En los últimos dos años, ha sido evidente el constante nacimiento de nuevos festivales y promotoras. Fechas solapadas, cancelaciones y males gestiones están en nuestro país a la orden del día. De hecho, prácticamente nos hemos acostumbrando a estas situaciones. ¿Hasta qué punto estamos ante un problema?

Cuántos casos conocemos de festivales diferentes que se celebran en la misma fecha. Medusa Sunbeach, Dreambeach Fest y Delirium Festival por un lado, Los Álamos y BBF por otro, Bilbao BBK Live, Weekend Beach Festival y  Mad Cool Festival también se celebran durante prácticamente los mismos días… Son estos algunos de tantos ejemplos que podemos comentar para que apreciéis hasta que punto esto sucede.
Todo esto casi llega a un nivel superior el año pasado, aunque finalmente todo quedó en nada (ya que no se podía confirmar la seguridad de los asistentes debido a que se realizaban los festivales durante el fin de semana de elecciones, por lo que el 4every1 se aplazó a septiembre). A Summer Story y 4every1 Festival en el año 2016 casi celebran sus ediciones en la comunidad de Madrid durante los mismos días; dos carteles absolutamente bestiales casi compiten en prácticamente la misma región por un público dividido.

Cómo dijimos al principio, esto no es todo; ¿Cúantos festivales han terminado en una cancelación, por irregularidades, promiscuas organizaciones o malas gestiones?
Enumeremos algunos casos: Wem Music Festival, Utopía 2017 (promotora que prometió edición en este año y han desaparecido por completo), Marenostrum Music Festival, Monegros Desert Festival, SevillaLand, Territorios Sevilla, MotorSound, ElectroBeach…

La mayor parte de estos festivales son cancelados sin problema alguno; un comunicado basta para derrotar a miles de asistentes que tras obtener el desplazamiento, estancia y la propia entrada, ven como aquel evento con el que soñaban se cancela de un día a otro por motivos ajenos a ellos mismos.

Realmente estamos ante un grave problema. En España, el panorama musical no está en un buen momento, no tanto porque no haya materia prima, ya que talento sobra, sino que tanto público como organizaciones dejan a veces mucho que desear. No hay que irse muy lejos; cuando un festival confirma x artista… ¿Cuántas veces habéis visto respuestas del estilo “vaya basura de confirmación”, “a ese no le conoce nadie” o “decepción absoluta”?
Entender que no siempre todo puede estar a tu gusto es algo que en nuestro país cuesta, y mucho. Tanto el público crea mal ambiente como las organizaciones se pisan entre sí fechas, teniendo como consecuencia evidente que al público dividirse, el aforo que acude a cada evento es menor.

365 días del año y 3 festivales diferentes llegan a coincidir en la misma fecha. Una simbiosis musical es necesaria; quizás una organización ajena a todas las promotoras e imparcial debiera controlar el apto desarrollo de las organizaciones, pudiendo crear incluso un calendario amplio de festivales, con la intención de  que estos no coincidan en fechas. Por desgracia, la posibilidad de que esto ocurra es bastante escasa, ya que en nuestro país colaborar entre todos parece algo milenario.

O empezamos a tomarnos en serio tanto la aparición de nuevas promotoras o nuevos festivales, y el público comienza a actuar de la manera que debe, o la música electrónica, la cual se encuentra en escala ascendente y el nivel de los eventos en España será cada vez menor. La confianza por parte de los artistas en los festivales españoles será prácticamente nula si esto sigue sucediendo.

El mayor enemigo del ser humano es él mismo, y esto también se aprecia en este mundo musical.