“Dejé de juzgarme en el momento en el que encontré esperanza en María Magdalena. A ella le estaré eternamente agradecida”

Cuando a la cantante, productora, compositora y bailarina FKA twigs le diagnosticaron y posteriormente operaron de hasta 6 fibromas uterinos, la artista británica quedó devastada. Se sentía, según comentó en un revelador post en su instagram: sola física y mentalmente, sin confianza (a pesar de tener el apoyo de familia y amigos) como persona y, especialmente, como mujer. Es en este momento en el que mira la figura de María Magdalena como una referencia por la que se siente agradecida el poder haberse visto reflejada y encontrar la esperanza detrás de la autocrítica y la compasión fuera de su impacto religioso. En este punto pivotal de su vida comenzó además a hacer pole dancing, una especialidad que no solo le devolvió la fuerza a su cuerpo sino también su confianza como mujer.

Sabiendo esto ahora, no resulta raro que twigs haya querido titular su segundo álbum de estudio “MAGDALENE”, ni que el punto de partida de este haya sido su single “cellophane”, el cual cuando comenzó a escribir vio desde el primer momento una unión estética con el baile que ha entrenado. Así, este es el core de un videoclip en el que la artista baila en soledad ante un público que espera verla fracasar hasta caer en los fangos de sus propios pensamientos esquizoides. Paralelamente, en la canción cuenta cómo la gente espera que fracase en una relación que la artista centra en los momentos de soledad dentro de ésta.

Aunque FKA twigs solo haya lanzado previamente un álbum, su status como artista está más que entendido como pionera en abrir la senda del R&B más experimental y el pop vanguardista. Su debut “LP1” es una obra que rompía todos los esquemas ofreciendo producciones opulentas, incómodas e impredecibles. En “MAGDALENE” sin embargo, la artista se opone a esos excesos, llevando la producción a lo alto en momentos más puntuales. 

Esto no quita que gran peso del álbum sea una esmerada producción electrónica (de hecho, es el principal pilar de este disco) con cada beat en su sitio, eso si, llevada más al intimismo y dejando transpirar la voz soprano de la cantante, la cual permanece inquebrantable incluso en los momentos de sintetizadores más violentos para que se exprese de manera cristalina. Dejando claro que ha sido la propia FKA twigs la que le ha metido mano a todas sus canciones en este aspecto, el resto de productores que figuran en el álbum son sorprendentes: si bien ha sido Nicolas Jaar el segundo “capitán”, en los créditos encontramos nombres como el de Skrillex, Cashmere Cat, Oneothrix Point Never, Jack Antonoff, Arca o Benny Blanco.

El primer tema del álbum es “thousand eyes”, un ultimátum por parte de twigs a su pareja antes de salir por la puerta a modo de amenaza. Este cuenta con un logrado trabajo vocal y coral de aire teatral que se complementa con arreglos suaves de piano contrapuestos a otros de producción arrolladora. “home with you” habla sobre el tener que ser lo suficientemente fuerte como para saber que no tienes que volver con alguien. Llama la atención cuando referencia al comienzo el dolor que le producían sus tumores mencionando las frutas con las que fueron comparados por su médico (por el tamaño). En este track el piano también está presente, salvo que esta vez se usa para promover la tensión y la rabia de la cantante, quien pasa su voz por un filtro pseudo-monstruoso al que le rodean golpes de sonido industriales.

Puede que “sad day” sea de las canciones menos alternativas de este “MAGDALENE”, pero eso no quiere decir que su producción no sea igual de espectacular. Los torbellinos sintéticos tras los estribillos van ganando complejidad y fuerza a medida que avanza la canción, así como el sentimiento de desesperanza de twigs, quien cada vez es más consciente de que el fin de su amor se acerca sin tener oportunidad de salvarlo. “holy terrain”, por su parte, incluye elementos más familiares del trap, el pop y el R&B. Cuenta además con la colaboración del rapero americano Future, quien según la propia artista en esta actuación explota su lado emo al máximo.

“La idea de que María Magdalena y Jesús fueran amantes está ahí, y que la gente piense que esto pudo haber pasado es potencialmente muy peligroso para la historia de la humanidad. Lo fácil es decir que era pu*a y así devaluarla, pero yo la veo como una figura a la misma altura que Cristo, a quien acompañaba curando a la gente”. Esto es lo que twigs cuenta a Zane Lowe en una reciente entrevista sobre lo que piensa de su principal inspiración para su disco, y en la canción “mary magdalene”, la británica extrapola el papel de su referente fuera de su papel bíblico para hablar de ella en todos sus aspectos, incluyendo el del sexo y el deseo. Musicalmente, la carga emocional de la canción va creciendo gracias a la progresiva intervención de synths.

En “fallen alien”, la artista relata a la perfección el momento en el que comienzas a perder el afecto con alguien, te desenamoras y empiezas a ver las cosas malas de él. Se puede percibir la ira con la que las letras son interpretadas, perdiéndose entre sonidos electrónicos futuristas, voces artificiales y ritmos acelerados. “mirrored heart”, por su parte, es un track contemplativo en el que twigs sufre por no haber encontrado la pareja perfecta en cuyo corazón se puede reflejar, y no resulta raro que este sufrimiento le lleve al estado de “daybed”, en el cual busca un chute de endorfinas fácil durante un estado depresivo a través de una masturbación desganada. Es perceptible cómo los sonidos que acompañan a ambas canciones se notan más tristones y lentos.

Volvemos a hablar de “cellophane” ya que es la canción que cierra el álbum y, aunque fuera musicalmente chocante cuando fue destapada como sencillo por alejarse del estilo predecesor de la inglesa, todo termina de cobrar sentido cuando se escucha en este instante y sirve como la última pieza de puzzle perfecta que mantiene toda la atmósfera creada en “MAGDALENE”. Ya puedes escuchar el segundo álbum de FKA twigs al completo pinchando a continuación: