El alemán nos trae cuatro temas más que destacables, siguiendo en la línea de lo que su sonido representa. Poneos la máscara… ¡Es la hora de disfrutar de su música!

Pese a que sólo sean cuatro piezas, tranquilos, tenemos Boris Brejcha para rato. Quizás aquellos que no siguen de cerca su música les sorprenda este dato; en este EP, de media cada canción dura 8 minutos y 9 segundos.

Esto es algo que Boris lleva haciendo muchos años. Es su peculiar forma de ver la música. Tracks bastante largos que permiten contar una historia de principio a fin, con calma. Mediante sonidos que evolucionan conforme avanzan los minutos, el alemán es todo un maestro a la hora de dotar de significado su música.

Pues bien, en lo que al EP respecta, fue lanzado por Ultra Records el pasado 24 de abril. Si normalmente los lanzamientos de Boris Brejcha ya suponen un regalo, estos cuatro temas son el acompañamiento perfecto para hacer más amena la cuarentena.

Sin más dilación… ¡Vamos con el análisis!

El rey del high-tech minimal comienza por todo lo alto con “Thunderstorm”, primer tema que a su vez recibe el nombre del propio EP. Desde el comienzo la pieza gira en torno a una melodía en bucle sobre la que poco a poco van apareciendo elementos externos. Todo ello en un ambiente de oscuridad digno de Boris Brejcha. Con forme pasan los minutos se le añaden al tema más percusiones, lo cual consigue dar un resultado mucho más completo y compacto. A su vez, los sonidos de la melodía inicial van adquiriendo diferentes vertientes musicales, permitiendo crear un ambiente musical digno de admirar. Tras llegar al ecuador de la pieza aparecen unos growls con tintes de electro dignos de ser destacados.

Pese a que “Thunderstorm” parece decaer, esto es sólo un espejismo, ya que unos segundos después la canción alcanza su punto álgido. En estos siete minutos de pieza da tiempo para que los sonidos involucionen, regresando al punto del comienzo.

Pasamos ahora a “The Awakening”, una pieza bastante diferente respecto a la anterior. Aquí las protagonistas por excelencia son las percusiones, las cuales se encargan de dar relleno a la pieza. Prácticamente no hay una melodía predominante, ya que éstas toman el mando casi al completo. Una pieza muy rítmica que sufre una pequeña metamorfosis cuando casi el tercer minuto un instrumento de viento da el pistoletazo de salida a un estallido de sonidos más que destacables.

En la segunda parte del track la esencia del mismo cambia por completo. Es aquí cuando una melodía toma el mando. El recurso del instrumento de viento es usado en varias ocasiones más, sin duda todo un acierto. Tal como ocurrió en el primer tema -y en los otros dos que nos quedan- la pieza va “muriendo” poco a poco, acabando finalmente con las percusiones que a su vez formaron el inicio de “The Awakening”.

La tercera canción es la más larga de todo el EP. “Nothing Seems To Be” dura algo más de nueve minutos, una muestra de intenciones por parte del artista. Boris Brejcha tiene mucho que contarnos y se encarga de ello a lo largo de esta pieza. En comparación con las anteriores, un track mucho más serio, puro underground. A su vez, la estructura del tema es bastante peculiar. Si bien tenemos un inicio marcado por la oscuridad y la simplicidad de las percusiones, conforme llegamos al segundo minuto van apareciendo unos pequeños tintes melódicos, los cuales formarán la melodía protagonista que el track nos muestra minutos después.

Aunque parezca que “Nothing Seems To Be” es una pieza pausada sin apenas sobresaltos, de nuevo el hombre de la máscara nos enseña uno de sus mejores trucos. Es el minuto cinco el elegido para albergar un peculiar drop monopolizado por unos sonidos agudos sintetizados marca de la casa. Eso no es todo, ya que aún para terminar Boris nos quiere mostrar su faceta más melódica. No podíamos terminar este análisis sin hablar del maravilloso kick que de principio a fin acompaña al tema, siendo pieza clave tanto en el inicio como en el final.

Terminamos este EP con “Titelbild”, una pieza ideal para cerrar todo lo que representa “Thunderstorm”. En esta ocasión, el rey del high-tech minimal se decanta por el vanguardismo y minimalismo. En líneas generales, un track que transmite bastante sin la necesidad de tener sobresaltos ni sonidos contundentes. Pausa, elegancia, algún que otro extracto vocal y sobre todo mucho bajo oculto en los drops que permite enriquecer aún más el sonido de “Tiltelbild”. Un cierre ideal por parte del maestro de las máscaras que nos permite apreciar una vez más hasta dónde puede llevar su propio sonido. Marca de la casa de Boris Brejcha… ¡Disfruten!

Hasta aquí nuestro particular review de “Thunderstorm”, el último EP de este reconocido productor alemán. Con una carrera plagada de éxitos, estamos seguros de que aún queda Boris Brejcha para rato. Con lanzamientos como este, el artista nos demuestra su indudable talento. Música muy diferente a todo aquello que monopoliza la industria musical, y eso es algo que siempre se agradece. ¡Todo vuestro! 33 minutos de pura música.