Medusa Sunbeach Festival 2.0: La parte oscura de la jungla

Sois muchos los que habéis seguido por redes sociales nuestros problemas con Medusa, hemos decidido esperar lo suficiente como para hablar objetivamente del festival y también para contar en otro artículo nuestra experiencia negativa. Así que, aquí está.

Hoy os vamos a explicar desde el principio nuestros problemas con Medusa de una forma clara y objetiva, contando la realidad y nada más que la realidad. Este artículo no busca faltar al respeto a nadie ni generar problemas, pero consideramos que lo negativo también tiene que ser contado.

Empezaremos desde el principio, ya que los pequeños problemas se han ido notando tiempo antes del inicio del festival. Cuando desde nuestro medio solicitamos las acreditaciones, nos pusimos manos a la obra para elaborar una guía sobre Medusa y otros artículos relacionados para poder promocionar así este evento. Lo cierto es que la comunicación vía correo electrónico fue muy escasa y no tuvimos respuesta a nuestras dudas hasta la semana del propio festival, semana en la que nuestros redactores empezarían a hacer los viajes pertinentes para acudir al evento. Alguna de nuestras dudas era saber si tendríamos algún tipo de “exclusividad” por acudir con acreditación, como en festivales como el 4every1, festival en el que facilitaron tiendas de campaña a los acreditados. Se nos respondió que no, y cargamos con nuestra tienda como un asistente estándar, cosa que no nos pareció para nada negativo, al contrario, cada festival tiene sus protocolos de funcionamiento y son totalmente respetables. Otra cosa que nos preocupaba era la disponibilidad de cargadores y Wi-Fi, ya que para nosotros era necesario cargar los smartphones donde podríamos compartir todo por redes sociales y también la cámara fotográfica con la que trabajaríamos. Se nos respondió que habría una zona de prensa para poder hacer estas gestiones, cosa que no estuvo disponible hasta el viernes, excepto el Wi-Fi, que ni siquiera estuvo disponible para los asistentes que habían pagado por él.

Al llegar el miércoles por la mañana, observamos unas colas inhumanas, por lo que nos pusimos en contacto con el jefe de prensa para consultar si tendríamos algún tipo de acceso para acreditados, como sería lo normal. Se nos dijo que no, por lo que tuvimos que dialogar con los diferentes seguridad para poder obtener nuestra acreditación sin soportar las colas. Los trabajadores fueron muy amables, ya que tuvieron en cuenta que nosotros también queríamos hacer nuestro trabajo. Esto no quiere decir que no pasamos por los controles, ya que tras poder acceder a la caseta donde nos facilitaron las acreditaciones, tuvimos que superar el acceso previo al campingPara esta edición, sabíamos que contábamos con limitaciones como no acceder a los fosos o escenarios para hacer fotos, sin embargo, nos pondrían una zona de prensa, donde podríamos cargar el móvil, cámara, portátil, etc. y unas consignas donde podríamos guardar todo lo anterior. Esa noche, a causa de la tormenta, gran parte del camping se vio afectada, muchas tiendas de campaña salieron volando, algunas zonas se inundaron y hubo gente que tuvo que ser re-ubicada en otras zonas, puesto que se cayeron los palos que sostenían las lonas encima de las tiendas de campaña, con todo esto, nosotros intentamos mantener a salvo el equipo que llevábamos, sin obtener ninguna solución por parte del departamento de prensa.

Jueves tarde contactamos con el jefe de prensa para preguntarle si era posible acceder al recinto mientras daban los últimos toques y así compartir con nuestros seguidores cómo pintaba todo la primera noche de festival. Hemos recibido una respuesta muy tajante, ya que no nos estaba permitido el acceso y a mayores se nos añadió que “no tenemos que trabajar porque el festival todavía no había empezado”, que “teníamos que limitarnos a ir al festival cuando empezase y simplemente acudir para escribir la crónica”, que “nuestro trabajo no era más que eso”.

Pero antes de entrar en estas cuestiones, es necesario explicar un par de detalles más. Nuestra redactora Motharmy, muy conocida en redes sociales por su admiración por Kryder, consiguió tras su exitosa pancarta a favor del artista en A Summer Story, contactar con el inglés. El propio artista estuvo en todo momento interesado por volver a ver a nuestra redactora para así hacerse una foto con ella y su cartel. Fue en el momento en el que nos confirmaron como acreditados, que Kryder facilitó a Motharmy el correo electrónico de su manager y mujer, Samantha, para que ésta facilitase unos pases VIP: acceso a backstage para así conseguir la ansiada foto. Una vez en el festival, la organización consideraba el ticket facilitado por el artista como “ticket de acceso general” lo que no nos permitía acceder a backstage. Con un palpable cabreo, nos pusimos en contacto con Samantha, que incrédula con lo que estaba pasando, contactó con la organización de Medusa. Al cabo de unas horas, la mánager del inglés nos comentaba que no recibió ninguna respuesta por parte de la organización a su pregunta de “¿por qué no recibe el pase VIP nuestra invitada?” por lo que nada se pudo hacer en esta cuestión. Fue tras el set de Kryder, que el inglés bajó a saludar a sus fans y charló con nuestra redactora, quien le explicó lo que había pasado, ya que Kryder esperaba recibirla en backstage.  Con el permiso del artista, Motharmy y otro de nuestros redactores, Daniel, accedieron a backstage. Fue allí donde expusimos nuestro problema también a responsables de Axtone Records, quienes nos autorizaron a quedarnos allí. Si lo pensáis fríamente, si no fuera por el problema con Medusa respecto los VIP, podríamos acceder al backstage desde el minuto 1, porque contábamos con un ticket otorgado expresamente por el artista. ¿Porqué os explicamos todo esto? Porque fue aquí, entre bastidores, donde conocimos a miembros de medios tales como Electric Line o Mainstage Magazine, que también habían tenido algún tipo de malentendido con miembros de la organización. Tras charlar un rato con ellos, una amistad enorme se había afianzado y los números de teléfono volaron de un móvil a otro para poder quedar lo restante del festival. Dos de nuestros miembros, Roberto García (fotógrafo) y Gonzalo (redactor) esperaban en Tent disfrutando de las actuaciones para ver si ellos podían acceder al menos cinco minutos para fotografiar a artistas. Fue a 10 minutos de finalizar la actuación de D.O.D y por lo tanto, finalizar todas las actuaciones de Axtone cuando nos permitieron la entrada nuestros otros dos miembros. Retened este dato, ya que será importante a posteriori.

Amanecía el viernes y seguíamos con la incertidumbre de la zona de prensa, ya que jueves no había sido instalada y nuestro equipo de trabajo sobrevivía como podía con la batería muy escasa. Plenamente centrados en trabajar y realizar la entrevista que teníamos concertada con Dimitri Vangelis & Wyman, nos adentramos en el festival. Esa noche sí estaba disponible la zona de prensa, a la que acudieron Roberto García y Motharmy, únicos acreditados. Accedimos acompañados de otro de los compañeros que conocimos en backstage la noche anterior, que desconocíamos a qué medio pertenecía pero creíamos que iba acreditado. Cuando estábamos en zona de prensa, vemos salir con furia hacia nuestra redactora al que parecía el jefe de prensa, que a escasos centímetros de su cara, empezó a gritar si nuestro acompañante en cuestión venía con nosotros. La respuesta fue porque obviamente nos había acompañado, pero no entendíamos el por qué de su furia. Fue entonces donde preguntó si venía con Loud Cave, pregunta que nos dejó de piedra porque no era así, sin poder responder, se nos dijo que estábamos desacreditados y que nos fuéramos ya del festival. Fue entonces cuando la persona que nos acompañaba dijo que se iba él de la zona de prensa, para así apaciguar la situación. Acto seguido, el jefe de prensa continuó gritando a nuestra compañera, cosas como “¿Sabes cuántas bromas queremos aquí? CERO” “Si no sois profesionales fingid serlo” y otras muchas cosas que, con la tensión del momento y la incredibilidad de la situación no recordamos. Lo ideal sería que nos diese un minuto para poder explicar la situación, pero la furia era tal que fue imposible. Tras esta situación de máxima tensión, el jefe de prensa rectificó y nos permitía seguir trabajando. Salimos como una bala a pedir explicaciones a la persona que nos acompañaba, que al parecer no contaba con acreditación y le había explicado al jefe de prensa que venía con nosotros para apoyar nuestro trabajo. La situación fue surrealista, ya que sólo conocíamos de la noche anterior en backstage a nuestro acompañante y no nos había explicado previamente que le diría eso al jefe de prensa. Esta situación, ajena a nosotros, se magnificó tras publicar un tuit en el que comentábamos que hubo dos pequeños fuegos en el Mainstage, que fueron atajados eficaz y rápidamente por los medios de emergencia. Continuamos con nuestro trabajo, esa noche pudimos hacer fotos increíbles a Yellow Claw, Alesso y nuestros futuros entrevistados Dimitri Vangelis & Wyman, pero esta entrevista jamás llegó ya que ningún miembro de seguridad nos reconocía como prensa y no tuvimos forma de contactar con los artistas tras su set.

El problema real llega el sábado por la mañana, y si habéis leído con detenimiento el artículo, no entenderéis el porqué de lo que viene a continuación. Nuestro fotógrafo Roberto García recibió una llamada del jefe de prensa en la que se le acusaba de haber molestado en backstage y que se habían quejado expresamente de él. Esto es imposible, ya que nadie en backstage conocía su nombre, puesto que como comentamos anteriormente, accedió en los diez últimos minutos de los shows de Axtone. A esta falsa acusación, se sumaron amenazas por haber publicado el tuit mencionado antes sobre los fuegos, alegando que no podemos publicar esa información. A mayores, se nos acusó de compartir más tuits sobre Dreambeach que sobre Medusa, algo normal si tenemos en cuenta lo que conlleva subir vídeos a plataformas sociales sin el Wi-Fi que se nos había prometido. Se le sumaron diferentes insultos y mentiras para desacreditar a nuestro compañero, que recibió la orden de que en tres horas debíamos desalojar el camping o se haría por la fuerza. Así lo hemos hecho, hemos cogido nuestras cosas y hemos desaparecido del camping esa última noche. Se nos dijo que el último día no nos estaba permitido acceder como prensa y que si el propio jefe de prensa nos encontraba por cualquier parte del festival, nos echaría con ayuda de los guardias. Moviendo contactos, conseguimos que otro de los miembros de la organización calmase las aguas y quedase simplemente en que ese día acudiéramos sin intención de trabajar, lo que truncó nuestra entrevista con Garabatto. En esta llamada se nos amenazó para que borrásemos los tuits en los que hablábamos sobre las incidencias, las palabras textuales fueron:

“Yo controlo el Medusa, yo soy el jefe de todo esto, os doy 1 minuto para que borréis los tweets, gilipollas”

Tras un minuto nos vuelve a llamar, esta vez nos dice:

“Me voy a encargar personalmente de que no entréis a ningún otro festival en España, sois unos gilipollas y no sabéis con quien estáis hablando, yo soy el jefe aquí, yo controlo todo esto, vosotros no sois nada, aquí mando yo”.

Junto con nosotros, los compañeros de Electric Line, recibieron amenazas, esta vez, no solo verbales, también físicas, en su caso, Ibai Cereijo les llevó tras el escenario, a una zona con poca visibilidad y sin nadie que pudiera observar lo que sucedía, los agredió, insultó y amenazó, por lo que fueron a denunciar lo sucedido a un centro de salud y con el parte médico a la Guardia Civil. Como a ellos, a Mainstage Magazine, a los que les canceló absolutamente todas las entrevistas porque según él:

“No puedo creerme que las agencias de los aristas que me has dicho hayan concedido entrevistas a un medio con 878 likes en Facebook, seguro que habéis mandado un mail y os han respondido que ya verán. Por lo que a mi respecta no tenéis ninguna entrevista concedida.  (…) Entiendo que me queréis tomar el pelo y os voy a negar todas. Quizás hasta os revoco la acreditación.”

Publicamos este artículo para invitar a la reflexión y pensar en si hay algún motivo de peso para la amenaza o la agresión. Muchas personas, tras el revuelo con los diferentes medios, publicaron cosas como “medios pequeños que tienen una web, se creen alguien y vienen aquí pidiendo privilegios”. Desde nuestra humilde cueva, consideramos que sólo en España es un privilegio que NO se falte al respeto.

Total
0
Shares
Prev
Crónica Medusa Sunbeach Festival 2017

Crónica Medusa Sunbeach Festival 2017

Hemos vivido un montón de experiencias interesantes en esta edición de Medusa

Next
Monthly Urban: Agosto

Monthly Urban: Agosto

¿Que tal cavernicolas?

You May Also Like

¡Entérate de todo el primero!

Suscríbete a nuestra newsletter y entérate de todo antes que nadie. Prometemos que no vamos a ser pesados.