La dupla que forman la cantante y el productor vuelve a erigirse como una de las mejores del panorama
Antes de Conocerte (Parte I: Premonición) se rodea de otro contexto, otro color y otros sentimientos al anterior álbum de Juicy BAE y PMP. Podríamos decir que es la otra cara de una misma moneda, que es igual de brillante la mires por donde la mires.
PTSD mostraba a una Juicy dañada por el desamor, el engaño, la culpa… ADC (nombre de este nuevo disco abreviado) deja a un lado ese estrés post traumático y embarca a la cantante en una nueva historia de amor donde se muestra con el corazón renovado, aunque no se desprende del todo de algunos hábitos tóxicos. En muchos momentos del álbum se puede entender claramente como este nuevo amor está completamente basado en hechos reales, ya que la artista tiene desde hace un tiempo una relación con el cantante uruguayo Davus, lo que hace que conectemos aún más con la historia que se nos cuenta.
Este nuevo renacer del amor comienza con la intro ‘Cuando el Río Suena Agua Lleva’, donde Juicy se debate entre el amor que está empezando a sentir y las voces que le dicen que no vuelva a entrar en ese juego. Claramente se decanta por sucumbir a su corazón y abrazar lo que siente. La música sacada de un cuento de hadas que acompaña a este tira y afloja sentimental le añade una atmósfera épica y grandiosa, con un PMP que tira de violines y deja una carta de presentación inmejorable para este álbum.
A pesar de que en el disco prevalece el trap y ahora hablaremos de ello, el interludio ’11/11′ sorprende con algo que la gente reclamaba a Juicy BAE desde hace tiempo. La sevillana saca el flamenco a pasear para unirlo al romanticismo que expresa por esa persona que está lejos. La Juicy y PMP lo bordan en un género complicado y que no es habitual en ellos.
Pasando al grueso del disco que se centra más en sonidos trap, tenemos auténticas joyas como la segunda canción titulada ‘DAMN’. Juicy flota por el beat de PMP que está supremo en este track, y eleva a las nubes a la artista y a los que escuchamos. Con un vibe cercano escuchamos ‘Neptuno’, un tema sexy y explícito que se inclina más hacia el RnB. De nuevo, Juicy BAE y PMP se entienden a la perfección para meternos en una atmósfera de la que no queremos salir. No podemos pasar por alto el single ‘SOLOS’, un track donde escuchamos a una Juicy excelsa, rapeando, entonando y sacándose un estribillo que no se nos despega, aunque nos quedemos con la incógnita de cuáles eran esos ‘problemas técnicos’ que le dijo el médico a Cristina.
No sería un álbum de Juicy BAE sin algo de fronteo; en ‘PLUTO BAE’ nos ponen en la cara el trap más duro y desafiante que podemos escuchar en ADC, y en ‘YEAHx12 / Bubbaloo’ experimentamos un doble track que empieza con un estilo más rage y que acaba sonando a detroit. Juicy, de nuevo, colgándose del aro en la espectacular producción, esta vez obra de PMP, Nake, Ivo Wosco y IceEyes.
Finalmente ‘YUCTON’ y ‘La Última Vez’ añaden al disco el toque de reggaeton; ambos fueron adelantos. El primero nos enamoró a todos con esos cambios entre trap y reggaeton y el segundo, cierra con una Juicy orgullosa de haber dejado lo malo atrás, aunque preocupada por la distancia que separa su nueva relación.
Este nuevo álbum de Juicy BAE junto a PMP hace que sea inevitable hablar de ellos como una de las mejores artistas y uno de los mejores productores en el urban español. Relato, flows, producción, actitud… Este álbum comprime todo y nos lo suelta como un cañonazo que nos deja noqueados.
