El dúo de origen israelí proyecta “Dogma Resistance” a modo de cómic de ciencia-ficción
Sabemos de sobra que RIOT no son productores muy dados a sacar una gran cantidad de producciones durante el año. Esto lo compensan con la enorme calidad de cada una que sacan. El dúo destaca sobre todo por su variedad de estilos dentro de un mismo tema, teniendo todos los drops del mismo diferentes entre sí, ya sea con sonidos distintos o con cambios de ritmo. Dentro de éstos, lo que más destaca es la gran cantidad de energía que emana desde cada melodía que crean hasta que el tema llega a su clímax, y a partir de ahí es imposible contener que tu cabeza haga headbang.
Después de mucho esperar, RIOT nos trae su particular historia en forma de álbum, titulado “Dogma Resistance” y lo lanza por Monstercat. Desde el principio hasta el final, nos sumergimos en un “viaje sónico” que nos mete de lleno en un cómic que puedes comprar junto con el LP físico. Cada una de las diez pistas del álbum está destinada a representar una pieza distinta de la trama de ficción, y nos lleva a escenarios diferentes.
Es cierto que con 10 tracks se nos hace muy corto este álbum. Más aún cuando éste lleva una introducción, dos interludios y cuatro temas que ya salieron hace meses (o incluso del año pasado). Pero todo ello cobra sentido cuando sabes que llevan un año y medio confeccionando este “Dogma Resistance“.
Empezando por “Overture 1990“, abren el hilo de esta historia, que nos lleva a la jungla con “Jungle Fury“. Aquí empieza a forjarse la energía, desde una melodía progresiva e inofensiva hasta un drop cañero con todo lo que puedes esperar del dúo. El tema acaba llevándonos a un drop de psytrance antes de llegar al clímax final. Esto nos lleva directos a “Disorder (Rebirth)“, donde suben los BPM para ponernos los pelos de punta con su nueva versión de uno de sus temas más conocidos.
“Blackwater” nos para los pies mientras aparecemos en un escenario del lejano oeste, convirtiendo la armonía típica de un western en la base perfecta para sacar un enérgico drop de dubstep. De un desierto pasamos a otro, como reza el título del interludio “Desert To Desert“. Una voz lírica sobre una orquesta a modo de banda sonora que nos sumerge en “Aiwa” y su estilosa melodía árabe. Una canción que les hace conectar con sus raíces israelís, y que por ello emula de una forma magistral el ambiente musical de oriente medio.
Volvemos a dar un salto en el tiempo para meternos dentro de “The Mob” creando la sensación de estar luchando contra tu enemigo. De perder, levantarte y volver al combate sacando fuerzas de flaqueza hasta conseguir la victoria, representada en forma de caja de música. “Last Stand” conectaría ésto con una progresión cinematográfica que nos lleva a la lucha con el jefe final.
Aquí es donde entra “Overkill“, una de las piezas más aclamadas por los fans de RIOT. Ésta encaja como anillo al dedo en esta historia con su sonido metal, acelerándonos el pulso a un ritmo taquicárdico en el que lucharía la humanidad contra las máquinas. Y por supuesto todo acaba con una victoria seguida de los créditos a ritmo de música alegre, como pasa en muchas ocasiones en películas de superhéroes. Y lo logran con este “Take That” a ritmo de funky. No podía acabar de otra forma este álbum.
Con todo esto, esperamos que puedas entender toda la trama que hay detrás de “Dogma Resistance“. Si ya lo has escuchado previamente, prueba a darle otra escucha después de conocer todo esto. ¡Aquí mismo te lo dejamos!