El artista de Maryland es uno de los mejores rapeando de esta ‘nueva escuela’, y en su segundo álbum demuestra esto y mucho más.

Tan sólo tiene 24 años y este es sólo su segundo álbum, pero Cordae tiene ese algo que incita a compararle con los mejores. Ese algo no es otra cosa que su increíble facilidad para rapear, su entramada lírica y su versatilidad para hacerlo en distintos ritmos. Su álbum debut “The Lost Boy” ya le brindó dos nominaciones a los Grammy, y con este no pretende otra cosa que no sea superarse.

En “From a Birds Eye View” Cordae no tiene miedo a abrirse y contarnos cómo se siente actualmente, hablarnos de los suyos, o hablar de su vida pasada. Como podemos ver en la portada y como referencia en varias ocasiones, su arte para él es como una pintura, que ha creado con mimo y que sabe que está bien pintada.

Esta nueva pieza artística se abre con “Shiloh’s Intro”. Ya desde aquí podemos ver la clase de tipo que es Cordae, ya que la intro no es otra cosa que un freestyle de uno de sus mejores amigos, Shiloh Young, desde el teléfono de la cárcel. Según comenta Cordae crecieron rapeando juntos, y Shiloh lo hacía mejor que él y en el momento tenía más fama, por lo que siente que en parte está cosechando lo que Shiloh plantó y quería darle su espacio en esta intro. A pesar de la obvia mala calidad del audio por como está grabado, Shiloh nos deja unas muy buenas barras sobre su vida. También aparece con un tímido ‘Hello’ en “Shilo’s Interlude”, en el que mayoritariamente oímos al contestador de un teléfono.

La intro desemboca en “Jean-Michel”, el primer track como tal pero que también parece un freestyle. Sobre un ritmo boom bap muy relajado, Cordae reflexiona sobre la vida y sobre sí mismo. Incluso en un tema corto como este, podemos escuchar como cada barra habla de algo distinto, prueba de su capacidad lírica. Con este estilo también tenemos “C Carter”; Cordae aquí habla de como ha logrado sueños que se imaginaba en el sofá de su casa cuando era pequeño. Lo hace con un estribillo que nos recuerda personalmente al estilo de Mac Miller, y sobre todo con un segundo verso para enmarcar. Masterclass de rap puro y duro.

El chill rap no es lo único que despliega Cordae en el álbum ni mucho menos. “Momma’s Hood” nos acerca al hip hop de los 90 más que nunca en el álbum. Como escuchamos en el primer verso y en el estribillo, la temática es parecida a la de “C Carter”: reflexiona sobre su pasado y su presente de forma positiva. Pero en el segundo verso la cosa cambia por completo y Cordae nos habla de uno de sus mejores amigos, asesinado el pasado verano. Las emotivas líneas que dedica a Juwan Walls aka Pit, hacen que toda la atmósfera nostálgica de la canción cobre sentido.

Otro flow completamente distinto es el que escuchamos en “Want from Me”; en esta ocasión Cordae se viste de Anderson .Paak y nos deja un hip hop tintado de funk con el que verdaderamente sorprende. Esta vez con una temática algo más abstracta, donde parece que le habla a una mujer sobre sus errores como humano y hace alguna que otra metáfora con la madre naturaleza y el padre tiempo.

El ser de esta generación de artistas hace que Cordae también sepa muy bien como hacer trap. El primer adelanto que pudimos escuchar de este álbum lo es precisamente. “Super” es un ‘fronteo’ en toda regla, pero Cordae lo hace con mucha más clase y presume de cosas mucho mas chulas que la mayoría de artistas. Sólo hace falta escuchar el estribillo para entender de lo que hablamos. Además, una vez más el rapeo en este tema está simplemente a otro nivel. Más adelante en el disco se junta con Gunna en “Today”, otra pieza de trap con un beat realmente original, producido por Nils y Kid Culture.

Decimos que Cordae se ha sentado a comer junto a los más grandes, en parte por su altísimo nivel, pero también porque algunos de los mejores de todos los tiempos han querido estar presentes en el disco. “Sinister” cuenta con la aportación de Lil Wayne, juntos rapean a un nivel superior sobre un beat serio que casa muy bien con la ambientación del videoclip, donde se visten de Panteras Negras. Pero la colaboración más sorprendente del álbum viene con “Champagne Glasses”, junto a Stevie Wonder y Freddie Gibbs, y con Nas participando en su escritura. El hip hop sobre el piano que se despliega aquí habla sobre celebración y también sobre dolor, mostrando así Cordae la dualidad que vive ahora mismo. Como hemos visto en otras ocasiones con otros artistas, Stevie Wonder se encarga de la outro con un maravilloso solo de armónica. Por último el mismísimo Eminem también se sube con Cordae en el remix de “Parables”, eso sí, ya fuera de lo que es el disco. Este remix y la canción “Gifted” han sido incluidos como dos bonus track que no van dentro de la historia que Cordae quiere contar con los 12 primeros temas.

Antes de abordar la última canción cabe destacar que Cordae muestra otro registro más en “Chronicles”. Aquí sale su lado más cantante, complementado a la perfección por H.E.R y Lil Durk para hacer un perfecto r&b. Ahora si, para acabar nos encontramos “Westlake High”. Cordae cierra su segundo álbum como no podía ser de otro modo: celebrando. El rapero es consciente de su éxito pero siempre lo hace con los pies en la tierra y con su mantra de ‘todo al máximo nivel’. Este maravilloso proyecto lo termina dedicándoselo a su abuela Janet Dunston, que falleció el año pasado y que llegó incluso a cantar en interludios para su álbum debut.

Poco más queda que decir de “From a Birds Eye View”. Aunque quizá pequemos de precocidad, uno de los álbumes de hip hop estadounidense del año y sólo estamos a mediados de enero. Después de esto, la carrera de Cordae sólo puede despegar como un cohete y no es para menos.