El productor nacido en Georgia explora los límites de la música bass en su debut en largo
Nitepunk está destinado a cambiar la electrónica. Lasha Mamulashvili, como se le conoce formalmente, irrumpió hace relativamente poco en la escena musical con un sonido muy original y un estilo totalmente único y personal. El artista de Georgia se empezó a hacer notar gracias a su talento con las remezclas junto con sus sonidos estridentes y enérgicos, con muchísima influencia del breakbeat y, sobre todo, con The Prodigy.
En poco tiempo, su nombre empezó a aparecer en sellos como Disciple Round Table, Never Say Die, Circus o incluso Monstercat hasta acabar afianzándose en HARD Records, sello de Joyryde y por donde ha sacado sus últimos singles. Siempre manteniéndose fiel a su estilo y sonido con el cual se le reconoce rápidamente a los pocos segundos de escuchar un tema suyo.
Esto mismo es lo que usa como carta de presentación en su primer álbum de estudio, ‘HUMAN‘. En él, ha desarrollado una identidad y dejado claras sus amplias posibilidades como productor, pero con una idea clara desde la primera a la última pista y un sonido experimental que vira desde el breakbeat hasta el glitch hop, pasando por el dubstep o incluso por el bass house. El álbum está constituido de 15 pistas que te harán contener el aliento.
El álbum empieza de la mejor forma posible con ‘Grounded‘ que nos introduce en el mundo de Nitepunk ayudándose con unas notas de piano que crean un latemotiv que no desaparece hasta el drop, donde encontramos el clásico sonido de Nitepunk y su percepción del breakbeat. Esta pista nos lleva hasta ‘Hyperdust‘, que podríamos tildarla como la expresión más cercana a la velocidad, hecha música. Como ya os explicamos en nuestro Selection 337, rompe las barreras del breakbeat con un ritmo contundente y un bajo que te envuelve.
Este ritmo frenético se mantiene con ‘I Know That You Know‘ donde el breakbeat comparte protagonismo con la vocal, en un gran trabajo colaborando con X&G, dúo que recientemente ha fichado por Sable Valley. Siguiendo con la misma tesitura tenemos ‘MTV‘, que mantiene los ritmos rotos añadiendo esos sonidos estridentes que conocemos en Nitepunk.
‘Flow‘ y ‘Point‘ son dos pistas que ya salieron, igual que la anterior, y en su momento y nos hicieron disfrutar. Evidentemente no podían faltar aquí, bajando el ritmo pero no la intensidad. La segunda incluso podría etiquetarse como “clubbing” teniendo en cuenta que Habstrakt le añade su bass house.
En ‘Spider‘ vuelven los bajos envolventes en primer plano a la vez que se desarrolla un background más oscuro, especialmente en el break. Esta oscuridad persiste con ‘I’m Not Yours And You’re Not Mine‘, que se mantiene contrastando con una vocal con mucha personalidad por parte de Yianna. Pero todo este panorama se rompe en ‘Too Hot To Touch‘, donde predomina un sonido más salvaje y desgarrador. Incluso en la vocal, que suena totalmente cruda en los estribillos.
Llegamos a EL tema. ‘Miracle‘ se ha ganado todos los números para ser imagen y seña del disco y, en especial, del propio Nitepunk. El sampleo de una flauta de un conocido tema de eurodance, junto con las voces y una percusión muy presente lo convierten en un increíble hit. Este queda separado de los temas adyacentes gracias a ‘Move Ahead‘, que hace de interludio hacia la parte final del disco.
Aquí entran ‘Nephilim’s Drama‘ y ‘Sober‘, dos pistas donde predomina un sonido más experimental y “trippy”. Ambas pistas tienen un ritmo mucho más relajado que las anteriores, mostrando de esta forma las diferentes facetas de Lasha en la producción.
Para rematar nos encontramos con los dos temas más “alegres” del disco. ‘Black & Colors‘ contiene un sonido más reminiscente, pero sin perder su ritmo enérgico. Este tema se autodescribe con el propio título: oscuro y colorido. Por otra parte, ‘Better Off‘ pone el cierre con una vocal que te agarra el pecho y una melodía que termina en un solo de guitarra haciendo de puente mientras el tema va despidiéndose de nosotros con la vocal en bucle y un “decrescendo” de toda la pista.
El primer capítulo de la vida de Nitepunk está cerrado. Esto no es más que el punto de partida del mismo artista hacia su éxito, del cual no tenemos ni la menor duda que acabará alcanzando más tarde o más temprano. De momento ya ha podido demostrar de qué es capaz.