UN SHOW AUDIOVISUAL SIN PRECEDENTES QUE FASCINÓ A LOS ASISTENTES EN EL PRIMER DÍA DE ADE EN LA CAPITAL HOLANDESA.

¡Qué pasa cavernícolas! Como cada año, octubre nos trae uno de las grandes fechas para la música electrónica. La ciudad de Amsterdam se viste de gala para el Amsterdam Dance Event donde centenares de eventos, artistas y fans se dan cita entre los canales de la ciudad.

Este año vamos a tener la suerte de poder contaros nuestra experiencia en ADE en primera persona, y ésta empezaba ayer miércoles en Ziggo Dome, donde asistimos a una de las dos fechas del “Tomorrowland presents: Eric Prydz HOLO”. El show audiovisual del que probablemente ya hayáis oído hablar o hayáis visto en redes sociales se daba cita en la capital de la música electrónica ­-durante estos días- y desde la cueva no podíamos perdérnoslo.

Y así hacíamos nuestro debut en un lugar que durante estos días albergará eventos como HOLO o los diferentes takeovers por parte de Charlotte de Witte, Carl Cox o Afterlife bajo la organización de Awakenings. Estar en Amsterdam durante las fechas del ADE es algo mágico que se percibe en el ambiente, y así lo sentimos al entrar a Ziggo Dome. Un público de todas las edades con muchas ganas de música ocupaba hasta la última esquina del recinto al ritmo de Cristoph y Joris Voorn, que fueron los perfectos teloneros para lo que se nos venía encima unas horas más tarde.

Las expectativas eran altas, y tras ver con nuestros propios ojos como lucía el recinto y la gigantesca pantalla que cubría el escenario, sabíamos que íbamos a presenciar algo especial. Finalizados los teloneros se hizo la oscuridad y larga intro se apoderó de un sistema de sonido que fue uno de los grandes culpables del éxito del espectáculo. Pasados unos quince minutos el maestro hacía acto de presencia y HOLO con él. Un nuevo set de pantallas en el escenario -entre las cuales se encontraba Eric- comenzaban a proyectar las famosas visuales del show.

Durante más de dos horas el veterano DJ y productor sueco dio una lección musical mientras que audiovisualmente disfrutamos del que, probablemente, haya sido lo mejor que hemos visto hasta la fecha. No era la primera vez que veíamos a Eric en directo, pero esto fue algo distinto, hipnótico, a otro nivel. Distintas imágenes holográficas se iban sucediendo en las pantallas, acompañadas de un sistema de iluminación móvil en todo el recinto totalmente sincronizado. Cada drop era una explosión de sonido, lasers e imágenes dinámicas que aparentaban moverse por todo el interior de Ziggo Dome.

Una temática un cuanto peculiar ya que la mayoría del apartado visual presentaba una temática futurística/cyborg a la par que animaciones orgánicas. Junto a éstas un despliegue musical cargado de energía nos acompañaba con conocidos temas del sueco como “Rebel XX” o “Juletider”, producciones más recientes como su remezcla a “Consciousness” o un cierre del show con un mashup de sus clásicos “Every Day”, “Pjanoo” y “Opus” que nos llevó a otra dimensión y sin duda nos dejó con ganas de otras dos horas, como mínimo.

HOLO fue algo difícil de describir con palabras y al alcance de solo unos pocos como es Eric Prydz. El sueco lo dio todo, pero el público también. Un público en el cual pudimos ver a un escurridizo Martin Garrix que no quiso perderse el show rodeado de sus amigos.

Aún queda mucho ADE por delante, y ya os podemos confirmar que este viernes y sábado estáremos presentes en los eventos de DGTL festival en NDSM Warehouse viendo a artistas como The Blessed Madonna, Seth Troxler, Floating Points y muchos otros.

La música avanza cada día, y con ella lo hacen los artistas. Nuevos géneros surgen, y otros se desvanecen. No quedan ya demasiados artistas de esa generación de finales de los 90 o principios de los 2000 que sigan en activo y hayan mantenido su esencia tan bien como Eric Prydz. Si tenéis la oportunidad de ir a ver algún día a este mago de la música electrónica no lo dudéis ni un segundo… merecerá la pena. Con esto nos despedimos por hoy, cavernícolas. Estad atentos a nuestras redes sociales para no perderos nada de nuestro paso por la ciudad de Amsterdam y el ADE. ¡Hasta la próxima!