El norteamericano cierra este año con su segundo álbum, compuesto por once temas. A la venta por Ultra Records, Mako nos muestra diversos registros a lo largo de este trabajo.
Hace unos años, Mako estaba compuesto por un dúo. Muchos os acordaréis de “Beam” un tema lanzado en la época dorada del progressive house y el electro que marcó un antes y un después en la escena. En 2017 este proyecto dual llegó a su fin, tomando el mando Alexander Seaver, hasta entonces vocalista de Mako.
Desde ese momento hemos escuchado numerosos lanzamientos por parte del “nuevo” Mako, el cual parecía dirigirse hacia su registro más comercial, potenciado por su bonito color de voz. Pues bien, con este álbum, el norteamericano nos muestra varios registros musicales, los cuales evidencian que ni mucho menos se quiere asentar en el mainstream.
Encontramos cortes que son carne de radio, era algo que realmente esperábamos. “Murder”, “Breathe” o “Chamaleon” son pruebas fehacientes de ello. Suaves melodías acompañadas de pianos, la voz de Alexander en su registro más melódico… Un conjunto que merece la pena, aunque se asocia de forma bastante sencilla a dicho ámbito.
Por otro lado tenemos cortes que pese a no ser espectaculares en cuanto a elementos, ritmos y sonidos, tienen detalles que realzan la faceta más próxima a la música electrónica del artista. “Murder”, “Ocelot” o “Again” representan este sector. La última canción mencionada es probablemente una de las mejores de todo el álbum. Sin abandonar los sonidos comerciales, Mako desprende elegancia desde el segundo uno.
De forma individual destacaremos tres piezas: por un lado, “Roller Coaster”, un track que juguetea con ritmos y sonidos cercanos al house. Esto nos permite aportar variedad a este álbum, lo cual lo enriquece en líneas generales. Pese a que el comienzo es realmente calmado, poco a poco la canción va cogiendo forma. Todo ello para terminar estallando por completo en el último drop, el cual nos demuestra el alto nivel del artista a día de hoy.
En segundo lugar, teníamos que hablaros de “Coyote”. Este tema salió en 2019, en concreto el 12 de abril. El norteamericano nos ha hecho esperar más de un año y medio para descubrir la obra en su conjunto. “Coyote” es una auténtica maravilla, un track que en su punto álgido nos muestra que con sonidos orquestales también se pueden transmitir muchas cosas. Olvidamos por completo el mainstream, los estereotipos… Sólo cerrar los ojos y disfrutar.
Terminamos con la joya de la corona, sin lugar a dudas. “Peregrine” representa el mejor tema de todo el álbum, tanto por lo que aporta al conjunto como por lo que transmite de forma individual. Nos encanta ver a Mako sobre estos registros; tal como os dijimos al inicio, el norteamericano tenía muchas facetas que mostrar. Si bien el principio quizás os parece algo estándar, preparaos para la segunda parte. Una explosión de sonidos acompañada de la cálida voz de Alexander que termina por invadir nuestros sentidos. No hace falta encontrar en una pieza grandes sobresaltos para sentir que hemos llegado al culmen del tema. ¡Pura magia!
Hasta aquí nuestra review de este “Fable”. Tanto para los que teníais expectativas del lanzamiento como los que simplemente os habéis pasado a ver de qué se trataba, creemos que vuestra opinión será bastante positiva. Un trabajo a gusto de todos en el que Mako saca a relucir sus diversas aspiraciones musicales. Si queréis cerrar esta reseña por todo lo alto, os recomendamos que escuchéis el “Midnight Mix” realizado por el artista a “Coyote” para cerrar el álbum. Pura belleza.