El tercer disco de London Grammar, “California Soil”, abre a la banda un nuevo mundo de posibilidades, más se tropiezan con alguna piedra de su propio jardín
En una entrevista para NME, la vocalista y frontwoman de la banda británica London Grammar, Hannah Reid, pone de manifiesto la misoginia (que define como algo primitivo y por ello difícil de deshacerse) que se encuentra presente aún en el mundo del espectáculo y la música. En esta además confiesa sentirse víctima de este panorama y ejemplifica con varias situaciones personales, ocurridas en los últimos años, lo difícil que es para una mujer al frente de una banda como ella hacerse valer.
No es por tanto muy extraño que este sea uno de los temas centrales ocupados en “California Soil”, el tercer y esperado álbum del trío formado por Hannah, el teclista Dot Major y el guitarrista Dan Rothman. Este llega 4 años después del maravilloso “Truth Is A Beautiful Thing”, y aun así desde 2017 hemos escuchado al grupo en un número de veces que se pueden contar con una mano.
En su tema homónimo, la cantante usa un símil de los hombres como la ciudad norteamericana para contar que se dejó el orgullo enterrado en su barro. Ello lo hacían con un sorprendente nuevo registro que destapaban a modo de segundo single en el que aumentaban las capacidades de esa faceta trip-hop oscuro que llevan mostrando desde sus inicios de una manera más tímida.
Es con esa timidez e introversión con la que Hannah Reid quiere romper y dar un golpe sobre la mesa. Así, London Grammar abre su abanico de posibilidades en este nuevo disco para intentar hacerse más grandes. Para ello han contado con la fiel mano en la producción de George FitzGerald, aclamado productor y DJ inglés que visitó nuestro país el último verano disfrutable que tuvimos.
Las auras electrónicas respiran a su albedrío en algunos de los cortes de “California Soil”. Sin embargo, estas parecen muchas veces lastradas por la corrección de la banda cuando podrían alcanzar esa libertad total ansiada mencionada por Hannah en la entrevista. “Lord It’s A Feeling” es un claro ejemplo de ello. En esta, la dinámica de sus versos va creando una sensación de bola de nieve creciente envuelta en sintetizadores y que trata de estallar en un segundo post-chorus. Sin embargo, su fuerza comienza a disminuir antes siquiera de que puedas disfrutar de su crecimiento. Esto no quita que sea una de las canciones que más nos haya gustado del disco, pero da rabia tener tan cerca la perfección. La dramática “Lose Your Head”, la bailable “How Does It Feel” o la sinuosa “Baby It’s You”son otros de los cortes que presentan a la banda como un acto más upbeat.
La segunda parte de “California Soil” respeta más las raíces de London Grammar. Eso si, en estas canciones se explotan muchos más los recursos de gran orquestación o conjuntos de voces que ayudan a romper con la monotonía con la que alguna vez los ingleses han sido criticados. La serenidad y flexibilidad vocal de “All My Love” o la genialidad en la composición de “America” son probablemente los puntos más fuertes de esta segunda mitad.
Valgan estas palabras como ánimo a que London Grammar termine de confiar en si mismos y en su capacidad de adaptación, para así conquistar otros ámbitos con ese estilo tan personal y mágico que han brindado desde sus comienzos. Ya puedes escuchar a continuación “California Soil” al completo: