El festival almeriense Dreambeach Villaricos demuestra una vez más su potencial

Los días 7, 8, 9 y 10 Villaricos acogió a uno de los mayores festivales de música electrónica de España. A continuación os contaremos nuestro punto de vista de lo acontecido en Villaricos.

Hace uno días estuvimos en uno de los mejores festivales electrónicos del panorama nacional. En primer lugar hablaremos del desarrollo del festival desde la Welcome Party, para así concluir con nuestra opinión sobre la organización, el recinto y muchos otros temas. Y ahora sin más dilación, ¡comenzamos!

El miércoles 7 llegamos hasta la playa de Villaricos para realizar el canje de pulseras y disfrutar de la Welcome Party del festival en el escenario del camping. A esa hora aún había mucha gente canjeando su pulsera pero la cola transcurrió rápidamente y en media hora ya teníamos nuestra pulsera. En la fiesta de bienvenida pudimos disfrutar de los sets de Eder Álvarez, Cristian Viviano y Hosse en los que no faltaron el tech house, tan de moda en la actualidad.

Y por fin el jueves llegó el gran día, el recinto de conciertos de Dreambeach Villaricos abría sus puertas. El primer set que tuvimos la oportunidad de presenciar fue el b2b entre los nacionales Chus & Ceballos y Rafa Barrios en la impresionante Notre Dreams Tent. Sin duda uno de los sets más bailables y movidos de dicho escenario el jueves, en el cual a lo largo de la noche se fueron desarrollando diferentes b2b entre artistas tanto nacionales como internacionales, entre los cuales destaca el b2b entre dos pesos pesados de la escena como Seth Troxler y Tiga.

Después dimos paso al groove y los ritmos tribales de los holandeses Sunnery James & Ryan Marciano en el main stage. En el set pudimos escuchar algunos de los temas de su último EP, así como su último tema “In my Bones“, con los que el publicó allí presente tuvo una reacción increíble. A continuación le siguieron sus compatriotas W&W para dar paso más adelante al plato fuerte de la noche, el gran Armin Van Buuren del que pudimos disfrutar dos horas. La primera hora el holandés optó por un set a medio camino entre el big room y el trouse, para dar rienda suelta en la segunda hora a su parte más trancera poniendo clásicos como “Adagio for Strings” o su mítico “Communication” haciendo de las delicias del público, que se volvió completamente loco cuando Armin decidió cerrar con su éxito “Blah Blah Blah” .

El viernes la jornada empezaba desde bien pronto y es que una de las actuaciones más esperadas de esta edición en Villaricos hacía acto de presencia. Nos referimos a toda una leyenda como Paul Kalkbrenner, que se metió al público en el bolsillo desde el minuto uno. En el set no faltaron temas míticos del alemán como “Sky and Sand”, “Feed Your Head” o “Aaron” además de su último tema “No Goodbye” con los que Kalkbrenner realizó un live para el recuerdo ante un público totalmente entregado.

Más adelante daban comienzo las actuaciones de Sam Feldt y Fedde le Grand en las que nos sorprendió que se vaciara tanto el main stage, un stage que se volvió a llenar con dos de los djs más demandados de la noche, Don Diablo y Steve Aoki que llenaron el escenario de baile y tartas 😛 . Incluso llegaron a aparecer los dos artistas en el escenario en el set de Aoki para pinchar su tema “What We Started”.
A continuación fue el turno del hard con el esperado take over del I Am Hardstyle que comenzó con la actuación, como no podía ser de otra forma, de Brennan Heart, al que le siguieron los divertidos Da Tweekaz, Aftershock, Code Black y Toneshifterz y por último Ran-D.

El show por parte de los españoles Mad Division fue el encargado de hacer despertar el escenario Open Air San Miguel a las 22:00. Durante la primera media hora pudimos escuchar al primer invitado especial, Benny Page, quien, acompañado de Sye MC, nos ofreció una sesión cargada de jungle dnb, jump up, deep dnb y roller. En la segunda hora, fue el turno en los platos del representante de Mad Division, que continuó la sesión en la línea en la que había arrancado su compañero. Fue aquí cuando se sumó al micrófono el conocido cantante español de reggae Morodo. Todo ello formó una divertidisima sesión llena de clásicos de jungle dnb.
Fue entonces cuando en el turno de Holy Goof, el escenario San Miguel cambió de aires para bailar al ritmo de bass house.
El Drum& Bass se volvió a apoderar del Open Air cuando Dimension subió a cabina. Como siempre, una sesión de drum & bass en la linea del DJ y productor, donde pudimos escuchar uno de sus temas más recientes, “Devotion”, como intro.

Llegó una de las actuaciones más esperadas por los amantes del género. El grupo formado por los conocidos DJ Phantasy y Macky Gee, acompañados por otros cuatro MCs, nos ofreció una hora del mejor y más potente jump up que se conoce en la escena. ¡Este es el tipo de energía que nos gusta ver en Dreambeach!
Dejamos el drum & bass por hoy (o eso pensabamos en aquel momento) para darle paso al dubstep con el comienzo del Disciple Take Over. Modestep fue primero. Aunque nos habría gustado mucho disfrutar de un Live con Pat en la batería, en esta ocasión sólo se encontraba Josh en los platos, quien nos ofreció tanto dubstep cañero como melódico, con clásicos del dúo como “Another Day”. Su cierre fue algo distinto, puesto que eligió su collab de jump up con Hedex, popularmente conocida como “Always On My Mind” y aún unreleased.

Con Virtual Riot tenemos sentimientos encontrados. Fue una sesión excepcional, pero sin embargo no nos sorprendió tanto puesto que fue bastante similar a su set en Rampage Open Air que habíamos visto hace apenas una semana. Cabe destacar que comenzó la sesión con house, g house y bass house, algo que nos desconcertó bastante, hasta que 10 minutos después comenzó con su habitual dubstep.
Tenemos bastante claro que Barely Alive fue la peor sesión del TakeOver, y probablemente de todas las que sonaron en el escenario San Miguel durante el festival. Barely Alive son buenos productores, pero en los platos dejan mucho que desear.

Junto con Modestep y en el extremo opuesto a su predecesor, Phaseone nos ofreció una de las mejores sesiones del Take Over. Como esperabamos, sonaron muchos temas de su último álbum. Una sesión en la linea de deathstep y heavy dubstep que nos encantó.

Eran ya las 8 de la mañana y quedaban aún varios supervivientes en el Open Air. Aguantamos una hora más para poder disfrutar de un b2b de los cuatro artistas de Disciple, con Josh de Modestep principalmente al micro. Aquí es donde nos quedamos atónitos, puesto que antes de seguir con el dubstep, la primera media hora de sesión fue puro jump up, con temas como el remix recién sacado del horno de Aweminus a “Rise” de Svdden Death. En pocas palabras, este giro inesperado nos alucinó.

 

Por otro lado, la noche en la catedral del mar comenzaba con Steve Lawler, al que le seguía Boris Brejcha, uno de los más aclamados por el público.
Eran la 1:30 cuando daban comienzo los grandes The Martinez Brothers, seguidos de Loco Dice, que dieron paso a uno de los platos fuertes de la noche, Adam Beyer. En su set pudimos escuchar nuevas IDs de su propio sello Drumcode y llenó la Notre Dreams Tent de oscuridad.
Para acabar la noche teníamos a dos de las reinas del techno, Nina Kraviz y Charlotte De Witte. El público de Dreambeach tiene tanto cariño a este género que la carpa se mantuvo llena hasta las 9:00.

Y llegábamos al último día de festival. El día comenzó con algún cambio de horario en el que finalmente Dellafuente acabó actuando en el escenario Open Air San Miguel y Edu Imbernon en el camping, cosa que nos extrañó mucho. El main stage se abría con la actuación de Boys Noize que tras un problema con su vuelo llegó a tiempo a Villaricos para ofrecer lo mejor de sí mismo.

A este le siguió una de las actuaciones más exclusivas de todo el festival, hablamos del b2b entre los franceses Tchami y Malaa presentando No Redemption. Un set que sin duda no dejó indiferente a nadie y es que nos ofrecieron un set contundente a la par que bailable bajo unas impresionantes visuales. En el set no faltaron temas como “Bling Bling”, “Cash Money” o “Adieu”, además de la última colaboración entre ambos y Dj Snake y Mercer, “Made in France” y el último tema de Tchami, “Rainforest”.

Y al fin llegó el gran plato fuerte de la noche, el sueco “Steve Angello”. El set empezó de manera caótica con un intro edit a su tema “Rejoice”, al que le siguieron temas como “Knas” o “Antidote“, con un público entregado. El sueco hizo un set de lo más potente que acabó enamorando al público con su cierre junto a “Paradiso” al que le acompañaban unos fuegos artificiales y el anuncio de una nueva edición de Dreambeach Festival.


Más adelante se ponía a los mandos Gareth McGrillen, miembro de Knife Party, quien dio comienzo a su set con “Follow the Leader” y no dejó a nadie indiferente pinchando varios temas clásicos del dúo.
Las siguentes en poner en marcha la pista fueron Nervo. Quizás a algunos se les hizo un poco corto ya que finalmente solo pincharon 45 minutos los cuales estuvieron llenos de psy trance e hicieron mover al público.
A las 5:30 daba comienzo el set del nacional DJ Nano que durante dos horas pinchó desde el psy trance de moda hasta los temas más clásicos, haciendo así un guiño a su Oro Viejo, además de ofrecer un pequeño tributo a Avicii en los diez últimos minutos de su set.
El mainstage lo cerraba el dj de raw, Warface. Este puso el broche final de la manera más dura.

Por otro lado, llegamos al Open Air para la sesión de Matrix & Futurebound. Previamente, el español Oto había realizado una sesión de dos horas debido a la cancelación de última hora del Live de Congo Natty & The Resistance por un problema con su vuelo. Aplaudimos a Oto por haber sabido llevar la situación de imprevisto de una manera extraordinaria.

Por su parte, la sesión del dúo fue bastante entretenida. Sonó jump up, roller y liquid, con muchos temas melódicos como su propio “Control”. Hemos de decir también que tanto este segundo día como el primero, los escenarios estaban llenos de público, pero aun así había espacio y se podía bailar sin molestar a nadie. Incluso podríamos decir que daba una sensación familiar.

Tantrum Desire y Drumsound & Bassline Smith continuaron con el Drum & Bass en el escenario San Miguel. Su sesión se basó principalmente en roller y jump up. El acompañamiento de Youngman como MC mantuvo al público arriba en todo momento. Creemos que sin duda fue una de las actuaciones más destacables y divertidas de bass de este Dreambeach.


Con Herobust sin embargo nos llevamos una desagradable sorpresa. Comenzó muy bien su sesión, con el remix de Marauda a su tema “WTF” y continuando con dubstep similar. Pero a la media hora, el set se torno en una sucesión de temas dubstep mainstream, con varios de trap americano. Incluso llegó a utilizar de forma abusiva “Rail Breaker” de Riot Ten y “Mosh Pit” de Flosstradamus como build ups, Una sesión un tanto mediocre.
El escenario San Miguel cerró definitivamente con el set de Delta Heavy, que abrieron con su colaboración con Muzzy, “Revenge”. Puro drum & bass al estilo del dúo al que tanto estamos acostumbrados. No destacable entre las demás, pero si una gran sesión para cerrar el festival.

Por otra parte, la catedral del mar daba su comienzo a las 21:00 con el artista nacional Wade, al que le siguió Fisher. Dos artistas de moda que llenaron la carpa de manera alucinante.
A las 00:00 comenzó Agoria, quien nos sorprendió de manera muy grata con sus sonidos melódicos y su set bailable. Probablemente uno de los mejores del festival.
A Agoria le seguía Stephan Bodzin con su set en live, demostrando una vez más quién es el que mejor sabe atrapar al público con su directo.

La noche dio para mucho con los djs Andrea Oliva, Gonçalo y Marco Carola que mantuvieron la carpa a reventar hasta el final.
Como guinda final teníamos el gran cierre del b2b entre Joris Voorn y Kölsch. Probablemente fue uno de los sets que más nos sorprendieron ya que el holandés y el danés nos deleitaron con un set más oscuro de lo habitual como ya pasó en 2017 con Joris Voorn en la catedral. Sonaron temas como “Opa”, el remix de Kölsch a “Countach” o el mítico “Ringo” esta vez mezclado en su versión vocal, que encajó a la perfección en el set. Además dieron el broche final con la mezcla entre “Goodbye Fly” y “Grey”, uniendo así los sonidos de los dos productores.

Además el festival este año ha contado con su parte urbana. Esta se situaba en el camping donde ha contado con grandes artistas del panorama nacional como Fernando Costa, Maka o Anier, los cuales han recibido una gran respuesta por parte del público.

Por último nos toca hablar de los distintos aspectos del festival almeriense. Empezamos hablando de los escenarios, uno de los puntos fuertes, una vez más, del Dreambeach Fest ya que el festival ha contado esta vez con su main stage más alto hasta la fecha, y es que la pirámide de 35 metros de alto lucía espectacular (como ya habéis podido comprobar en las fotos 😉 ). Por otra parte la Notre Dreams Tent, por difícil que parezca, ha logrado superar a sus antecesoras y es que el aspecto solemne y oscuro que transmitía este año, unido a la multitud de pantallas nos encantó y hacen que sea uno de los mejores escenarios undergrounds del panorama internacional. Por último el Open Air ha vuelto a ser el escenario que menos cambios ha experimentado de un año a otro, aunque sigue gustando a los espectadores.

Ahora queremos hablar del recinto y es que ha sido todo un acierto por parte de la organización suprimir la denominada carpa pequeña para que hubiese más espacio para moverse. Así mismo hemos notado una notable mejora en el área de descanso incluyendo más sillones aunque vemos insuficiente que tan solo hubiera una sola de descanso para todos los asistentes. También cabe mencionar que este año ha habido menos asientos en la zona de comida que en la pasada edición. Aunque la oferta de comida como siempre ha sido muy variada y relativamente asequible comparada con otros festivales similares. Cabe mencionar por último, el increíble sonido con el que contaban cada uno de los escenarios, que es un aspecto muy importante que en ocasiones los festivales no tienen en cuenta.

En conclusión, Dreambeach Fest vuelve a ser referente en la escena nacional y no es para menos, ya que a los grandes escenarios se le suma uno de los carteles más variados y exclusivos de los festivales electrónicos de nuestro país. Además vemos como cada año el festival almeriense va mejorando y corrigiendo algunos errores a la vez que aumenta su crecimiento, y esto hay que saber valorarlo, ya que a veces el público español no sabe ver lo que tiene en casa.

¡Nos vemos el próximo año!

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