La superestrella de Toronto vuelve a quedarse lejos de las expectativas con un álbum que prometía volver a lo que la gente pedía
“They say they miss the old Drake girl don’t tempt me”. Esa fue la frase con la que Drake anunció que pronto estrenaría un nuevo álbum. Lo hizo a la vez que lanzaba su ‘libro de poesía’ junto a Kenza Samir, aunque esto da para otro artículo completamente distinto…
Más tarde descubrimos que este álbum llevaría por nombre For All The Dogs, algo así como “para todos los chavales” traducido al español. La realidad es que este nuevo trabajo del canadiense, ni es una vuelta a sus comienzos, ni es ‘para los chavales’. Y es que Drake parece llevar una larga temporada más que nunca estancado en sus más y sus menos con el amor y las mujeres: a pesar de rapear durante toda su carrera sobre esta temática, según el análisis de Hip Hop By The Numbers, Honestly, Nevermind (2022) y este nuevo álbum son sus dos proyectos donde más predomina (86,2% y 64,5% de las letras, respectivamente). En Certified Lover Boy (2021), el 51,2%.
Que esta temática esté tan presente no quiere decir ni mucho menos que un álbum sea peor, pero lo cierto es que en este último disco de Drake se hace especialmente cansino escuchar una y otra vez el mismo tipo de balada. Por no mencionar los problemas de multimillonario famoso que solo él entiende o las líneas que directamente dan cringe. Tampoco ayuda que For All The Dogs conste de 23 canciones que hacen un total de 1 hora y 24 minutos de duración, demasiado tiempo para realmente no tener mucho nuevo que contar.
Algo con lo que también hemos visto algo obsesionado a Drake, sobre todo durante el roll out de este disco, es con alcanzar y superar a Michael Jackson como el artista con más números 1 en la lista Billboard 100. En el propio álbum dedica alguna línea al tema y, esta semana, cuando se ha confirmado la canción ‘First Person Shooter’ como nueva líder de la lista, hemos visto a Drake posteando una foto suya con un guante al estilo MJ, y un edit del propio rey del pop con una sudadera de OVO. Pareciera que prioriza el seguir su ritmo de lanzamientos habitual porque sabe el potencial de ventas que tiene, antes que confeccionar de verdad algo interesante.
Por supuesto no todo en For All The Dogs es malo o poco interesante, de hecho tenemos varios buenos ejemplos de lo que podría haber sido y al final ha sido solo a ratos. El mejor de ellos es el antes mencionado ‘First Person Shooter’ donde Drake se alía con J. Cole. Así como el álbum en general puede resultar una decepción, este track es probablemente uno de los mejores del año en el trap estadounidense. Consta de dos partes a cada cual más agresiva; en la primera y sobre un vicioso beat, Drake y Cole muestran una química impresionante. En concreto Cole flota sobre la base y deja barras de las que se te quedan incrustadas en la cabeza un largo tiempo. En la segunda parte y después de un beat switch, Drake deja un verso aún más loco demostrando verdaderamente de lo que es capaz rapeando.
Justo después y cambiando de tercio encontramos otra colaboración, esta vez junto a Yeat. Aquí Drake se ajusta al estilo tan marcado de su invitado (hasta con palabras del vocabulario ‘inventado’ de Yeat); de hecho, escuchamos más al de California que al canadiense a lo largo del track. Aún así y también gracias a la grandiosa producción de BNYX, ambos suenan de maravilla y con cohesión.
En general las colaboraciones del disco mantienen un buen nivel. ‘Members Only’ con PARTYNEXTDOOR es uno de los cortes interesantes de RnB a pesar de tener una de las líneas más corny de Drake en todo el proyecto: “Feel like I’m bi ’cause you’re one of the guys, girl”. ‘Rich Baby Daddy’ con Sexyy Red y SZA es un banger para los clubes gracias a un trap que es prácticamente UK garage. Y ‘Another Late Night’ mete a Drake y a Lil Yachty en el pluggnb con el que lleva su gran amigo ‘Boat’ jugando estos últimos meses.
También hay que mencionar que la unión de dos astros que es ‘Gently’ con Bad Bunny es la excepción. Los que un día hicieron el hit llamado ‘MIA’ ahora vuelven a unirse en el peor tema del álbum sin ningún tipo de duda. Drake comienza a cantar en ese español ‘guiri’ que no suena bien ni a hispanohablantes ni a angloparlantes, con palabras y frases cliché; mientras que Bad Bunny lanza un corto verso que denota esfuerzo mínimo. Todo ello sobre un dembow insulso.
Para cerrar este análisis merece la pena echar un vistazo al penúltimo tema, ‘Away From Home’. Aquí Drake con un estilo melancólico echa la vista atrás a los tiempos donde no era nadie y tenía que buscarse la vida constantemente, a la vez que se acuerda de personajes importantes en su vida en aquella época. También deja por momentos el estatus de famoso y rico que tanto abraza para confesar que no siente su mansión como un hogar y que lo material ya no le llena como antes. Nos hubiera gustado también ver más de esto, que cuente qué más le atormenta en su vida más allá del plano amoroso…
Como hemos comentado en ocasiones con otros artistas, que alguien vuelva a su ‘yo’ del pasado y que haga la misma música que hace diez años es pedir prácticamente lo imposible, porque esa persona ya no es la misma que la de hace diez años y la música va de eso, del constante cambio. Lo que si es verdad es que en el caso de Drake tampoco se percibe que ese cambio haya ido hacia la madurez ni hacia algo que no sea intentar ser joven para siempre. Si la gente ya no resuena con sus referencias a una vida de lujo que solo él conoce, ni tampoco con su actitud de Señor Burns con gorro de skater, tendrá que encontrar su sitio actual en la música y en la vida si quiere conseguir elevar algo más aparte de las cifras.