El club madrileño Twist celebró con gran éxito su 20 aniversario en el lugar de la electrónica por excelencia

Foto de portada por @davidxshoot
Twist DnB Club cumple 20 años, pero para ellos no ha sido un paseo. De hecho la crónica de hoy relata un gran logro, algo prácticamente histórico dentro del ecosistema de fiestas de Madrid.

Históricamente, el drum n’ bass ha sido un subgénero de música electrónica que, en cuanto a escena musical, ha quedado relegado prácticamente en su totalidad al territorio andaluz. Mientras que allí algunas de las fiestas y promotoras más populares giran en torno a este género, en otros lugares de la Península como Madrid, llevar a cabo eventos de este tipo con éxito nunca ha sido tarea fácil. Pero ahí ha estado Twist Club, con sus altos y sus bajos, intentando mantener siempre viva la última llama del DnB en la capital. Quizá sea por la popularidad del género en los últimos años, por la progresiva desaparición de las etiquetas a la hora de escuchar música, por la fiebre de los eventos musicales en vivo post-pandemia o una mezcla de todo, pero ha sido ahora, después de 20 años, cuando Twist ha logrado hacer realidad lo que siempre había querido.

Esto es, llevar su fiesta al templo de la electrónica de Madrid y uno de los más grandes de todo el país: Fabrik. Acostumbrados a las fiestas organizadas por la propia sala, que giran alrededor del hardstyle, hardcore, techno y remember, principalmente, llevar allí el drum n’ bass es sin duda un hito. Además Twist no lo hizo de cualquier manera, ya que formó un cartel con presencia de DJs internacionales de primer nivel y para gustos variados.

Para no andar con más rodeos, pondremos la cámara rápida hasta el momento de la verdad. El famoso parquin de Fabrik no parecía estar en su punto álgido de afluencia, pero grande fue la sorpresa de encontrarnos con que la mayoría de gente ya se encontraba dentro del espacio antes del primer DJ internacional. Sobre la medianoche pinchaban los Dub Elements y la sala principal de Fabrik estaba plagada de personas bailando y disfrutando como no nos podríamos haber imaginado. Desde ahí la noche solo fue a más en todos los sentidos; era verdaderamente el día más especial para el drum n’ bass en la capital en años.

Cuando ya habíamos comprobado que eso que estábamos viendo era real, Netsky se subió a la cabina como primer artista principal de la noche. Dentro de que es una importante figura del drum n’ bass moderno, es también un artista bastante comercial, algo necesario también para el comienzo de la noche. El artista belga tuvo aún así sus momentos más cañeros con el DnB, así como probó con otros sonidos como el future bass o incluso algún drop de techno. La variedad musical representa su figura como productor y se vio reflejado en su sesión.

Lo melódico iría cada vez escuchándose menos pues los siguientes en salir al ruedo fueron Camo & Krooked. En su caso también escuchamos melodías y vocales en sus producciones, pero alguien les debió chivar que Madrid tenía muchas ganas de saltar con drum n’ bass y se lo tomaron realmente en serio. El dúo austriaco levantó el suelo de la pista durante una hora y media en la que agresivos drops iban sucediendo sin pausa. Pincharon muy pocos de sus propios temas y cuando lo hicieron, la mayoría de veces fue con remixes y edits que no permitieron que la gente dejase de saltar en ningún momento. Aún así, su aclamado álbum Mosaik (RAM Records, 2017) estuvo presente, así como temas que todo el mundo quería escuchar, entre ellos ‘No Tomorrow’ y ‘Sientelo’. Una locura de sesión en la que al ambiente del lugar era el soñado, con cientos de fans del género disfrutando y pogos ocurriendo de tanto en cuanto.

Para los asistentes que no se rigen tanto por los boyantes nombres internacionales, la sala contigua acogía mientras a grandes DJs nacionales como pueden ser Frannabik o Loop Stepwalker en un espacio menos monstruoso que el principal.

Dos últimos artistas venidos de fuera de España se encargarían de acabar de desatar la potencia del aniversario de Twist; primero Enei y después Black Sun Empire. Ambos con un perfil muy neurofunk y una gran destreza a los platos. Por parte de Twist, Sazer y Zenoura darían el petardazo final con media hora de deep drum n’ bass.

Diríamos que esto ha sido un final feliz para una promotora como es Twist, que lleva apostando 20 años por este tipo de eventos y que por fin ha tenido su gran momento, pero dudamos horrores que se vayan a conformar con esto. Después de comprobar de primera mano que en Madrid hay muchas ganas de drum n’ bass, esto puede ser el comienzo de una gran y bonita época para el género en la capital.