Eprom crea un mundo artificial plagado de ritmos fríos e imposibles a los que sólo te puedes lanzar si lo haces sin ningún tipo de prejuicio

El productor procedente de Portland Eprom acaba de lanzar su nuevo proyecto, el EP de 5 canciones “AIKON”. En este, el artista ha presentado un conjunto de tracks en los que, según él, quería llevar al límite la el procesamiento de ritmos realmente abstractos hasta el punto de poder desarrollar sus habilidades de composición más allá de lo que se pueda imaginar. El resultado ha sido esta obra de bass experimental en la que, efectivamente, la riqueza rítmica es tanta que es sin duda difícil de procesar en la propia escucha si no se pone la suficiente atención. Todo suena potentemente artificial en este trabajo que parece sin alma. Eprom crea ambientes fríos y vacíos que rellena a base de superposición de elementos artificiales.

“Hope” es el track  con el que Eprom abre este “AIKON EP”, el cual comienza con una calma que se ve rasgada por una distorsión, sonidos de ultratumba para finalmente llevarnos a unos loops vocales mezclados con ritmos frenéticos, alarmas y bocinas que llegan a modo de ráfagas como si fueran olas llegando a una orilla, cada una de una fuerza y naturaleza diferente. De cara al fin de la canción, son los beats metálicos los que se apoderan de esta. 

“Daemon Veil” es el segundo corte, una colaboración de Eprom con el joven genio G Jones. Iniciándose igualmente con un patrón tranquilo, son los propios artistas los que nos advierten vía un sample vocal cuando comienza la acción del tema, el cual tal vez se acerca más al bass que otros por estar co-producido por el australiano. Si pretendes contar las veces que cambian las diferentes bases de ritmo, te pierdes, y esto no hace más que incentivar la originalidad de este track conjunto.

El que sí que tiene un beat  más seco y marcado es “The Cat”, canción menos caótica que la línea principal del proyecto. Pero esto, por otro lado, hace que su personalidad esté también mucho mejor definida y entendida: cautelosa y, esta vez, con la apariencia de que cada elemento tiene un propósito. “Phoneme Gothik” tiene un inicio lento, vibrante y amenazador de sonidos arenosos que llevan a fuertes golpes de ritmo sobre los que se van montando otros beats robóticos y fríos. Es un tema que parece reflejar una especie de despertar de un ejército de autómatas.

Para terminar, “Shirow Softworks” muestra unas bases de percusiones inquietas con lo que parecen ciertos arreglos jazz a piano, idea que se refuerza teniendo en cuenta la naturaleza metálica de muchos de esos ritmos, como si fueran los platillos de una batería. Además, a estos les acompaña una melodía sintética que se va repitiendo a modo de loop  a lo largo de la canción. Ya puedes escuchar a continuación este “AIKON EP” de Eprom: