Loud Cave te trae en este artículo lo que ha sido para el equipo la edición de 2017 de A Summer Story. ¡Quédate para conocer todos los detalles!
Los días 23 y 24 de Junio, la Ciudad del Rock de Arganda del Rey (Madrid) ha acogido por tercera vez lo que para muchos ha sido el primer festival del año o por lo menos, del verano: A Summer Story, que un año más, nos ha ofrecido dos días de buena música, tanto por la calidad de sus artistas como la variedad en cuanto a géneros se refiere, contando con 3 escenarios el viernes y cuatro el sábado. Desde Loud Cave hemos tenido la suerte de contar con gran parte de nuestro equipo para este evento, así que te traemos lo que ha sido este festival desde distintas perspectivas y lo más detalladamente posible. Pero, antes de entrar en materia, os contamos cómo han transcurrido los meses previos a este evento.
Si hablamos de A Summer Story, hablamos sin duda de calidad musical. Y es que parece que los organizadores del festival madrileño se basan en la opinión y peticiones de su publico, y no se guían por ninguna lista, ni charts, ni nada que se asemeje, pero si por artistas de calidad. La organización ha sido impecable, hablando tanto a nivel económico como organizativo. Hoy en día cualquier festival con artistas de la talla de los que hemos podido disfrutar en esta edición, puede llegar a costar un ojo de la cara y resulta increíble que mucha gente haya pagado tan solo 20 euros por acudir dos días a un evento que reúne tanta calidad. En el caso de Jorge, redactor en nuestra revista, ha podido asistir al festival gracias a uno de los numerosísimos sorteos que se han hecho al darse una confirmación o noticia sobre el evento. Con un simple retweet o por el mero hecho de compartir una publicación en Facebook puedes tener la suerte de poder asistir ahorrándote la compra de tu entrada. Desde la primera salida de tickets, A Summer Story ha dado una lección de cómo organizar las cosas y, sobre todo, de cómo hacerlas bien: muy activos en sus redes sociales, contestando a las dudas de sus seguidores y mostrando buen rollo tanto a los asistentes como a los DJs que participarían en dicho festival.
Un año más, el festival de la mano de Terminal Ocho ha habilitado servicio de autobús para los desplazamientos al festival (lanzaderas). Estas podían cogerse desde Conde de Casal o desde Puerta de Arganda, dos zonas bastante razonables y accesibles incluso para los que no conocen Madrid: buena comunicación de bus urbano y metro. Este servicio ofrecía precios muy razonables, (siempre con compra previa) y es un medio muy rápido y seguro. Por lo que respecta a la entrada al propio festival, se ha contado con la seguridad que un evento de esta talla requiere: un gran despliegue tanto de encargados como de seguridad y equipos médicos, que hacen que disfrutes con tranquilidad de un festival en el que velan por que te lo pases lo mejor posible de un modo seguro. Un problema que hemos detectado entre los usuarios en general, es la pulsera naranja de papel que daban el viernes y que era estrictamente necesaria para acceder el sábado, pese tener la pulsera reglamentaria. Algún que otro usuario ha tenido problemas de acceso el sábado tras sufrir pérdidas o deterioros en la mencionada pulsera naranja, algo que se podría haber evitado. Tras superar los restrictivos controles, nos adentramos en Ciudad del Rock, un recinto muy amplio en el que se han aprovechado perfectamente los espacios tanto en la distribución de los escenarios, como los puestos de comida, los servicios, los puntos de venta de tuents, etc. Tanto el viernes como el sábado, Inside Shops ha habilitado una zona para acicalarnos con maquillajes festivaleros, un detalle que sin duda llamó la atención de muchos asistentes. Se contaron con dos fuentes para poder refrescarse, cosa que aún a día de hoy no es común en muchos festivales, la única pega era la gran cola en ambas. Zona de descanso, puestos de comida cercanos a áreas para poder comer… Un diez en lo que a distribución de espacio se refiere.
Los escenarios tenían una buena calidad de sonido, además de estar muy insonorizados entre ellos, excepto en la zona relax más central en la que se concentró el sonido de los tres stages.
Entrando en materia musical, el viernes nos hemos centrado en el Burn Stage, un escenario que contó con una iluminación y efectos visuales perfectos y que no nos hizo pensar en ningún momento que se trataba de un stage secundario. En él, nos esperaba Shapov con previo calentamiento (y menudo calentamiento) por parte de los españoles Lassana y Jose de Mara y Crusy. El ruso, pese a hacerse esperar 20 minutos, no defraudó, y no es para menos ya que desde que Axtone lo pilló por banda, está haciendo música muy en serio. En este set, también hemos podido oír temas como “More Than You Know” de Axwell & Ingrosso. El DJ y productor ruso supo cómo conectar con el público a la perfección, haciéndonos bailar continuamente y llevándonos a otro lugar con sus melodías y vocales que hacían el anochecer el viernes aún más mágico de lo que ya estaba siendo en Arganda. Tras Shapov venía uno de los grupos más esperados: Third Party.
Los ingleses han sido muy solicitados por redes sociales y por fin hemos tenido la oportunidad de verles. Con el lema Progressive never dies, nos dieron una clase magistral de progressive house, con un set casi propio, (nos atreveríamos a decir que el 90% de los temas eran del propio dúo). Temas como “Veins” o “Have no fear“, que forman parte de su nuevo EP “Hope” y viejas glorias como “Everyday Of My Life”. Sin duda uno de los mejores sets de la noche del viernes, por no decir el mejor. Tras los ingleses, tomaría el relevo el salao DJ Nano, dejándonos con muchas ganas de Oro Viejo el Sábado. Versatilidad es la palabra que define el set del español, animando y haciendo bailar a todo un Burn Stage. Continuaríamos por este stage con un gran set de Tchami.
No hemos descuidado el Main Stage, un escenario de ensueño que permitía disfrutar de unas visuales increíbles, y que se llenó de buen techno de la mano de Technasia, tomando el relevo Pan-Pot y el gran Adam Beyer. El dueño de DrumCode nos maravilló con su increíble ritmazo y manera de mezclar, a los platos sabe realmente lo que hace. Tras el sueco, vendría otro sueco con un estilo totalmente distinto. Eric Prydz, esperadísimo en la noche del viernes y que no defraudó a nadie, como siempre. A su música, que hizo que el público no parase ni un segundo, le acompañó un gran despliegue de efectos visuales en las grandes pantallas del escenario que hicieron aún más mágica esta actuación. Otra de nuestras favoritas. Una lástima es que el set de Eric Prydz y el de W&W hayan coincidido en la misma hora, aunque un gran seguidor de los holandeses nos ha comentado que, tras siete veces viéndoles en directo, el set para este evento ha sido de los peores.
Otra de las facetas en las que A Summer Story brilló fue en su stage hardstyle: Extreme Camp. Los organizadores de este escenario se trabajaron muy bien un cartel que hizo las delicias de hasta el más crítico de los hardstylers. Contaba con elementos que satisfarían a cualquiera.
Los primeros en actuar fueron Donkey Rollers. Este grupo, formado por Zany, Jowan y el MC DV8, hicieron un live verdaderamente envidiable, aunque la parte mala fue que empezaron bastante antes de lo acordado, lo que no hizo que el set se volviera un desastre, ya que hubo gente desde muy pronto.
Seguidamente, fueron Stereocode, uno de los dúos que más éxito están teniendo en nuestro país, gracias a sets llenos de fuerza eufórica, y potentes cierres. Los siguió Kursez, dando su versión más raw para empezar con fuerza el primer día de A Summer Story. Después empezó Arzadous, presentándonos, entre otras cosas su próximo álbum debut, con un montón de fuerza, de potencia, de mezclas de euphoric y raw hardstyle, que no nos dejaron parar de bailar ni un segundo. Audiofreq hizo quizás una de las mejores sesiones no en el Extreme Camp, sino en todo el festival. Una potentísima técnica y una selección exquisita fueron los principales factores que hicieron que su set fuera más que genial. Introdujo, además de hardstyle en su set, hardcore, dubstep, drum & bass, trap e incluso un poco de psy-trance. Un set que a muchos os hubiera gustado presenciar si no estuvisteis en él.
Da Tweekaz fueron los siguientes. Su set fue súper divertido. Ese es el adjetivo que mejor le queda a los shows de estos dos noruegos. Con crowd games, troleos, y cambios de estilo radicales se ganaron indudablemente el cariño de todo el público de la Extreme Camp que fue a verlos, que por cierto, estaba a reventar.
LNY TNZ, siendo unos de los cabezas de cartel, pusieron un poco lo de siempre, muy en su línea, con un set muy del estilo del que hicieron en MegaPanic. Con un estilo a caballo entre el trap y el hardstyle, quizás fueron los que menos sorprendieron en el cartel del Extreme Camp.
Crypsis comenzaba el bloque duro, el bloque raw del día. Siendo también integrante de Minus Militia, podemos hacernos a la idea de la tralla que tira este hombre. Puso lo mejor de su sello, Minus Is More, con algunas exclusivas y temas no lanzados por el momento, que hicieron que el público se volviera loco.
The Beast Project, quienes actuaban a una buena hora, para ser honestos, eran los cuartos nacionales que pinchaban en la Extreme Camp (tras Stereocode, Kursez y Arzadous). De temática raw, no escatimaron en poner a prueba el equipo de sonido para demostrar que en España también nos gusta la música bien fuerte.
D-Sturb era la promesa del cartel. Un artista que había trepado por la escena inusualmente rápido, ayudado por estrellas del raw hardstyle como Warface o Radical Redemption. A excepción del primer tema, absolutamente todo el resto del set era música propia, lo cual es un punto positivo que darle a este chaval. Un estilo particular suyo más mucha música no lanzada hicieron que su set fuese destructor a más no poder.
Sub Sonik, también promesa, aunque quizás más conocida, es un joven DJ, digamos que apadrinado por Brennan Heart, quien lo puso al frente y de principal embajador de la división raw de su sello, We R. Destrozó todo a su paso, poniendo una buenísima selección de potencia bruta que encantó a todo el Extreme Camp.
Y llegaron los cabezas de cartel más grandes. Minus Militia era una pequeña actuación de media hora pero que prometía arrasar, y así hizo. Con salvajadas, pogos, crowdsurfing, y un poderosísimo y exclusivo tracklist fueron, quizá, la mejor actuación del Extreme Camp. La locura fue tal que podemos asegurar que su set fue legendario.
AniMe fue la encargada de comenzar el hardcore en Arganda. Presentada como una de las mejores DJanes del mundo, al menos de hardcore, hizo explotar bomba tras bomba en el stage de las calaveras de A Summer Story. Puso muchos temas de su compañero DJ Mad Dog, quien cerró la pasada edición de Extreme Camp (2015) en un back to back con Art Of Fighters. Los últimos nacionales que actuaron (pero menudos nacionales), fueron otra actuación exclusiva. Javi Boss & Juanma hicieron uno de sus clásicos Cara A Cara fuera de Central (discoteca de hardcore situada en Almoradi, Alicante), lo cual, creo que nunca se había llegado a hacer y que, obviamente, fue un exitazo. No dejó a nadie indiferente. Y llegaba Angerfist, aunque parecía que nunca iba a llegar ese momento. Aparecía el DJ de la capucha y la máscara por el Extreme Camp a cerrar con su setazo de hora y media. Angerfist demostró por qué, pese a ser hardcore, está en un puesto tan alto en el Top 100 de DJMag (un nada despreciable número 46). Si una hora de este tipo te mata, media más aniquila todo lo que queda. Y así fue. Si te quedaste hasta el final, te damos la enhorabuena, pues no fue algo para nada fácil.
Continuando con el sábado, Máxima FM tendría un stage pequeño pero matón, en el que estarían los miembros de la emisora dando caña de 20:00 a 06:00. El Extreme Camp se transformaría en Winter Stage para cambiar totalmente su estilo: de hardstyle a techno, con artistas de la calidad de Oscar Mulero o Nina Kraviz. El Burn Stage acogería Natas Records y Oro Viejo, posteriormente.
Al principio de la tarde tuvimos una buena dosis de talento español en el Burn Stage que como ya dijimos, se convirtió en el escenario de Natas Records y Oro Viejo. Garabatto y Beauty Brain, sonaban muy diferentes a lo que el festival nos daba en cuanto a género musical, ya que todos sabemos que no se caracteriza por su incorporación de música bass al menos en esta edición. Entrada la noche era el turno en el main stage para los ya conocidisimos y residentes Dimitri Vangelis & Wyman los suecos y su particular #VayaTelaDimitri, hicieron de la noche un buen comienzo y ya abierta la veda de la música house por Albert Neve y Abel Ramos, no defraudaron.
Les siguieron Tom Staar y Kryder en B2B, otra de las actuaciones más aclamadas, los dueños de Cartel Records nos pusieron a bailar con una exquisita lista de clásicos como “Totem”, “Persia”, jugando con las vocales como en “Apocalypse” acompañada de “Watch The Sunrise” hasta “Drift” y “Mistakes” del dúo CYA. Ambos dejaron el main stage patas arriba y esta hora y media de magia se convertía en una de las mejores actuaciones del festival. Con ganas cogieron el relevo Sunnery James & Ryan Marciano, que superaron las expectativas con creces: una gran calidad de groove y progressive que nos tuvieron una hora y media sin descanso alguno. SJ&RM, darían paso a Kaskade con una actuación que muchos no nos esperábamos: un set que se acercaba en demasiadas ocasiones al big room, lo que nos impidió disfrutar de los grandes temas que este DJ y productor tiene. Tras él, llegaría nuestro querido holandés Nicky Romero al que tenemos demasiada estima en España, se escucharon temas como “Legacy”, “Lighthouse”, “Warriors”, o su ya famoso mashup de “Harmony” con “U&I” de Galantis y sobre todo mucha música procedente de sus pupilos en Protocol como Teamworx, Raiden o Sam Void, entre otros. Gran parte de nuestro equipo detectó una gran similitud entre este set y el que el holandés ofreció en Ultra 2017, lo que nos dejó un tanto decepcionados.
Tras Nicky y un descanso bien merecido, llegaba el momento clave, la espera había llegado a su fin. Amaneciendo comenzó a sonar “I Will Rejoice” de Steve Angello, el sueco ya estaba con nosotros. Nos presentaba su nuevo show, cargado de IDs, tanto suyas como de Size Records, lo de Steve no se pudo describir con palabras, el aliciente del amanecer lo convierte en experiencias que marcan. Sonaba “Knas”, “SLVR”, “Payback” con la vocal de “Wasted Love”, en definitiva, un set de magia pura. Como broche de oro, el festival se despediría de la mejor manera de la mano de Armin Van Buuren, con dos horas de A State Of Trance y mostrando su cariño por España y este evento.
Mientras tanto, Oro Viejo nos trae año tras año uno de los mejores eventos que puede haber para disfrutar de la música que hizo posible que la electrónica sea como la conocemos y que nos demuestra que por mucho que pase el tiempo, esta nunca muere. A la lista de DJs invitados a este evento, tales como Ivan Corrochano, DJ Neil y el gran Mauro Picotto les siguió la actuación de DJ Nano, acompañado por Kate Ryan, que nos ofreció en directo clásicos de la cantante belga tales como “Ella Elle l’a”. El madrileño nos dio caña desde las 4 de la mañana hasta las 8, poniendo punto final a Oro Viejo y sobre todo, a un festival que como ya hemos dicho anteriormente, nos ha demostrado cómo se hacen las cosas bien y con calidad.
Para concluír, decir que A Summer Story es un festival muy recomendable: gran calidad de sonido, organización de diez, un plantel de seguridad mucho más grande que para festivales que cuentan con doble de aforo, una ubicación ideal para un evento de este tipo, con todos los servicios a tu disposición, incluyendo agua potable dentro del propio recinto.
Por nuestra parte, sólo nos cabe dar las gracias a todo el equipo que ha hecho posible este festival, pasando por los técnicos de sonido hasta los dependientes, sin olvidarnos de los community manager que han estado siempre activos en redes sociales. Todo el equipo humano que ha hecho posible este grandísimo fin de semana merece las gracias. Y sobre todo, todos los que habéis seguido el festival a través de nuestros vídeos y comentarios en redes sociales, ya que, pese no haber contado con acreditaciones de prensa, hemos reunido el mayor equipo posible y cubierto este evento con nuestra mayor ilusión.
Nos volveremos a ver la edición que viene en A Summer Story, cavernícolas, porque sin duda repetiremos.