Saul Milton (Chase) y el MC IRAH dejaron una hora y media para el recuerdo en la cabina verde
Si el año pasado nos hubieran dicho que empezaríamos el 2024 viendo a una gran cantidad de personas en una fiesta de drum n’ bass, en Madrid, un jueves, probablemente no nos lo creeríamos. Resulta más impresionante aún cuando, quien consigue reunir a toda esa gente en su club, es una marca que en su origen parecía totalmente ajena a este tipo de sonidos. Pero así ocurrió el pasado jueves 25 de enero; Chase & Status y los DJs de Antídoto Club trajeron sus galas más británicas a la capital española para una noche realmente movida.
Dentro de la renovada programación que está ofreciendo Antídoto con su cambio de localización, llamaba la atención casi por encima de todo la presencia de uno de los dúos más míticos del drum n’ bass. Chase & Status llevan más de 20 años de carrera y aún así se encuentran en uno de sus mejores momentos; han estrenado un nuevo proyecto, han enganchado a nuevas generaciones con su estilo… Por eso no extrañaba tanto ver a una enorme cantidad de gente haciendo cola para entrar desde incluso antes de la 1 de la mañana.
Antes de la actuación estelar, YOSEF, como siempre, se encargó de prender primero la mecha. El residente de Antídoto, cada vez más polivalente, se ciñó a la temática de la noche que eran los ritmos rotos, pero con esos toques personales de urban en ciertas mezclas y de canciones reconocibles por todos como el ‘Dum Dee Dum’ de Keys N Krates.
Llegado el momento, Chase, de Chase & Status (en los DJ sets solo pincha uno de los dos) y su MC IRAH, subieron a la cabina verde para no dar respiro en la siguiente hora y media. Aunque el espacio que tiene la Sala Art (que por cierto suena de maravilla) alrededor de la cabina es bastante amplio, era complicado encontrar un hueco cercano al espectáculo; la gente estaba más que preparada. El último proyecto del dúo llamado 2 RUFF, Vol. 1 fue el gran protagonista de la sesión. Comenzó con algo más relajado como puede ser ‘Selecta’, pero rápidamente el ritmo y la intensidad aumentaron y comenzó lo que sería una sesión arrolladora en prácticamente su totalidad.
Escuchamos jungle, incluso jump up, todo tipo de ritmos rotos con los que hacer enloquecer al público drop tras drop. En esa masa de gente había muchos paisanos ingleses de Chase & Status que habían asistido a la llamada de una de sus músicas autóctonas; también fans españoles y de otras nacionalidades, así como gente que quizá no era tan fan y fue a probar, aunque estos eran la minoría por lo que parecía. Todos ellos saltaban y bailaban al ritmo de temas como ‘Get Got’, o ‘Tough Talk’, y a otros más míticos como ‘No Problem’, del que escuchamos una versión ‘hard dancera’.
El broche no podía ser otro que ‘Baddadan’, del que tenemos que decir que si no lo has escuchado en directo, no lo has escuchado de verdad. Por supuesto hubo spinback y por supuesto la segunda vez la locura fue aun mayor.
Después de tomar algo de aire que no fuera el de la pista de baile, volvimos a la cabina para una sesión tan inesperada como acertada. El DJ y productor Lejia tenía preparada otra sesión llena de drum n’ bass; esta con sonidos más oscuros que la de Chase & Status, apoyándose mucho en sonidos profundos y agresivos, como el neurofunk.
Tampoco es para olvidar que en la sala contigua a la principal Antídoto acoge Adrenalina, su marca para sonidos urbanos y latinos. Mientras la electrónica más movida sonaba en un lado, a unos metros también lo hacía la música de Cruz Cafuné o C. Tangana, ¿a quién no le va a gustar?
Estar en Antídoto Club esta noche se sintió a tener Londres en Madrid. El calor concentrado de los cuerpos bailando que produce el DnB en directo era una sensación agobiante que se echaba de menos en la capital. Otras promotoras han fracasado o les cuesta sudor y lágrimas realizar eventos de este género en Madrid, pero la evolución que ha tenido Antídoto y el progresivo y cuidadoso moldeado de su público, hizo posible que volviéramos a vibrar a base de ritmos acompasados, suministrados por un referente. No sabemos si esta fiesta puede sentar un precedente, pero sí que al menos es verdaderamente posible que noches de este tipo ocurran.