Cuatro años después de que comenzara la trilogía de “Culture”, Migos la cierra con un gran abismo de calidad respecto a la primera entrega.
Ellos mismos dicen ser el mejor grupo musical vivo y aún juntos. Es indudable Quavo, Offset y Takeoff cambiaron para siempre la escena mundial del trap, pero su último trabajo nos ha dejado un poco fríos.
En 2017 y después de unos cuantos años de carrera, Migos lanzaba “Culture”. Este álbum, que comenzaría la trilogía, dio al mundo entre otras cosas “Bad and Boujee”, lo que les llevaría al absoluto estrellato. Después de un “Culture II” en 2018 con un bajón de calidad respecto al primero, los Migos han esperado hasta 2021 para poner fin a esta bonita etapa. Pero, ¿es este el final que esperábamos para la saga?
La respuesta, a pesar de que mucha gente vaya a comprar lo que Migos ofrece en este proyecto, es no. Hablando de lo que no son featurings, la actuación de Migos se siente repetitiva tema tras tema. Apenas variando el flow, haciendo referencias a lo mismo, mismas temáticas, y con un trap estancado en años pasados. Es cierto que como dijo uno de sus miembros hace unos días, se convirtieron en los mejores en “no rapear sobre nada”, pero temas como el anticipado “Straightenin” no llegan al mínimo que se espera de ellos. Todo esto que hemos comentado pasa en cantidad de tracks, como “Modern Day”, “Roadrunner” o “Why Not”. Ni siquiera la producción destaca, también un aspecto en el que este proyecto flojea bastante.
Esto se nota aún más cuando escuchamos el álbum de principio a fin, ya que el paso por todos estos temas acaba siendo soporífero. No son temas horribles, son temas que en una playlist en aleatorio podríamos escuchar mientras van pasando canciones, pero en conjunto se hace mucho más denso de lo que debería para ser simple trap sin mucho trasfondo.
Como decíamos, por suerte no absolutamente todas las canciones son así. “Avalanche” es la que abre el disco y en ella el ‘samplea’ “Papa Was a Rollin’ Stone” de The Temptations da un ambiente muy distinto a todo lo demás que podemos escuchar. Las trompetas y saxofones se mezclan con los 808 y los Migos lanzan tres fluidos versos que casan perfectamente con el mood.
Algo parecido ocurre en “Time For Me”. Aquí los Migos hablan de tiempos pasados en los que tuvieron que sobrevivir como podían, con un flow mucho más lowkey y melódico y un ritmo más lento. Estos tracks entre un mar de repetitivo “hype trap” sientan como un soplo de aire fresco al escuchar el álbum.
Las colaboraciones en cambio son probablemente lo que más vida de a este proyecto. “Type Shit” junto a Cardi B es uno de los mayores ejemplos. La cadencia de todos los participantes en el tema es realmente buena mientras hablan de su pasada gang-life y su todavía relación con su gente, dejando claro lo duros y peligrosos que son todos. Versos como el de Takeoff (el ‘Migo’ que más destaca a lo largo de todo el álbum) y el de Cardi son dignos de escuchar, y en este caso el estribillo de Quavo si parece funcionar.
“Malibu” con Polo G también destaca gracias a la buena base de Pooh Beatz y, a pesar de que el verso de Polo pasa bastante desapercibido, parece que sólo su presencia hace mejorar al trío en el resto del track. También en “Picasso” con Future escuchamos una actuación más refrescante y tranquila sobre un beat de flautas.
A pesar de que fuera lanzada el año pasado, es necesario destacar “Need It” con el actualmente entre rejas YoungBoy Never Broke Again. Un tema realmente bueno en el que todos los miembros intercalan sus barras sobre un espectacular beat que samplea el “Get In My Car” de 50 Cent.
Lamentablemente no pasa lo mismo con otras colaboraciones muy esperadas del álbum. Sobre todo “Having Our Way” donde asiste el todopoderoso Drake. A pesar de que no suele fallar, esta colaboración se siente aburrida y carente de personalidad.
En cuanto a las colaboraciones póstumas con Juice WRLD y Pop Smoke, la primera no cuadra por tener el estilo de este artista, que no casa nada con los Migos. La de Pop Smoke en cambio se presenta mucho mejor, ya que a pesar de que los Migos no estén acostumbrados al drill, hacen una buena actuación en la que se incluye un grandísimo verso del rey de esto.
“Culture III” es un proyecto llevado en brazos por los featurings y donde Migos en solitario brillan en contadas ocasiones, o incluso sólo brilla alguno de ellos. Obviamente puede ser disfrutable y no es lo peor que hemos escuchado en todo el año, pero para haber trabajado tanto en esto y “ser el mejor grupo”, no han llegado para nada a nuestras expectativas.