Myke Towers se viste con el chándal y vuelve al barrio que le vio crecer para traernos su nuevo álbum, 100% trap.
El hecho de empezar haciendo rap y trap, algo menos comercial y como se suele decir más “para la calle”, para después pasarse al reggaeton y conseguir el éxito, es algo muy habitual sobre todo en los artistas de Latinoamérica. El ahora mundialmente conocido Myke Towers también empezó así, con su álbum “El Final del Principio”; pero finalmente encontró el estrellato con éxitos de reggaeton como “Si Se Da” o “La Playa”.
Después de dos años de ensueño en su carrera y de tener uno de los álbumes más sonados de 2020 con “Easy Money Baby”, Myke abraza de nuevo sus raíces con “LYKE MIKE”: un álbum íntegramente de trap, punchlines y “fronteo”, el verdadero ADN de este artista. Muy pocas colaboraciones, Smash David y Fara como los principales productores de los tracks y derroche de flow por todas partes; así viene “LYKE MIKE”.
El álbum lo abre “MÍRENME AHORA”, con una épica introducción y unos profundos 808. En este tema Myke se da cuenta de que tan sólo cinco años después está cerrando el círculo; ha conseguido el éxito y puede permitirse volver a lanzar un proyecto entero con la música que le dio a luz. Un muy buen tema para abrir y un buen resumen de lo que nos vamos a encontrar en el resto.
Si seguimos hablando de highlights en este “LYKE MIKE” tenemos que hablar de “PIN PIN”. Inspirándose y “sampleando” la canción “El Periquito Pin Pin” del boricua Tommy Olivencia y Héctor Tricoche, Myke nos trae trap y salsa al mismo tiempo. Con el trabajo en la producción de Santana The Golden Boy, Myke nos deja uno de las canciones de trap más originales de los últimos tiempos.
El carácter callejero de este álbum se nota en temas como “SR DE LOS CIELOS”. Esta es una referencia al narcotraficante mexicano Amado Carrillo, que así se apodaba. Pero no es sólo esta referencia, sino el flow seco y serio que Myke despliega hablando de la gente falsa que no quiere en su vida. Con una temática parecida tenemos “CONFIAR”, aunque con un Myke más melódico y un beat algo menos rudo (a la par que espectacular, gracias a Smash David y Fara).
Ya que hablamos de lo melódico tenemos que hablar de “PRIMER MELÓN” y de “NO SALEN”. El primero, que ya fichamos en algún Instagram Live del artista, es un tema corto y muy pegadizo que podríamos escuchar en casi cualquier contexto. El segundo tiene un sonido muy festivo y comercial dentro del trap, parecido al trap de Estados Unidos.
En cuanto a las contadas colaboraciones que trae este disco, debemos decir que todas ellas han resultado ser de primer nivel. “LO INVERTÍ” junto a Miky Woodz viene con una cadencia rapidísima por parte de ambos. Un estilo único dentro de este álbum y que le queda genial al ‘OG’. “DE NOVELA” con Sahir, artista del sello de Myke, tiene un estilo vacilón y también bastante diferenciado del resto del álbum.
“BALAS LOCAS” cuenta con la asistencia de Jon Z y nos deja algo más cercano al drill, del que Jon Z es pionero en Latinoamérica. El primer drill por parte de Myke donde aprueba con notable. Por último tenemos el último adelanto antes de que saliera el proyecto, “BURBERRY” con Ñengo Flow; el track más largo del álbum donde el tanto talento de tanto la vieja como la nueva escuela queda más que plasmado. Uno de los mejores de “LYKE MIKE”.
Para terminar de hablar de los temas más destacados nos quedamos con “BAGUETTES”, que resume a la perfección lo que es este álbum y lo que es Myke Towers. No le hace falta esforzarse ni modificar su voz, rapea fluyendo tranquilamente sobre un beat discreto y conectando todo lo que dice con precisión de relojero.
Este álbum no va a gustar a la misma cantidad de público a la que le gustan los habituales temas de Myke Towers por razones obvias, pero es un trabajo sobresaliente. El equipo de productores del que se ha rodeado el puertorriqueño ha hecho un trabajo asombroso y él ha sacado su talento innato a relucir. Ahora sí que sí, podemos decir que Myke Towers se ha convertido en un young king.