El artista belga lanza “The End Of The World” afianzando a´´un más cuál es su sonido

Eptic tiene una enorme reputación dentro de la bass music gracias a su inconfundible sonido y sus icónicos temas. Se estrenó con “Eptic EP” en Chronos Records y rápidamente fue subiendo hasta llegar a los oídos de Never Say Die, dejando para la historia hits como “Like A Boss“, “Flesh Eaters“, su remezcla junto a Trampa de “Get With The Program” o “Get Down” junto a Jauz. Temas que siempre llevan tras él sonidos que nos recuerdan a videojuegos clásicos y ese estilo que te hace reconocer un tema de Eptic en cualquier parte tan solo prestando atención.

Es curioso que alguien con tanta carrera a sus espaldas dentro de la música bass no haya sacado hasta ahora un LP. De todas formas, Eptic siempre ha trabajado alrededor de cortos y singles, plasmando una temática concreta en cada EP y demostrando su talento en singles con colaboraciones estratosféricas. Pero tarde o temprano tenía que llegar su puesta en largo, y por fin la tenemos aquí.

“The End Of The World” consta con diez pistas con mucho carácter, entre las cuales encontramos dos colaboraciones al principio y otras dos al final. Además, cuenta con variedad en cuanto a géneros y la sencillez del belga, manteniendo su “menos es más” en cada una de las pistas que analizaremos a continuación.

El álbum comienza con sonidos siniestros a los que se le añade una guitarra con un carácter oscuro hasta llegar al drop de “Lost In Space“, manteniendo esta siniestralidad durante toda la pista. Este inicio a modo de intro casa perfectamente con su predecesor. “The Grave” es un absoluto banger: empezando con una melodía tétrica al estilo de cualquier videojuego retro de dragones y mazmorras, que acaba explotando en un duro drop con el que no podrás dejar de hacer headbang.

Pero no todos los temas van a mantener la misma línea, ya que Eptic también sabe hacer bass house con una energía muy contagiosa. Gracias a su versatilidad musical, “Ultimate Flex” hace de interludio entre sus dos primeros temas y las dos primeras colaboraciones.

Dillon Francis aparece en el álbum con su buen rollo combinado con la síntesis de Eptic creando otro parte-pistas. “Next Level” mantiene el estilo del belga junto con las clásicas vocales que suele usar Dillon, dándole un estilo muy vacilón a la pista. La destrucción en si misma llega de la mano de MARAUDA, llevándonos al mismo infierno con “Wall Of Death“. Aquí, una guitarra eléctrica y una poderosa batería nos arrastran hasta un heavy bass impactante.

Bajan los BPM con “Never Again” y otra melodía tétrica, esta vez acompañada de coros, nos lleva a un drop en el cual la melodía del bajo se vuelve protagonista, con un estilo muy entretenido que te va a enganchar rápidamente. Seguimos con “Run It” en el cual destacan compases con el kick en 4×4, cargando de intensidad el tema. Eso sí, no salimos de las melodías oscuras, las cuales le dan sentido al álbum.

Vuelven a subir los BPM con “Drum Beats“, quizá el tema más diferente del disco. Este no mantiene el mismo estilo que las demás pistas aun manteniendo una pequeña similitud con “Never Again” en cuanto a velocidad. La diferencia es que la anterior da una sensación de lentitud y esta justo lo contrario aun siendo prácticamente el mismo ritmo.

El álbum acaba con dos colaboraciones más. En la primera aparece la magia de MUST DIE!, el cual demuestra sus dotes para la síntesis de sonido y se fusiona a la perfección con la síntesis de Eptic. Y que “Skill Check” sea el nombre de esta pista tiene todo el sentido del mundo teniendo en cuenta lo que acabamos de decir. Para acabar, la joven promesa HOL! pone su talento en manos de Eptic para fabricar un tema de riddim oscuro y potente que pone el punto y final a esta consecución de bangers.

Definitivamente, un productor de la talla de Eptic no podía fallar en algo así, y como todos esperábamos, no ha dejado indiferente a nadie. La clase magistral de diseño y síntesis de sonido con la que este productor ha sido capaz de trabajar es sin duda el plato fuerte de este disco. Y es que “The End Of The World” es la culminación de la originalidad de Eptic y su inconfundible sonido.