psicodelia en muchos casos, y de esa estética ”tripi” y espacial que ha acompañado siempre a Kid Cudi. En ciertos cortes, probablemente gracias a la influencia de Travis Scott -gran amigo de Cudi- y el trabajo de MIKE DEAN, se asemeja al famoso “Astroworld” de Travis. En prácticamente su totalidad, el álbum está producido por Dot Da Genius y Take A Daytrip, aunque veremos a muchos otros productores participando en ciertos temas.

Acto 1: “Return 2 Madness”

Cudi nos deja saber en este primer acto que sus problemas siguen ahí, que ha vuelto el dolor y con él ese estilo de vida de drogas, sexo y fiesta para evadirlo. El primer tema como tal y uno de los más exitosos del álbum es “Tequila Shots”, donde Cudi habla justo de esto. Sus problemas como la ansiedad y la depresión han vuelto y es algo que no puede parar, pero esta vez, diez años después, está preparado para afrontarlo. Todo ello bajo un nivel musical excepcional, con esos primeros toques astrales.

“Another Day”, “She Knows It” y “Dive” nos traen de vuelta a “Mr. Rager”, el lado oscuro de Kid Cudi que se descontrola y cae en esa espiral de fiesta y descontrol que sólo le acaba dejando más vacío. En “She Knows This” cabe destacar la espectacular producción, con un cambio drástico de ritmo hacia el final del tema que lo hace más frenético y que nos vuelve a mostrar esas influencias de Travis Scott. “Dive” en cambio contiene un ritmo más pausado y una voz muy al estilo Trippie Redd, aunque esta no es el tema en el que este aparece como feature.

Acto 2: “The Rager, The Menace”

El acto 2, “The Rager, The Menace”, marca la pérdida de control por parte de Cudi. Ese estilo de vida del primer acto le ha dejado dañado, y se muestra con un carácter duro tanto en las letras como musicalmente. Un buen ejemplo es el primer tema “Damaged”, donde bajo ese carácter él mismo confiesa “This is how it goes when you’re a damaged man”. Este estilo continúa en “Heaven On Earth”, donde habla de la búsqueda del cielo en la tierra sobre un grueso bassline y numerosos ad-libs. Y sobre todo en “Show Out”, donde colabora con el fallecido Pop Smoke y con Skepta para incluir un track de drill en el álbum. Un género nuevo para Kid Cudi y por el que se mueve realmente bien.

Pero sin duda la pieza clave de este segundo acto es “Solo Dolo Pt. III”. Podemos escuchar un “Solo Dolo” por cada entrega de “MOTM” y todos tienen la misma temática: la soledad. En este caso la soledad en el sentido de sentir que nadie puede ayudarle y que de hecho no necesita a nadie para ello, que está sólo en esa continua espiral. Aunque en el segundo verso implora a Dios que nunca le deje, podemos escuchar a un Kid Cudi totalmente desesperado y superado que no ve alternativas.

Acto 3: “Heart Of Rose Gold”

Con esto llegamos a “Heart Of Rose Gold”, un tercer acto donde ahonda en sus sentimientos, habla de sus seres queridos, e incluso del amor propio. En “Sad People”, sobre un ritmo trap melancólico, nos habla de cómo se siente por las noches, pero esta vez con unas barras que parecen entrever algo de esperanza. En “Elsie’s Baby Boy (flashack)”, Cudi nos lleva al pasado, a su infancia. Habla de su madre, de la muerte de su padre cuando tenía solo 11 años. El tema se basa en un acertadísimo sample de “The House Of The Rising Sun” de The Animals, que convierte el tema en una balada.

Después de un tema con temática amorosa como “Sept. 16” llega “The Void”, donde Cudi describe ese “vacío” como un espacio seguro para él para evitar de nuevo los malos sentimientos. El sample del beat corre a cargo de los Pachanga Boys con su “Time”. Para cerrar este acto tenemos “Lovin’ Me” con Phoebe Bridgers, un himno hacia el amor propio y ser comprensivos y pacientes con cómo nos sentimos.

Acto 4: “Powers”

Con esto llegamos al acto final, “Powers”. Este es el desenlace positivo a toda la trilogía, es donde Kid Cudi ha aprendido que muchos de sus problemas nunca van a desaparecer, pero sabe cómo tiene que luchar contra ellos. En “The Pale Moonlight” se muestra con una personalidad aplastante y una moral rehecha. “Rockstar Knights” con Trippie Redd probablemente sea el tema que menos encaja en el proyecto y no por lo musical, sino por el contenido.

Y en la recta final tenemos dos auténticas joyas. “4 Da Kidz” es la canción que mas buenas vibraciones desprende, ya que se trata de un tema para reconfortar, donde Cudi recuerda a sus fans que no están solos. Insta a mantenerse cerca de la familia, no perder la esperanza y esperar porque todo irá a mejor, según su experiencia.

Para cerrar la trilogía Cudi vuelve a nacer en “Lord I Know”. Si en gran parte del proyecto le escuchábamos en una espiral de tristeza y sufrimiento, en el último tema del acto final le escuchamos pletórico por haberlo superado. Ahora habla de cada día como una bendición, está concentrado en su carrera y en lo que quiere hacer y está cansado de huir de sus demonios, alaba su perseverancia. En definitiva y como canta en el estribillo, se siente un guerrero. El tema también está marcado por los potentes 808 y la outro que cierra el viaje espacial por parte de MIKE DEAN. Como guinda al pastel la hija de Cudi, Vada, dice “to be continued”. Lo que nos deja caer que pronto llegará el que iba a ser el siguiente álbum del artista antes de este, “Entergalactic”.

Con un final feliz; así acaba esta trilogía que durante once años nos ha contado la historia de un hombre atormentado por enfermedades mentales y que no encontraba su sitio en el mundo. Ahora Scott Mescudi sabe cómo lidiar con Kid Cudi y parece haber enterrado a Mr. Rager. Ahora sólo hay espacio para seguir agrandando su leyenda con más música.