“Dawn FM” emula una retransmisión radiofónica con el mismísmimo Jim Carrey de locutor y el estilo ochentero de la música del canadiense
Si no eres extremadamente joven, seguro que alguna vez has estado en el coche de tus padres o en el tuyo propio con la radio puesta enmedio de un insufrible atasco, y la voz del locutor seguida por una sucesión de canciones iban amenizando este momento de agobio. Pues este es el concepto principal de “Dawn FM“, el flamante nuevo disco de The Weeknd con el que nos sorprende (y de qué manera) una vez más. Y es que probablemente nadie se esperase en pleno enero, cuando aún estamos saliendo de las fechas navideñas, el quinto disco del canadiense. Y menos aún sin un previo aviso y con la mayoría de pistas inéditas.
Siguiendo la estela que le lleva dando éxito tras éxito, Abel Tesfaye vuelve a apostar por un sonido ochentero plagado de sintetizadores, baterías fluidas y guitarra y bajo acompañando a su inconfundible voz. Además de ello, la idea de la locución radiofónica trata de crear un hilo conductor tema tras tema, evitando la reproducción aleatoria de Spotify como planteó Adele en su último álbum.
En cuanto le damos al play, The Weeknd nos conduce hacia ‘la luz al final del tunel’, concepto principal que mantiene en los dieciséis cortes del disco creando una narrativa en la que nos llevaría al purgatorio, por decirlo de alguna manera. Pero la voz que escuchamos no es la de Dios, sino la de Jim Carrey con un tono relajante. Éste nos introduce en “Dawn FM, la emisora 103.5 FM” para disfrutar de una hora de música sin cortes.
Quizá esto puede llegar a hacerse cansino a lo largo del disco debido a algún jingle y alguna intromisión de Jim entre tema y tema si lo que te interesa es sólo la música, pero el trato a esta idea-concepto ha sido lo más sutil posible para evitar llegar a este punto. Esto también incluye al corte “A Tale By Quincy“, donde escuchamos a Quincy Jones, productor de “Thriller” de Michael Jackson contando un relato real de su vida sobre una pista instrumental y separando en dos partes el disco a modo de interludio.
Pero vayamos paso a paso. La primera mitad del disco trae los temas más rompedores del mismo, con un ritmo muy bailable y discotequero, empezando por “Gasoline” y acabando en “Sacrifice“, donde cada una de estas pistas es un hit en sí misma. Dentro de estas figura también el exitazo “Take My Breath“, rompiendo con el actual esquema de canciones ‘de bolsillo’ de duraciones exageradamente cortas y haciéndonos disfrutar durante sus 5:40 minutos. “Sacrifice” mantiene un ritmo frenético con una guitarra en loop y su contraparte “How Do I Make You Love Me?” hace lo propio con unos sintetizadores electrizantes.
La segunda mitad del disco es la que más canciones contiene, esta vez con un ritmo más lento y entrando en escena las dos colaboraciones. Por una parte tenemos a Tyler, The Creator, que hace su aparición en “Here We Go… Again” con una preciosa balada. Por otro lado, Lil Wayne acompaña a Abel en “I Heard You’re Married“, una canción que ha levantado la teoría de que la letra va por Ariana Grande.
El punto y final lo pone de nuevo Jim Carrey haciendo su papel de locutor con “Phantom Regret by Jim“. El actor recita un monólogo en el que nos lanza el mensaje que The Weeknd ha querido transmitirnos con este álbum. Aquí vuelve a mencionarse la presencia de Dios y el purgatorio, y de cómo afectó el pasado de Abel a su vida. ‘Tienes que ser el cielo para poder ver el cielo. Que la paz esté contigo’.
Sin duda, The Weeknd ha acertado una vez más en toda la composición del álbum y se posiciona como el rival a batir entre los demás artistas internacionales. Los 51 minutos de “Dawn FM” son un disfrute para cualquier público, pero por si se te quedase corto el álbum, esta última semana se ha lanzado también “Dawn FM (Alternate World)“, una versión extendida del mismo que te dejamos aquí abajo, en la que incluye dos remezclas: una de Swedish House Mafia a “Sacrifice” y otra de Agents Of Time a “Take My Breath“, además del ya conocido “Moth To A Flame“, tema que sacó con el trío sueco a finales de año.