La artista catalano-granadí rompe con todo lo anterior de su repertorio y nos deja un álbum lleno de canciones con las que perder el control.
Aunque siempre ha estado asociada a la música urbana, Albany no ha querido atarse nunca a un estilo específico. Eso no quita que con la llegada de su nuevo álbum hayamos notado un cambio bastante radical en su música, que pasa a ser en este proyecto lo que conocemos como rage trap. Realmente de moda en Estados Unidos y cada vez más popular en España, esta corriente dentro del trap se caracteriza por los beats ‘espaciales’, extravagantes, con el bajo muy marcado, y voces distorsionadas y reverberadas. A Albany no la habíamos escuchado nunca antes en este estilo y en este “XXX” deja constancia de que sabe muy bien cómo aprovecharlo; al igual que los productores que forman parte de este proyecto, claro, como son DRED BEY, Jambo, Kashlo y Harry Bass.
El álbum comienza sorprendiendo desde la primera canción; “XxX” es una especie de mix de varias de las canciones del álbum, algo que personalmente no habíamos visto nunca hasta ahora. Escuchamos trozos de las letras de las tres siguientes canciones sobre un beat cambiante que despliega ese potente rage trap desde el primer momento. En nuestra opinión, una muy buena forma de empezar el álbum y dejar claro a los oyentes que lo que van a escuchar durante los próximos 20 minutos son canciones realmente eufóricas y movidas.
Aunque vemos pocas colaboraciones, Albany se ha rodeado de aquellos artistas que rondan este estilo de música. “Chobits” es el segundo track y viene acompañado por Clutchill y Rojuu. Aquí destaca el contraste entre las tres voces, cada una con mucha personalidad. Sobre todo la de Albany, modificada de manera casi adictiva de escuchar por cómo se fusiona con la base.
En “Gyarados” se une Sticky M.A, artista particularmente familiar a este tipo de sonido. Cabe decir que en la mayoría de canciones de este proyecto la temática gira en torno a una persona a la que Albany quiere olvidar, no volver a llamar y los recuerdos de ésta que le vienen. Esta vez lo hace desde el ‘fronteo’ y la seguridad en sí misma. No así tanto en “Ice” con Bon Calso, la última de las colaboraciones, donde desde el rage Albany admite que le pesan los recuerdos.
El peso de este álbum no recae ni mucho menos en las colaboraciones, y es que Albany ha desplegado un abanico de hits en solitario. “Videojuego” fue el primer bocado que pudimos probar de este “XXX” y nos enganchó desde esa primera escucha. Es el ejemplo perfecto de cómo hacer un tema de rage trap, manteniendo el hype y soltándolo de golpe en momentos clave de la canción. “G” es otro breve corte que resume muy bien la energía de este álbum.
Albany tiene tiempo hasta de dejarnos un hilarante interludio donde a diferencia de otros artistas que lo usan para hacer alguna reflexión, separación entre partes distintas del álbum, etc. Albany lo utiliza para intercalar fragmentos de la cultura popular española con música de fondo, como la entrevista a la anciana del baptisterio romano, el discurso en inglés de Ana Botella, o un vídeo viral de La Reina del Brillo.
Después de este interludio entramos en la fase final de “XXX”, donde nuestra favorita es “(?)”. En este y en muchos otros de los temas del disco podemos ver como Albany no ha dejado de lado su forma de escribir, a pesar de que la voz distorsionada y las sonoras bases le quiten protagonismo. Esto también se nota en la canción que cierra el disco “Me da igual tu dinero”; aquí Albany vuelve por primera vez a un estilo más relajado, melódico y acompañado por una base de piano. En éste se hace fuerte y cicatriza sus heridas, como nos deja claro la letra.
Podemos decir que este cambio de registro musical le ha venido muy bien a Albany. No porque lo anterior fuera malo ni mucho menos, pero siempre es bueno ver a un artista probar cosas nuevas y hacerlo así de bien. Aún es muy pronto para decirlo, pero es posible que en un tiempo se hable de “XXX” como uno de los mejores álbumes españoles de este subgénero.